Venezuela logra el reconocimiento de la ONU del «Día Internacional contra las Medidas Coercitivas Unilaterales»

Venezuela lideró con éxito una resolución de la ONU, condenando el daño humanitario de las sanciones a pesar de la oposición de Estados Unidos y sus aliados.

Venezuela logra el reconocimiento de la ONU del «Día Internacional contra las Medidas Coercitivas Unilaterales»

Autor: El Ciudadano

La Asamblea General de la ONU adoptó una resolución propuesta por Venezuela (116 votos a favor) que establece el 4 de diciembre como el Día Internacional contra las Medidas Coercitivas Unilaterales, destacando los impactos devastadores de las sanciones en naciones objetivo como Venezuela, Cuba e Irán. La medida, a la que se oponen Estados Unidos y sus aliados, refleja años de defensa por parte de los Estados del Sur Global contra lo que consideran una guerra económica ilegal.

El gobierno venezolano ha acogido con beneplácito la adopción por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 4 de diciembre como el Día Internacional contra las Medidas Coercitivas Unilaterales.

La resolución fue aprobada el 16 de junio con 116 votos a favor, 51 en contra y 6 abstenciones.

Venezuela, en nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU de 16 miembros, propuso la fecha para crear conciencia sobre el impacto humanitario negativo de las medidas coercitivas y tomar una postura simbólica contra esta violación del derecho internacional. Estados Unidos y sus aliados se opusieron a la iniciativa.

El embajador permanente de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, enfatizó que una abrumadora mayoría de los estados miembros de la ONU apoyaban la iniciativa, luego de años de esfuerzos persistentes por parte de Caracas. «Hoy es un gran día para Venezuela», afirmó Moncada, reflexionando sobre la larga lucha del país contra las medidas coercitivas.

Venezuela ha sido objeto de medidas coercitivas unilaterales, comúnmente conocidas como sanciones, impuestas por sucesivas administraciones estadounidenses dirigidas a una variedad de sectores económicos y, en particular, a la fuente de ingresos más vital de la nación: su industria petrolera.

Las medidas han incluido sanciones financieras, un embargo a las exportaciones de petróleo, una prohibición general de todas las relaciones con Caracas, sanciones secundarias y el congelamiento o incautación de activos venezolanos en el extranjero. Solo las sanciones petroleras le han costado a Venezuela una pérdida estimada de 25.000 millones de dólares estadounidenses en ingresos anuales desde 2017.

Un informe de 2019 del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR) estimó que las medidas coercitivas de Estados Unidos privaron a los venezolanos de importaciones esenciales, lo que resultó en decenas de miles de muertes entre 2017 y 2018. El ex relator especial de la ONU Alfred de Zayas estimó más de 100.000 muertes como resultado de las sanciones a principios de 2020.

La resolución del lunes insta a los Estados miembros de la ONU a «abstenerse de adoptar, promulgar y aplicar cualquier medida económica, financiera o comercial unilateral que socave la plena realización del desarrollo económico y social, especialmente en los países en desarrollo».

El presidente Nicolás Maduro celebró la conmemoración anual de este día como una gran victoria para las naciones comprometidas con la soberanía y el multilateralismo.

«Es una lucha tremenda entre aquellos que buscan socavar el derecho internacional y la propia ONU, y la mayoría que está comprometida con la revitalización y reconstrucción de la ONU», declaró Maduro en una transmisión el lunes.

Muchos países que respaldaron la iniciativa condenaron las sanciones económicas y comerciales unilaterales, criticándolas por estar impulsadas por objetivos de política exterior de Estados Unidos. Cuba, Irán, Corea del Norte y Siria han soportado algunos de los programas de sanciones más duraderos, con amplias consecuencias humanitarias documentadas durante décadas.

La embajadora de Eritrea ante la ONU, Sophia Tesfamariam, enfatizó que estas medidas son «herramientas de compulsión política y económica» y «castigan a millones de personas en todo el mundo».

Del mismo modo, el representante de Zimbabwe, Ever Mlilo, apoyó la iniciativa en nombre de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC). Mlilo explicó que Zimbabue ha soportado sanciones unilaterales durante más de dos décadas, que han obstaculizado el acceso del país al comercio y la inversión y han ralentizado el desarrollo de la infraestructura.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Elio Eduardo Rodríguez Perdomo, denunció el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba desde hace 63 años como «una guerra inquebrantable y despiadada» contra el pueblo cubano. «El objetivo es quebrar la voluntad política de nuestro país».

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, rechazó la narrativa de Estados Unidos y sus aliados europeos de que las medidas coercitivas solo se dirigen a individuos y calificó de «fantasía» las supuestas excepciones humanitarias.

En 2021, la relatora especial de la ONU, Alena Douhan, realizó una visita a Venezuela y concluyó que las sanciones estadounidenses de gran alcance tuvieron un impacto “devastador” en las condiciones de vida de la población y que las “exenciones humanitarias” han demostrado ser en gran medida ineficaces para aliviar estas dificultades debido al fenómeno del “sobrecumplimiento”.

El martes, Gil participó en la Conferencia Internacional de Alto Nivel para el Arreglo Pacífico de la Cuestión de Palestina y la Implementación de la Solución de Dos Estados, así como en la IX Sesión Plenaria del Comité Especial de Descolonización (C-24). Durante ambos eventos, el ministro venezolano condenó el genocidio y bloqueo israelí en Gaza respaldado por Estados Unidos, y reafirmó el derecho de Puerto Rico a la autodeterminación.

*Artículo publicado originalmente en Wire. Editado por José Luis Granados Ceja en la Ciudad de México, México.


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