La tragedia de los hinchas de la U y Colo Colo, más la falta de respuesta institucional, exponen una profunda crisis sobre la seguridad en los estadios.
Dos tragedias, en dos estadios distintos, han vuelto a teñir de luto el fútbol chileno este año. Hoy con los brutales enfrentamientos en Buenos Aires durante el partido de la Universidad de Chile contra Independiente, que obligaron a suspender el encuentro, y anteriormente, con la muerte de dos hinchas de Colo Colo en las afueras del Estadio Monumental. Estos hechos evidencian una escalada de violencia que supera a las autoridades exponiendo la incapacidad de los operativos policiales y los protocolos de seguridad.
Los incidentes ocurridos el 20 de agosto en el recinto Libertadores de América, Argentina, resultaron en decenas de heridos y la detención de más de 100 hinchas chilenos. La gravedad de la situación incluso llevó a una intervención directa del gobierno chileno, que decidió enviar al ministro del Interior, Álvaro Elizalde, a Buenos Aires para acompañar a los afectados. El Presidente Gabriel Boric calificó lo sucedido como un “inaceptable linchamiento” y criticó tanto la violencia en las barras como la irresponsabilidad en la organización, asegurando que: “vamos a proteger los derechos de nuestros ciudadanos sin prejuicio de las responsabilidades que pueda establecer la justicia”, sostuvo por medio de sus canales oficiales.
En Chile, la situación no fue menos crítica. La muerte de Mylan Liempi y Martina Riquelme, dos jóvenes hinchas de Colo Colo, en la previa del partido contra Fortaleza del pasado 10 de abril, expuso la brutalidad policial y la inefectividad de las medidas de seguridad. El trágico suceso, que según las investigaciones involucró a un carro de Carabineros, obligó a suspender el partido y generó una ola de indignación que incluso derivó en la renuncia de la jefa de Estadio Seguro, Pamela Venegas, y la misma eliminación de dicho proyecto.
El impacto de la violencia se ha extendido incluso a los protagonistas del juego. Tras los incidentes en Argentina, el presidente de Independiente, Néstor Grindetti, aseguró que “el partido ha sido cancelado por la actitud de los hinchas simpatizantes de Chile”, alegando que su equipo tiene derecho a los puntos y no debería recibir ningún tipo de castigo. Por su parte, el capitán del Club Universidad de Chile, Marcelo Díaz, criticó este tipo de declaraciones, sosteniendo que solamente: “Nos tiene que importar en este momento la salud de todos los hinchas, me imagino que de ellos hay hinchas también que están lastimados”, expuso, agregando que: “Acá lo más importante es la vida humana y ellos no han mostrado ese respeto”. Grindetti fue candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires por La Libertad Avanza y es un personaje muy cercano al Gobierno de Javier Milei.
Más allá de las sanciones que los equipos puedan recibir ante este tipo de eventos, la persistencia de la violencia en los estadios plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas de seguridad implementadas por los clubes y las autoridades. Los recientes incidentes manifiestan la necesidad de revisar y fortalecer los protocolos actuales, así como de fomentar una mayor colaboración entre todas las partes involucradas para garantizar la integridad de los asistentes y mantener el espíritu deportivo.