En un pabellón cercano a los mil metros cuadrados, bancos estatales, tecnológicas y miles de visitantes interactúan con máquinas de autoservicio, de pago y aplicaciones que parecen sacadas de la ciencia ficción reflejaron el uso cotidiano del RMB Digital (e-CNY) en la Feria de Servicios de Pekín éste septiembre del 2025 y que vuelve a evidenciar que la moneda digital china dejó hace rato de ser un experimento para convertirse en un sistema de uso diario y en expansión internacional.
Por Bruno Sommer
Un ecosistema que ya funciona
El recorrido por la feria confirmó que la madurez del e-CNY es real y visible en billeteras “hardware” y «software», dispositivos que permiten pagos sin conexión para zonas rurales, apps con interfaces simples y promociones que incentivan la adopción. Incluso robots baristas que cobran en e-CNY por un café sorprendieron a los visitantes.
Como ha explicado Roger Huang, creador del libro https://chinabitcoinbook.com/ , “El Yuan Digital (llamado e-CNY por el Banco Popular de China, el banco central de China; aquí usaremos ambos términos indistintamente) es un intento de crear una moneda digital respaldada por el banco central que los titulares de billeteras digitales puedan usar para transferir valor digital, de forma similar a cómo funcionan actualmente Alipay y WeChat Pay”.
Detrás del despliegue, hay tracción medible pues a mediados de 2024 el piloto del e-CNY acumulaba del orden de 7 billones de yuanes en transacciones, el mayor ensayo real de una CBDC por volumen, un dato que respalda que la adopción no es solo escenografía ferial.
Pero China tiene un desafío, que el e-CNY gane tracción en pagos transfronterizos. Así, por otro lado China empuja una capa de infraestructura común junto a otros bancos centrales.
Se trata del Project mBridge, coordinado inicialmente con la BIS y las autoridades monetarias de Hong Kong, Tailandia y EAU (con Arabia Saudita incorporada después), alcanzó la fase “MVP” en 2024 para pagos casi en tiempo real entre bancos usando CBDC; aunque la BIS anunció posteriormente que se retiraba para dejar que los socios continúen, el piloto siguió ampliándose bajo liderazgo de los bancos centrales participantes. La dirección es clara: una “autopista” multimoneda para liquidación transfronteriza sin depender de redes como Swift.
A esto se suma el frente institucional, el PBoC que anunció la creación de un centro internacional de operaciones del e-CNY en Shanghái y el impulso de CIPS para liquidaciones en yuanes, parte de una agenda que busca un sistema monetario más multipolar y menos dependiente del dólar en comercio e inversión.
Qué ofrece: velocidad, programabilidad y soberanía financiera
Para empresas y bancos, el atractivo es tangible. Las transacciones se liquidan en segundos, con menos intermediarios y, por ende, comisiones potencialmente más bajas. La programabilidad, pagos condicionados, subsidios dirigidos, “escrow” automatizado, abre casos de uso que van desde nóminas con trazabilidad hasta cadenas de suministro con hitos de pago verificables.
Para los países socios, el operar en e-CNY reduce exposición a sanciones y a los cuellos de botella del sistema tradicional, sobre todo cuando pueden liquidar directamente en yuanes o, en el futuro, mediante redes como mBridge.
Expertos consultados proyectan que el siguiente paso natural será profundizar pilotos con socios de Asia y BRICS, y abrir corredores bilaterales con América Latina, donde el comercio con China crece y la gestión de riesgo cambiario es prioritaria.
En el caso de Chile, el desafío es trabajar con cadenas de cobre y litio integradas a China, la factibilidad pasará por alinear banca local, reguladores y acuerdos de conversión (CNY-CLP) sobre una infraestructura común y con pilotos sectoriales acotados.
¿Está Chile preparado para el desafío que nos integre digital y materialmente al mundo multipolar y los pagos punto a punto sin intermediarios?
Por Bruno Sommer