Asamblea ONU: La decadencia Milei frente al liderazgo internacional de Lula
La 79° Asamblea General de las Naciones Unidas sirvió de escenario para una contrastante exhibición de liderazgo y aislamiento político en América del Sur. Las intervenciones de Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Javier Milei de Argentina delinearon dos proyectos continentales diametralmente opuestos, una divergencia que quedó gráficamente ilustrada en la composición de sus respectivos auditorios y en el contenido de sus discursos.
Por un lado, el presidente Lula se dirigió a un hemiciclo abarrotado, reafirmando el papel de Brasil como una nación soberana e independiente. Su discurso, centrado en la defensa de la democracia sustancial, la multipolaridad y la cooperación internacional, resonó como el de un estadista con peso global. Como reportan diversos medios, la sala estuvo llena, evidenciando el interés que despierta la voz de Brasil en el mundo. Lula enfatizó que “la democracia y la soberanía son innegociables” y que las “democracias sólidas van más allá del ritual electoral”, posicionándose como un bastión de estabilidad.
Ver extractos del discurso de Lula (El País)
En la vereda absolutamente opuesta, el presidente argentino, Javier Milei, encontró un eco de su creciente aislamiento internacional en un auditorio mayormente vacío. Videos de múltiples fuentes, como el canal JPMas, muestran a su hermana y un escaso grupo de colaboradores como los principales oyentes de su intervención. Este vacío físico simboliza la frialdad con la que gran parte de la comunidad internacional recibe su mensaje ultraortodoxo y confrontativo.
El contenido de los discursos profundizó esta brecha. Mientras Lula abogaba por un orden multilateral, Milei, como se aprecia en el video de ASITEVE, dedicó parte de su alocución a alabar explícitamente al expresidente estadounidense Donald Trump, una figura polarizante a nivel global.
Este gesto fue interpretado por analistas, como señala Pandemia Digital, como una clara alineación con un eje político específico, renunciando a la tradicional diplomacia equidistante argentina.
La solidez internacional de Brasil contrasta con la profunda crisis económica que atraviesa Argentina, un contexto ineludible que marcó la visita de Milei. La publicación de Alán Barroso(América Latina), en un video con más de 474 mil reproducciones este sábado 27 de septiembre, resume la crítica situación: el riesgo país se disparó a 1500 puntos bases y el Banco Central argentino debe realizar gastos millonarios para contener una devaluación. Esta debilidad doméstica socavó cualquier pretensión de autoridad moral en el foro global.
La desesperada posición económica llevó a Milei a gestionar asistencia financiera externa. En un movimiento revelador, fuentes del gobierno de Trump confirmaron, según el análisis de Alán Barroso, que proporcionarán ayuda para que el gobierno de Milei “pueda llegar a las elecciones”. Esta declaración, que suena más a un salvavidas de emergencia que a un respaldo estratégico, refuerza la percepción de un gobierno dependiente de oxígeno externo para su supervivencia política inmediata.
La narrativa del “fenómeno barrial” o “libertario imparable”, que el propio Milei fomenta, se sigue desmoronando. Lejos de ser una figura de atracción global, su actuación lo mostró como un mandatario alineado con un sector muy específico de la política internacional y aislado del consenso multilateral. Mientras Lula proyectaba liderazgo y soberanía, Milei proyectaba decadencia y una pleitesía que, según las imágenes, muy pocos en el mundo estuvieron interesados en escuchar.
En conclusión, la Asamblea de la ONU funcionó como un termómetro de la relevancia internacional sudamericana. Brasil, bajo el mando de Lula, consolida su estatura como un actor global clave y respetado. Argentina, con Milei, parece encogerse hacia la irrelevancia y la dependencia, su discurso encontrando más sillas vacías que aliados concretos, en un reflejo fiel de la profunda crisis de legitimidad y dirección que atraviesa el país.
«Vergüenza ajena»
El periodista Víctor Hugo Morales conductor de “La Mañana”, calificó la intervención del presidente Javier Milei en la Asamblea de la ONU como un episodio que provocaba «vergüenza ajena», destacó Página 12, atribuyendo esta sensación a la combinación de un auditorio prácticamente vacío y los excesivos elogios dirigidos a Donald Trump. Morales contextualizó esta actitud dentro de la gestión desesperada del Gobierno argentino por obtener un nuevo préstamo estadounidense, una situación que, según analistas citados como Itai Hagman, evidencia una alarmante pérdida de soberanía al señalar que «el presidente de Argentina es Donald Trump«.
En su editorial, Morales destacó el abismal contraste entre el recibimiento de Milei y el del presidente brasileño Lula da Silva, considerado una «respetada celebridad». Criticó además el rol de los grandes medios de comunicación argentinos, a los que acusó de construir una narrativa positiva mediante un lenguaje triunfalista—con palabras como «histórico» y «blindaje»—para enmascarar lo que representa, en la práctica, una «desgracia nacional» y una «ignominia» cuyas consecuencias más duras las sufren millones de personas con hambre y desesperación.
Ver también intervención de Petro en Asamblea de Naciones Unidas (El Ciudadano)