Por Ariel Mateluna
Actor, candidato a diputado por el Distrito 9
En estas elecciones 2025, el futuro de las artes, las culturas y el deporte está en juego. José Antonio Kast propone control y retroceso, mientras que Jeannette Jara los ve como el corazón de nuestra comunidad. Ojo, que hay riesgo de censura.
Cuando miramos los programas de los candidatos, la cosa no es solo plata y seguridad. Lo que dicen sobre culturas, artes y deporte nos muestra qué país quieren construir. Al comparar a Jeannette Jara y José Antonio Kast, vemos dos caminos totalmente opuestos para nuestras identidades y los espacios para la creación.
Jeannette Jara: Un Enfoque Social y de Cohesión Social.
El programa de Jeannette Jara, «Un Chile que Cumple», presentado este domingo, aborda las culturas, artes y el deporte no como actividades de relleno, sino como motores centrales para el bienestar social y la seguridad del país. Esta visión integral es clave para generar inclusión y crear oportunidades; si queremos un Chile más seguro y unido, debemos invertir en la creación artística y la actividad física, usándolas como ejes que atraviesan y mejoran la calidad de vida, lejos de dejarlas solo en manos del mercado o de la buena voluntad.
Para la cultura y las artes, el foco está en acabar con la precarización laboral y la inestabilidad. Se propone crear un Sistema Nacional de Financiamiento (Medida 330 del Programa), buscando dar recursos estables y diversificados a las instituciones, en lugar de depender solo de fondos concursables. Además, el programa quiere dignificar el trabajo de los artistas con un contrato cultural especial gradual (Medida 331), que les dará protección social y adaptará el seguro de cesantía a la realidad intermitente del sector. Esto, junto con incentivos a la Ley del Telonero, busca asegurar que el talento local tenga una industria más justa.
El programa de Jeannette consigna el deporte como un derecho social y una herramienta para combatir la delincuencia. Se planea una gran inversión duplicando el Fondo Nacional del Deporte en cuatro años y creando una «Red nacional de plazas y canchas comunitarias para el Buen Vivir» (Medida 318), recuperando espacios seguros. Finalmente, el programa busca una reforma profunda en el fútbol profesional (Medida 325) para erradicar la violencia y mejorar la fiscalización de las sociedades anónimas, con un énfasis en devolver el deporte a sus verdaderos dueños: las hinchadas y las familias. Este enfoque se complementa con la idea de usar las escuelas como centros comunitarios (Medida 269), ofreciendo talleres artísticos y deportivos para todos.
José Antonio Kast: Retroceso democrático y censura.
El principal peligro de José Antonio Kast para la cultura es el control de las ideas. Para él y el Partido Republicano, el arte no es un espacio libre, sino algo que debe ser vigilado y «limpiado» de contenidos «ideológicos». Esto no es nuevo: ya en su programa de 2021 proponía fiscalizar el material cultural dirigido a jóvenes (Medida 772). Hoy, esta amenaza se hace visible al ligar la cultura directamente a la lucha contra el narcotráfico (Plan Fuerza Nacional 2025). Al hacer esto, se abre la puerta a censurar cualquier expresión que no calce con una moral estricta, usando la seguridad como excusa. En resumen: esta visión castiga la diversidad, ahoga la creatividad y busca silenciar a quienes piensan distinto en Chile.
Kast olvida a quienes viven del deporte. Su programa no ofrece ninguna solución concreta para los entrenadores, kinesiólogos o gestores que tienen trabajos precarizados. No propone un contrato especial para el deporte, a diferencia de otras candidaturas. Su Plan Más y Mejor Trabajo es genérico y no ayuda a que la carrera de estos profesionales sea más digna.
El proyecto del Partido Republicano busca reducir la participación del Estado para favorecer a los privados. Esto se traduce en menos financiamiento público para la cultura y el deporte, lo que genera inestabilidad y empleos precarios para sus trabajadores. Su programa no se interesa en crear leyes que protejan a los artistas y deportistas, arriesgando el desarrollo de estas áreas a un posible control ideológico.
Por otro lado, Jeannette Jara propone una visión completamente opuesta. Desde su experiencia como Ministra del Trabajo, ha demostrado su compromiso con ampliar los derechos y la dignidad laboral. Su plan es aplicar este enfoque en la cultura, creando un estatuto que garantice a los artistas estabilidad, protección social y un reconocimiento justo por su labor.
El camino correcto es entender que las culturas, artes y deportes no son un gasto, sino una inversión social a corto, mediano y largo plazo.