Un nuevo episodio de violencia en el Barrio Yungay encendió nuevamente las alertas entre sus habitantes. Esta vez, una riña entre residentes de una fundación de acogida terminó con un niño gravemente herido con un arma blanca ‘hechiza’.
El hecho, ocurrido en las inmediaciones de la Residencia Presidencial, refleja una problemática que vecinos y vecinas vienen denunciando hace más de dos años: situaciones reiteradas de violencia, fugas de menores y falta de control por parte de las autoridades y de la institución a cargo del recinto.
José Osorio, Presidente de la Junta de Vecinos del Barrio Yungay declaró a los medios de comunicación que esta situación no es un hecho aislado, sino que vecinas y vecinos del sector han estado denunciado este tipo de incidentes durante dos años.
Gritos, fugas, ruptura de vidrios, amenazas y falta de supervisión son algunos de los hechos denunciados por las y los vecinos del Barrio Yungay. Osorio aseguró que como Junta de Vecinos ya presentaron un recurso de protección y han realizado denuncias formales ante distintas instituciones del Estado. Sin embargo, los incidentes no han cesado.
“A pesar de que nuestra Junta de Vecinos presentó oportunamente un Recurso de Protección, y de que hemos realizado denuncias formales ante distintas instituciones del Estado, los conflictos persisten. Hemos observado reiteradamente la fuga de menores desde el recinto, algunos incluso saltando por balcones o deambulando por la calle sin ningún tipo de supervisión. Es evidente que no existe un resguardo efectivo, y que hay una rotación permanente del personal a cargo, lo que impide generar vínculos estables y procesos de contención adecuados” compartió Osorio en sus redes sociales.
Además, el Presidente de la Junta de Vecinos afirmó haber sostenido reuniones con los representantes de la fundación, pero que los problemas en vez de acabar, se han agudizado, lo que para él, “evidencia una grave vulneración de derechos para los niñas, niños y adolescentes que deberían estar siendo protegidos”.
Osorio sostiene que el problema no radica en la presencia de la fundación, sino en la falta de capacidad de la institución para gestionar adecuadamente la atención de niñas, niños y adolescentes. Además, destacó la carencia de patio, áreas verdes y de infraestructura adecuada para garantizar su bienestar.
“Una desprolijidad de la fundación que tiene a cargo este espacio, que no es un espacio que está hecho para acoger a niños, niñas y adolescentes. Ustedes pueden ver esta es una casa no tiene patio, es una casa que no tiene las condiciones para el desarrollo de la labor preventiva y de cuidado de nuestros niños, niñas y adolescentes y eso es lo que hemos denunciado”, declaró a los medios.
Osorio advirtió que el Estado ha destinado recursos importantes con el fin de garantizar el bienestar de los menores. Sin embargo, las y los vecinos del sector no creen que se esté cumpliendo esa labor. “Exigimos acciones concretas, urgentes y responsables por parte de las autoridades competentes, para asegurar tanto la protección de los niños, como la paz y seguridad de nuestro barrio”.
También destacó que la Guardia de la Residencia Presidencial ha sido quien ha intervenido en estos casos, agradeciendo su apoyo y señalando que ha actuado en múltiples ocasiones.
“Quiero ser bien categórico aquí hay dos años en que aquí han pasado hechos similares, la Guardia Presidencial acá — y quiero agradecer— ha atendido cada caso de violencia que ha habido en este lugar y aquí lo que no está funcionando lamentablemente es la política pública, los mecanismos de control frente a una institución, frente a una fundación que tiene a cargo esto bajo el servicio de la niñez”, indicó.
Cabe recordar que el presidente Gabriel Boric llegó a vivir al reconocido Barrio Yungay en marzo del 2022, justo cuando comenzaba su periodo presidencial. En su momento, cuando un grupo de adolescentes le preguntó por qué eligió vivir en ese sector, Boric respondió:
“Yo empecé a averiguar y los Presidentes de Chile durante mucho tiempo desarrollaron una cultura de austeridad y la gran mayoría de los presidentes desde 1846 en adelante, desde el presidente Manuel Bulnes, vivían en La Moneda, y después hasta Carlos Ibáñez del Campo vivían en sus propias casas. Yo no tengo casa acá en Santiago, pero me acordé del presidente Alessandri, del presidente Frei Montalva, que vivían cerca de sus casas”.
Finalmente, Osorio concluyó: “Como Junta de Vecinos, seguiremos vigilantes, disponibles al diálogo, y firmemente comprometidos con el bienestar de todos quienes viven en nuestro territorio, especialmente de niños y niñas que requieren una protección efectiva”.
Lo ocurrido en Yungay pone en evidencia la vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes, y la urgente necesidad de que las autoridades asuman su responsabilidad en la protección de quienes deberían estar seguros y cuidados.