Evidencia satelital y testimonios han sacado a la luz una ola de atroces masacres perpetradas en Sudán que abren la puerta a un genocidio.
Un informe realizado por un grupo de investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad estadounidense de Yale corroboró por medio de imágenes satelitales y videos una ola de ejecuciones en el país africano.
La coalición de las Fuerzas Conjuntas —un grupo aliado al ejército regular sudanés— acusó a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) —el grupo rebelde— de haber asesinado a más de 2 mil civiles— entre el domingo y el lunes (26 y 27 de octubre)— incluidos un gran número niños y niñas, tras tomar el control de la ciudad de El Fasher, la capital de Darfur del Norte, una de las regiones más afectadas por el conflicto.
Tras más de 500 días de asedio, el grupo rebelde anunció el pasado 27 de octubre la toma de El Fasher que albergaba a más de 260.000 personas.

Evidencia satelital comprueba masacre en Sudán
Los investigadores de Yale HRL que monitoreaban el asedio, mediante imágenes satelitales y de código abierto pudieron comprobar un patrón de violencia, tras haber hallado grupos de objetos «compatibles con el tamaño de cuerpos humanos en el suelo cerca de vehículos de las RSF», además de una «decoloración rojiza del suelo», que podría ser sangre o tierra removida.
Según consignó RT, los científicos señalaron que existe «evidencia que concuerda con una matanza en el antiguo hospital materno-infantil al este de El Fasher», que tenía más de un año sin funcionar como un recinto de salud.
«Imágenes satelitales del 27 de octubre de 2025 muestran líneas de objetos oscuros, compatibles con grupos de personas, que se extienden desde el edificio hasta la puerta del recinto, así como un grupo de personas cerca de dicha puerta», detallaron el informe.
Asimismo, indicaron que las imágenes que fueron confirman la acusación realizada por el Comité de Resistencia de la ciudad de que el grupo rebelde había perpetrado asesinatos en el Hospital Saudí y sus alrededores.
A la par de la evidencia digital, la Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció el miércoles 29 de octubre el asesinato de más de 460 personas en un ataque del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido contra el hospital materno-infantil.
A través de un mensaje compartido en redes sociales, el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, manifestó estar «consternado por los informes sobre la trágica muerte de más de 460 pacientes y sus acompañantes», al tiempo que exigió un «¡Alto el fuego!».
«Deben cesar de inmediato e incondicionalmente todos los ataques contra instalaciones sanitarias. Todos los pacientes, trabajadores sanitarios e instalaciones deben estar protegidos por el derecho internacional humanitario», afirmó.
Limpieza étnica
El informe de los investigadores de la Universidad de Yale también reveló que se encontró evidencia de «operaciones de limpieza casa por casa».
Parece que en El Fasher se está llevando a cabo un proceso sistemático e intencionado de limpieza étnica de […] comunidades nativas no árabes mediante el desplazamiento forzado y la ejecución sumaria», indicaron.
En la misma línea, desde la ONU advirtieron que recientemente se ha registrado u masivo éxodo de personas desde El Fasher hacia Tawila, una localidad situada a unos 60 kilómetros al oeste de la ciudad, que ya alberga a cerca de 650.000 hombres y mujeres.
En sus testimonios, los desplazados relataron que se han producido asesinatos generalizados por motivos étnicos y políticos, incluyendo casos de personas con discapacidad que han sido ejecutadas por no poder huir, y otras que fueron alcanzadas por disparos mientras intentaban escapar, señaló Jacqueline Wilma Parlevliet, alta funcionaria del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Sudán.
Indicó que un gran número de civiles que permanecen en El Fasher siguen sin poder huir, ya que muchos de ellos se encuentran «demasiado débiles» y que la situación es «demasiado peligrosa» para que puedan desplacarse.
El pasado lunes 27 de octubre, la Red de Médicos de Sudán denunció a través de mediante un comunicado, que durante la toma y asalto de El-Fasher, las FAR “mataron a civiles desarmados por motivos étnicos en lo que constituye un acto de limpieza étnica”.
Al respecto, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), declaró estar “horrorizada” por lo sucedido y denunció que se han registrado ejecuciones sumarias, redadas casa por casa, ataques contra quienes intentaban huir y un aumento exponencial de casos de violencia sexual contra mujeres y niñas.
El organismo advirtió sobre el creciente riesgo de ejecuciones por motivación étnica, en una región marcada por el recuerdo del genocidio de Darfur perpetrado entre 2003 y 2005.
Conflicto interno en Sudán
En abril de 2023 estalló un conflicto interno en Sudán , en el cual se disputan el poder dos facciones militares que en un principio fueron aliadas y pasaron a ser enemigas, que son el ejército regular (FAS), liderado por Abdel Fattah al-Burhan, actual jefe del Consejo Soberano y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), comandadas por Hemedti, quien fuera su vicepresidente.
Ambas facciones participaron en los golpes de Estado de 2019 —que derrocó al dictador Omar al-Bashir— y el de 2021, que disolvió el gobierno civil de transición.
La ruptura se produjo cuando ninguna de las partes quiso ceder el control definitivo del país africano.
Sin embargo, la disputa abarca más a allá de lo político, ya que incluye el manejo de recuerdos económicos y alianzas internacionales.
En más de dos años y medio, la guerra ha generado más de 9,6 millones de desplazados internos y casi 15 millones de niños vulnerables, según datos de la ONU del 23 de octubre.
Desde el inicio del conflicto en abril de 2023, la OMS ha registrado 185 ataques contra centros de salud en el país africano, con un balance total que supera los 1.200 fallecidos y los 400 heridos.
La localidad Darfur, donde se concentra conflicto, cuenta con reservas de oro y minerales estratégicos, como las tierras raras y en los últimos 10 años la facción de las RSF ha logrado ejercer el control de las minas de oro y las rutas comerciales, generando fortunas a través de redes de contrabando.
Según consignó Diario U. de Chile «parte de ese oro, según diversas investigaciones internacionales, habría salido de manera irregular hacia los Emiratos Árabes Unidos, uno de los principales centros globales del comercio aurífero»
Este supuesto nexo se enmarcaría en escenario política más amplia, que algunos analistas describen como “sub-imperialismo”, basado en una estrategia de influencia regional que combina intereses económicos, alianzas militares y contrarrevolución política.

«Sudán se ha convertido en un triste ejemplo de indiferencia e impunidad»
La ONU califica a situación que se vive en Sudán como una de las peores crisis humanitarias del mundo,
Las cifras son alarmantes, ya que más de 150.000 personas han muerto y 15 millones han sido desplazadas – la mayor crisis de desplazamiento interno registrada globalmente -. Asimismo, casi 18 millones de sudaneses padecen hambre, y 5 millones están al borde de la hambruna. Entre el 70% y 80% de las instalaciones de salud han dejado de funcionar.
Tom Fletcher, director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, resume la situación con una frase contundente: «Sudán se ha convertido en un triste ejemplo de indiferencia e impunidad en el mundo».

