El legado de Héctor Noguera: El maestro que abrió el teatro a las infancias y creyó en los jóvenes creadores
La partida del destacado actor Héctor Noguera a los 88 años generó una ola de condolencias que trascendió el mundo del espectáculo y la política, alcanzando también a las generaciones más jóvenes.
Entre los miles de mensajes, surgieron con fuerza las voces de las nuevas generaciones cuyo talento y sensibilidad fueron respaldados por el maestro, revelando una faceta fundamental de su legado: su fe inquebrantable en las nuevas generaciones.
Una muestra palpable de este legado es el recuerdo de Daniela Seguel, una joven actriz e impulsora de la iniciativa de moda consciente «Reviviendo Mil Prendas». Ella creó su primera obra de teatro infantil, «El Calcetín Colorín», y fue Noguera quien creyó en su proyecto en el año 2024.
Tal como ella misma publicó en sus redes sociales: “En un mundo tan cerrado y lleno de obstáculos como lo es el teatro, honro tu vida, tu humildad y tus palabras, que jamás serán borradas de mi corazón (…) Maestro Héctor Noguera, fuiste la primera persona del mundo del teatro que confió 100% en mí, en mi trabajo y en la obra ‘El Calcetín Colorín’, junto a tu maravilloso equipo (teatro camino); abriéndome las puertas de tu teatro para el estreno”. Este acto de confianza define su compromiso con los creadores emergentes.
Agrega: “El estreno de la obra será un momento que siempre atesoraré, porque ahí estabas tú, en primera fila, mirando atentamente. En el taller, junto a los niños y niñas, participaste como uno más. Y yo, en mi interior, pensaba ese día: “No puedo creer tanta nobleza y amor. Siendo el maestro de los maestros, aquí está, acompañándonos, escuchando y viviendo el teatro”.
También indica: “Te admiraré por siempre, no solo por tus grandes interpretaciones y tus aportes a la historia dramática de Chile, también por tu incansable lucha por visibilizar el teatro y los temas sociales, sumando la más grande de las virtudes: ser un ser humano con un corazón cercano, empático y dispuesto a abrir las puertas a quienes recién comienzan en este mundo (…) Que tu alma maravillosa trascienda libre y feliz, rodeado de mucho teatro (…) Mi fuerza y cariño para su familia. Por siempre serás el maestro de los maestros”.
El hito que ambos compartieron ocurrió en junio de 2024, con el exitoso estreno de «El Calcetín Colorín» en el Teatro Camino, espacio fundado por el propio Noguera. La obra, que promueve el consumo responsable y la conciencia ambiental, cautivó a más de 130 asistentes. El espacio se caracterizó por una atmósfera de alegría y color, lleno de niños y niñas, donde la emoción y el aprendizaje se entrelazaban. Noguera no era un mero espectador; era un participante más, inmerso en la magia del momento.
El propio Noguera, en esa jornada, elogió la innovadora propuesta que unía arte y conciencia social. Con entusiasmo, declaró: “Me parece que juntar la obra de teatro y el taller textil es un gran acierto y trabajar con los mismos materiales de la obra, mejor todavía. Una idea genial, realmente los felicito. La gente está muy contenta”. Sus palabras reflejaban su convicción de que el teatro podía ser un vehículo poderoso para la reflexión y la transformación social, incluso para las audiencias más jóvenes.
Ver video con mensaje de Héctor Noguera (Reviviendo Mil Prendas)
Amparo Noguera a su padre en el sepelio: «Deseo que encuentres las respuestas”
En la despedida final, durante su sepelio, fue su hija Amparo Noguera quien, entre lágrimas, entregó un conmovedor discurso que resonó como un eco de la esencia misma de su padre. Evocando sus profundas reflexiones existenciales, le dijo: “Te escuché muchas veces decir que encontrabas un poco mezquino que solamente esta fuera nuestra realidad, que solamente este fuera nuestro plano”, reconociendo su búsqueda incansable de un sentido que trascendiera lo tangible.
Con una sabiduría que mezclaba el dolor con el amor, Amparo continuó dirigiéndose a su padre: “Siempre pensaste que había otro lugar, siempre reflexionaste acerca de eso. El teatro te ayudó a pensar en esas cosas, buscar respuestas ahí. Deseo que encuentres las respuestas donde estés, pero tampoco tantas porque creo que tu felicidad era el pensamiento y reflexión, que lo que te hacía crecer era la maravillosa falta de certezas”. Este deseo capturaba la naturaleza inquisitiva y filosófica que Héctor Noguera llevó tanto a su vida como a su escena.
Para cerrar su intervención, Amparo Noguera encontró consuelo en los versos de una obra que su padre amaba profundamente, «La vida es sueño», de Calderón de la Barca. Conmovida hasta las lágrimas, pronunció las palabras que resonaron como un epitafio perfecto para un hombre de teatro: “¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Un aplauso solemne recibió esta despedida, uniendo a todos los presentes en un último y sentido homenaje.


