Milo J: Música joven que no olvida

El artista argentino que trasciende del género urbano a un manifiesto generacional con el folclore y la trova.

Milo J: Música joven que no olvida

Autor: Ivette Barrios
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El artista argentino que trasciende del género urbano a un manifiesto generacional con el folclore y la trova.

Camilo Villarruel, conocido como Milo J, está redefiniendo el significado de ser un artista joven en la escena musical latinoamericana. A sus 19 años, el cantautor utiliza su plataforma, cimentada en éxitos como Rara vez, no solo para explorar el trap y el R&B, sino para tejer una narrativa profundamente personal y social. Su camino musical fue recientemente marcado por su tercer álbum La vida era más corta, lanzado el pasado 25 de septiembre, y se transformó en un vehículo para visibilizar una deuda entrelazada con la historia en el centro de su obra, un acto que resuena con una inusual madurez.

El motor es su propia historia, pues Milo J creció en un hogar cargado con la ausencia de su abuela, quien fue una víctima de la dictadura cívico-militar argentina. Esta herida familiar lo impulsa a hacer un «ejercicio de la memoria constante», como ha señalado. Compromiso que se hizo visible en marzo de 2024, en la víspera del Día de la Memoria, cuando en sus conciertos en el Movistar Arena rindió un homenaje a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Con la murga uruguaya Agárrate Catalina como acompañante, interpretó la canción “Clara” de No Te Va Gustar, proyectando imágenes que recordaron el lema Nunca Más, un gesto que emocionó a miles de jóvenes y que él cerró con el mensaje: “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.

Esta íntima emocionalidad se une con la música en La vida era más corta, un disco que entrelaza el trap con géneros folclóricos como la zamba y la chacarera, colaborando con artistas de diversas generaciones. El álbum es un testimonio sonoro que busca la conexión con las raíces y las luchas históricas, contando con la participación del trovador cubano Silvio Rodríguez  en “Luciérnagas” —dedicada a su abuela—, y utilizando un sample póstumo de la mítica Mercedes Sosa en el tema “Jangadero”, en un encuentro de voces.

El 21 de octubre Silvio Rodriguez invitó al joven al escenario del Movistar Arena en Buenos Aires. En ese momento, Milo J tomó la palabra y anunció que todas las regalías de ambos por la canción serían donadas íntegramente a la Fundación Abuelas de Plaza de Mayo, un gesto simple y contundente de reparación y memoria, sellando un compromiso social.

La firmeza de su postura y el poder de convocatoria del joven no pasan desapercibidos, pero tampoco están exentos de controversia. En febrero de 2025, la preescucha gratuita de su álbum 166 (DELUXE) Retirada, que se iba a realizar en el Espacio Memoria y Derechos Humanos ex —ESMA—, fue suspendida por una medida cautelar impulsada por el gobierno nacional, que alegó la falta de autorización. El hecho generó una fuerte polémica, ya que el propio Milo J publicó a través de sus redes: “Supongo que juntar a 20.000 personas en un espacio de memoria, al Gobierno de ahora no le gusta», una acción que organismos de DD.HH. también repudiaron.

La música de Milo J, más allá de ser masiva y virtal, se ha convertido en un puente de sensibilidad para que una nueva generación abrace la historia de su país, recordando que las canciones pueden ser armas contra el olvido. La carrera de Camilo Villarruel se consolida como un fenómeno donde el arte popular, incluso en sus formas más contemporáneas, puede ser un acto de profunda conciencia y honestidad. Un Nunca Más desde el trap.


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