La Ley de Presupuesto 2026 continúa su trámite en el Senado, que ayer inició la revisión en Sala tras el tenso escenario dejado por la Cámara de Diputadas y Diputados, donde se rechazaron 14 partidas —incluida atención primaria— y se aprobaron 19. El debate sigue marcado por el conflicto en torno al presupuesto de Salud.
En la primera jornada de análisis, el Senado aprobó cinco partidas: Servicio Electoral, Bienes Nacionales, Ministerio Público, Ciencia y Agricultura. La discusión continuará hoy viernes y se espera que la Cámara Alta concluya la revisión el lunes. Si persisten discrepancias con la Cámara Baja, el Presupuesto deberá pasar a tercer trámite e incluso a una comisión mixta, con el objetivo de despacharlo antes del 29 de noviembre.
Pese al avance legislativo, la principal tensión sigue concentrada en la glosa de Atención Primaria. Desde CONFUSAM acusaron que el Gobierno mantuvo congelado por segundo año el per cápita basal, que representa cerca del 80% del financiamiento de la APS, y calificaron como “displicitentes” las declaraciones del ministro de Hacienda, Nicolás Grau, quien defendió la glosa en la Cámara.
La organización afirmó que el incremento proyectado para 2026 —apenas 1,5%— es insuficiente y exigió que el Senado apruebe en general la partida de Salud, pero vote por separado la glosa de APS e ingrese una indicación que permita elevar el per cápita en línea con el 5,6% que recibirán otras áreas del sector.
En su declaración pública, CONFUSAM sostuvo que congelar el per cápita “por segundo año consecutivo” profundizará la crisis en consultorios, postas, SAPU y SAR, y criticó duramente el argumento del Ejecutivo de que la APS ya aumentó su presupuesto en años anteriores. “Si alguien almorzó ayer, no significa que no necesite almorzar mañana”, señaló la organización, advirtiendo que sin un reajuste real no podrán sostener la demanda ni asegurar condiciones dignas para usuarios y trabajadores.
La dirigenta de CONFUSAM, Gabriela Flores, acusó —a través de la página web de la organización— que el Gobierno “abandonó” la prioridad de la atención primaria al enviar un presupuesto con el per cápita congelado por segundo año, lo que afectaría la calidad del servicio y las condiciones laborales.
En las últimas semanas, la organización ha desarrollado un intenso plan de movilizaciones: paralización nacional, una marcha de más de ocho mil personas a Valparaíso, la toma del Ministerio de Salud, entrega de cartas al Presidente y al ministro de Hacienda, y presencia en la discusión presupuestaria con velatones y protestas.
En diálogo con El Ciudadano, Carolina Espinoza, dirigenta sindical Confusam, advirtió que el per cápita basal —hoy cercano a los $11.700 por persona inscrita en los centros de salud municipales, monto ajustado solo por criterios de pobreza y ruralidad— es claramente insuficiente. Recordó que estudios del propio Ministerio de Salud indican que este valor debería superar los $17.000 para cubrir adecuadamente las necesidades de la atención primaria. Según señaló, esta brecha golpea especialmente a las comunas más pobres y también a aquellas que no forman parte del reducido grupo de municipios con mayores recursos.
“En este escenario, de mantenerse la propuesta del gobierno en materia de presupuesto destinado a la Atención Primaria de Salud municipal generaría un incremento de la ya grave crisis de la salud afectando a más del 84% de la población nacional que es la que se atiende en la salud municipal”, declaró.
Además, Espinoza agregó que: “Si el gobierno insiste en su propuesta presupuestaria para la salud municipal se afectaría la totalidad de los programas que se llevan a cabo en los establecimientos de salud en la inmensa mayoría de las comunas de Chile dado que las comunas más ricas tienen espaldas financieras que les permiten cubrir la brecha. No sólo se afectarían los programas de índole curativa sea en la atención diferida, sea en los servicios de urgencia de la APS, también se verían afectados los programas de carácter preventivo y promocional para adultos mayores, niños y adolescente, además los programas de la mujer”.
La dirigenta también recordó que la salud pública en Chile tiene una trayectoria ejemplar, cuyo hito fundamental fue la creación del Servicio Nacional de Salud en 1952. Según señaló, ese modelo, centrado en lo público y con una fuerte prioridad en el binomio madre-niño, permitió destinar más recursos y reducir de manera drástica la mortalidad infantil, materna y adulta. Añadió que, pese a los intentos de la dictadura por desmantelar esos avances, fue justamente la salud pública la que permitió que las mejoras sanitarias alcanzadas no solo se mantuvieran, sino que incluso continuaran profundizándose.
Por último, señaló que: “Ha sido un hecho lamentable que los gobiernos post dictadura no hayan sido capaces de apoyar el fortalecimiento de la salud pública, pese incluso a compromisos explícito como lo fue durante el gobierno de Ricardo Lagos y, peor aún, han apoyado el enriquecimiento de sector privado de la salud y han sido incapaces de corregir el mercado de los seguros de salud (ISAPRES)”.
Por otro lado, en conversación con Javier Pineda en el programa La Mañanera, Atilio Herrera, presidente de la Federación Regional Oriente de Funcionarios de la Salud de Atención Primaria (FRODESAP), señaló que atraviesan un escenario contradictorio: mientras un sector de la derecha ha bloqueado partidas esenciales, el rechazo a la partida de salud en la Cámara de Diputadas y Diputados abrió una oportunidad para las y los trabajadores, al permitir que el presupuesto pueda revisarse y eventualmente incrementarse.
“Lo que ha hecho el gobierno este año ha sido congelar el presupuesto de salud de atención primaria para el año 2026 en exactamente los mismos valores que para el año 2025. Eso, haciéndose cargo por una parte de la brecha histórica de deficiencia en el financiamiento que existe en la atención primaria de salud, pero por otra parte ni siquiera haciéndose cargo del aumento del IPC. En lo concreto, lo que significa es disminuir el financiamiento de atención primaria para el año 2026”, señaló Herrera.
Atilio explicó que hoy en día el gobierno entrega a los CESFAM — donde se atiende el 85% de la población— 11.780 pesos mensuales para la atención de cada persona, un monto que resulta claramente insuficiente para cubrir las necesidades de la atención. Herrera señaló que es gracias al esfuerzo de las y los trabajadores que se logran cumplir las metas sanitarias y las coberturas, pese a las brechas presupuestarias, y que aun así el gobierno ha mantenido un reajuste cero para el año 2026.
Al ser consultado sobre el cálculo de aquella brecha, el dirigente indicó:
“Sacamos el último cálculo con los valores del año pasado y estábamos en los 16.480 pesos aproximadamente. En total teníamos una brecha de cerca de 5 mil pesos. Presentamos al gobierno una serie de propuestas, entendiendo que llegar a superar esa brecha de un año a otro es prácticamente imposible en términos económicos, pero le presentamos una propuesta en escalada que permitía poder alcanzar esa brecha en un segmento de al menos unos cinco años. Sin embargo, la respuesta ha sido justamente la contraria, que es congelar los recursos”.
Herrera declaró que uno de los principales problemas que enfrenta la atención de salud como consecuencia de este déficit es, en primer lugar y de manera más evidente, el déficit de infraestructura. Esto se evidencia en la cantidad de CESFAM disponibles hoy, que resulta insuficiente. Además, aunque la normativa establece que cada CESFAM debería atender a 30 mil personas inscritas, hay establecimientos que actualmente llegan a tener hasta 60 mil.
Otra de las problemáticas señaladas por Atilio es la falta de trabajadores ya que al no poder contratar a más personal, quienes trabajan tienen una carga muy alta de trabajo al día.También evidenció el aumento de la violencia hacía las y los trabajadores del sector ya que ellos son los que quedan al medio de las expectativas de quienes buscan atención y la reales posibilidades que ofrece hoy en día el sistema.
Por último, Herrera declaró que CONFUSAM estará presente en Valparaíso hasta el fin de la discusión presupuestaria y que esperan que la partida de salud sea rechazada también por el Senado para que el gobierno se sienta presionado a realizar indicaciones que aumente el financiamiento.
“Evidentemente, a esta altura pensar en un financiamiento que estamos pidiendo nosotros —que es un aumento de al menos mil pesos— se ve más lejano, pero que al menos exista una señal del gobierno de que en realidad le preocupa la atención primaria. Sobre todo en este gobierno, que asumió su mandato hablando abiertamente de que la atención primaria iba a ser el eje central del sistema sanitario y que además iba a tener un financiamiento que le permitiera superar esta brecha, lo que fue un compromiso del presidente Boric con nuestra organización: que se iba a trabajar para superar esa brecha en este gobierno. Pero lejos de superarla, se ha ido aumentando”, concluyó.

