En una operación que se mantuvo en reserva total, el Gobierno del presidente Gabriel Boric accedió a la petición de Alemania de venderle 30 carros blindados de infantería Marder, una operación cuyas implicancias traspasan lo meramente comercial y se adentran en el complejo tablero geopolítico de la guerra en Ucrania.
Aunque la transacción ha sido confirmada por diversas fuentes, ni el Ejército ni el Ministerio de Defensa, han accedido a entregar información al respecto.
Los Marder, fabricados por Rheinmetall—gigante de la industria de defensa en Alemania— son vehículos blindados de combate de infantería que acompañan a los tanques Leopard en combate.
El concreto se trataría de modelo 1A3, que es el que posee el Ejército chileno y tiene capacidad de llevar hasta ocho personas en su interior: un conductor, un artillero, un comandante de carro y cinco infantes.
Según fuentes consultadas por El Mostrador, los más probable es que los Marder chilenos hayan pasado a formar parte del Ejército ucraniano, o, en su defecto, pasarían a suplir las unidades de blindados —tanto Marder como de otros tipos—que el Ejército alemán ya ha entregado.
Los Marder chilenos
La historia de estos blindados en Chile se remonta a 2009, cuando, en conjunto con la venta de 60 tanques Leopard, Alemania vendió 146 carros Marder usados a Chile a un precio muy bajo: 50 mil euros la unidad, en circunstancias que su costo estándar –en esa fecha– era del orden de los 400 mil dólares. Según informó el semanario alemán Der Spiegel, Chile pagó un total de 7,3 millones de dólares por los vehículos, cuyo valor comercial era superior a los 60 millones de dólares.
Por tal motivo, el Ejército debió llevar a cabo una serie de inversiones en la modernización y puesta a punto de las unidades, lo que fue realizado por el mismo fabricante.
Posteriormente, la institución castrense fue adquiriendo más carros Marder hasta llegar a un total de 270 unidades, según información publicada en portal Infodefensa, consignada por El Mostrador. Estos vehículos operan en los batallones de infantería blindada instalados en Arica, Pozo Almonte y Antofagasta. De hecho, en mayo de este año la ministra de Defensa, Adriana Delpiano, revisó la última modernización aplicada a los Marder en la Brigada Acorazada de Arica.
¿Venta o permuta?
Las distintas fuentes consultadas por el medio digital señaron que en principio el Ejército chileno contemplaría entregar 30 blindados Marder a Alemania, pero no sería una venta tradicional, ya que desde La Moneda estarían pidiendo a cambio acceder a material de defensa antiaérea.
Esto solicitud coincide con los recientes movimientos en la región: la adquisición por parte de Bolivia de drones iraníes Shahed (los mismos que Rusia ocupa en sus operaciones en Ucrania) y el hecho de que Argentina empezó a renovar su material de guerra aéreo, con una compra a Dinamarca de 24 aviones F-16 Fighting Falcon de segunda mano, cuyas primeras seis unidades llegarán el próximo 5 de diciembre.
En el mismo acto de presentación de los F-16, el Gobierno de Javier Milei mostrará las primeras ocho unidades de los blindados a ruedas Stryker 8×8 M1126 que compró a Estados Unidos, de un total de 209. A su vez, Perú anunció en septiembre pasado la compra de 12 aviones F-16 Block 70 en una operación por más de 3.400 millones de dólares.
Al respecto, destacan «la adquisición de parte de Bolivia de drones iraníes Shahed (los mismos que Rusia ocupa para atacar a Ucrania) y el hecho de que Argentina empezó a renovar su material de guerra aéreo, con una primera compra a Dinamarca de 24 aviones F-16 Fighting Falcon, de segunda mano».
Las críticas: «Parece vestir un santo para desvestir otro»
La decisión de desprenderse de parte del parque de Marder no está exenta de críticas. Voces especializadas observan con preocupación la operación, pues estiman que debilita las defensas terrestres en la frontera norte.
Un analista militar consultado por El Mostrador, bajo condición de reserva de su identidad, explicó que “la única forma en que un negocio de este tipo sea favorable para Chile es si aumenta sus capacidades militares, pero eso no se observa en ese caso. Parece vestir un santo para desvestir otro”.
El experto agregó que es necesario tener en cuenta que, “en cuanto a capacidades acorazadas, el tanque es la principal arma, pero forma una unidad junto con la infantería (que debe ir en vehículos blindados) y con la artillería blindada, y que Perú tiene una capacidad bélica importante instalada en el sur de su país”.
Muro de silencio por parte del Ejército y el Ministerio de Defensa
Consultado sobre la operación, el Ejército de Chile se desmarcó del tema, indicando que los “temas de compras, ventas, contratos, los hace el Ministerio de Defensa. Por lo tanto, al Ejército no le corresponde referirse al respecto”.
En el Ministerio de Defensa, la respuesta fue igualmente evasiva. Desde la cartera que dirige Adriana Delpiano indicaron que lo único que podían decir es que “lo referido a capacidades estratégicas es materia reservada”, sin precisar la cifra total de vehículos implicados, los plazos, los valores y si, efectivamente, se trata de una venta o de una permuta a cambio de tecnología antiaérea.
Mientras la operación se mantenga bajo el manto de la reserva, las dudas persistirán sobre el destino de los blindados de infantería Marder chilenos.

