En una declaración judicial que duró más de seis horas, el exdiputado Gabriel Silber Romo (DC) no solo cortó todos los puentes con sus ex socios del bufete de abogados, Mario Vargas y Eduardo Lagos –actualmente en prisión preventiva por el caso de coimas a la exministra de la Suprema, Ángela Vivanco–, sino que también reveló una serie de antecedentes hasta ahora desconocidos que revelan una trama de coordinación, presión y favores al interior del círculo investigado.
Ante la Fiscalía Regional de Los Lagos, Silber –quien está imputado, pero no formalizado en la causa de la «trama bielorrusa» donde se indaga el pago de coimas a cambio de fallos judiciales,– expuso que, tras la formalización de sus colegas, estos le enviaron un recado desde la cárcel pidiéndole que los visitara para preparar una declaración falsa que permitiera disfrazar el pago de una coima a Vivanco.
Además, confirmó que la exministra de la Suprema se coordinó con los abogados para enfrentar la investigación y que era habitual que Mario Vargas le prestara un departamento en Papudo mientras se tramitaba el litigio entre Codelco y el consorcio chileno-bielorruso Belaz Movitec (CBM).
Cabe recordar que la causa de la» trama bielorrusa», el Ministerio Público acusa que Vivanco habría recibido al menos $57 millones del CBM a través de su pareja, Gonzalo Migueles, y los abogados Eduardo Lagos y Mario Vargas .
Según la Fiscalía los pagos ilícitos se sincronizaron con resoluciones judiciales favorables al consorcio en su litigio con Codelco, llegando la cuprífera estatal a desembolsar cerca de US$20 millones como resultado de estos fallos .
Discusión en la oficina de Lagos
Según reveló un reportaje de Reportea.cl, la declaración de Silber comenzó a las 12:00 horas del miércoles 19 de noviembre. Su primera acción fue entregar su celular para su peritaje y las claves de su correo electrónico a los fiscales.
“Me siento destruido a propósito de todo lo que ha ocurrido, ya que esto ha manchado mi nombre, afecta severamente mi reputación, mi profesión como abogado y es por esto que apenas pude divisar la envergadura de esta situación, es que decidí colaborar”, afirmó, tal y como muestran las 9 paginas de la transcripción de su declaración.
El exparlamentario se refirió al momento en que tomó real dimensión del escándalo, durante una discusión en la oficina tras un reportaje de La Bot que detallaba las transferencias bancarias bajo sospecha.
“A propósito de ese reportaje se genera una discusión en la oficina de Lagos. Estábamos presentes Lagos, Vargas y yo, y recuerdo que expresamente Mario Vargas le representó duramente a Lagos la sorpresa por los cheques, pago de divisas, pagos relativos a la cuenta del banco Itaú de la sociedad. Vargas le dijo que no se iba a hacer responsable de esas transferencias, operaciones o compra de divisa. Fue en ese momento en que tomé conciencia de dónde y con quienes estaba trabajando y que me tenía que ir de esa oficina”, relató.
Sin embargo, no se fue de inmediato y declaró ante los fiscales: “Me paralicé y me asusté de que me imputaran la responsabilidad de estos hechos si me iba intempestivamente. Esperé a que la olla reventara y así ocurrió”.
Llamado desde la cárcel para coordinar declaración falsa
En su testimonio, Silber se refirió a un intento de sus ex socios, ya en prisión preventiva en el Centro Penitenciario Anexo Capitán Yaber, de coordinar una declaración falsa que permitiera disfrazar el pago de $45 millones realizado a Gonzalo Migueles, el cual según la Fiscalía fue una de las coimas que se le entregaron a Vivanco a cambio de sus fallos a favor de CBM en el caso contra Codelco.
“[…] He recibido información vía telefónica de una tercera persona (cuya identidad no reveló), traspasándome un mensaje para que concurriera hasta el Centro Penitenciario Anexo Capitán Yaber, para que visite a los Srs. Lagos, Vargas y Migueles, esto para coordinar el contenido de la declaración, en el sentido de que se pretendería utilizar este intento de negocio como fachada para justificar los $45 millones pagados al Sr. Migueles”, afirmó.
El “intento de negocio” se trataba de una idea de “recupero de vehículos asegurados” en la que supuestamente participaría Gonzalo Migueles, pareja de Vivanco.
Silber, sin embargo, señaló que este negocio “no prosperó, no pasó a ser más que una mala idea, no hubo prestaciones, no hubo movimientos de fondos, no hubo anticipos, no hubo pago alguno”. El objetivo, según su declaración, era usar esta fachada para disfrazar el pago de $45 millones a Migueles, que la Fiscalía considera una coima destinada a Vivanco.
El exparlamentario aseguró no haber acudido al llamado y no haber tenido contacto con ellos desde su detención.
En su testimonio, Silber planteó que la relación de Migueles con Vargas y Lagos era más profunda y se extendía más allá del negocio que fracasó.
“Solo conocí al señor Migueles como visitante habitual de Mario Vargas en un contexto social dentro de la oficina (…) según mi apreciación, había un vínculo de amistad entre ambos, esto por el saludo, no de trato protocolar o profesional o de abogado-cliente; se veía cierta cercanía en sus conversaciones, su vínculo era de tal familiaridad que me daba a entender que tenían un vínculo social que se extrapolaba de la oficina. Mi apreciación es que lo veía aproximadamente una vez a la semana o cada 10 días”.
«Hasta ahora en la causa nadie había declarado la existencia de una amistad entre Vargas y Migueles. Es más, cuando hace más de un año Ángela Vivanco declaró ante la Comisión de Ética de la Corte Suprema (fue indagada inicialmente por las gestiones que realizó su pareja durante la última elección del Fiscal Nacional), dijo que a Vargas prácticamente no lo conocía y que solo había compartido con él porque era amigo de Antonio Ulloa, el destituido ministro de la Corte de Santiago. Los hechos revelados después demostraron que esa versión era falsa», destacó el periodista Nicolás Sepúlveda en su reportaje para Reportea.cl.
Departamento en Papudo para Vivanco y favores a Simpertigue
Gabriel Silber también entregó dos antecedentes clave sobre presuntos favores a miembros del Pode Judicial.
En primer lugar, hizo mención a un departamento en Papudo que le habría prestado Vargas a Vivanco, mientras se tramitaba la causa del consorcio bielorruso contra Codelco.
“[…] Comenzé a levantar información en la oficina con los demás trabajadores, comentando uno de ellos que era usual que Mario Vargas le prestara su departamento en Papudo a la Sra. Vivanco, esto durante la tramitación de la causa CBM/Codelco”, afirmó.
También señaló que Lagos le facilitó un departamento para sus uso personal al hijastro de Diego Simpertigue, el ministro de la Corte Suprema que favoreció en dos ocasiones con su voto a CBM.
“Tengo conocimiento, ya que lo escuché de parte de la secretaria, doña María Pía, que durante el año 2023 aproximadamente, Eduardo Lagos quien posee un departamento en El Golf, le prestó por más de un año y medio al hijastro del Ministro Simpertigue, para su uso personal, entendiendo sin contraprestación a cambio”, sostuvo.
Agregó que la secretaria fue a recibir el departamento en representación de Lagos, y que este hecho es “coincidente con el periodo final de la causa CBM/Codelco en la que en algunas resoluciones intervino el Ministro Simpertigue”.
Sobre Simpertigue, Silber también corroboró viajes al extranjero con sus ex socios, declarando: “Escuché que ellos habían ido ambos con Simpertigue a otro viaje en el año 2022, a Italia”, y cuando se le preguntó cómo le constaba, respondió: “Porque lo escuché a Mario y Eduardo”.
Intento de pautear declaraciones y gestiones con Codelco
La declaración de Silber detalló otros dos episodios de coordinación de maniobras y operaciones.
El exparlamentario relató un almuerzo en el restaurant Due Torri, al que asistió con Vargas, Lagos y Harold Pizarro –dueño de una casa de cambios– después de que a este último le incautaran el teléfono. Según Silber, “Lagos le decía a Harold que es lo que tenía que decir, esto es, que esas operaciones las hizo con él y que el dinero se lo entregó a él y que no mencionara a terceros, recuerdo que fue majadero y reiterativo con esto último”.
También se refirió a una coordinación con Angela Vivanco en el caso de CBM contra Codelco
“He tomado conocimiento por medio de los procuradores de la oficina, quienes hacían comentarios sobre un audio WhatsApp que envió la Sra. Vivanco a Mario Vargas, a propósito de la corrección de un escrito para ser presentado en esta fiscalía de Los Lagos, a propósito de la filtración de la carpeta”, dijo en su declaración ante la fiscalía.
Silber también hizo mención a los mensajes que el exdiputado Aldo Cornejo le envió a Máximo Pacheco, presidente de Codelco, informándole del fallo adverso y ofreciendo una solución “amistosa”.
“Llamé a Aldo para requerir antecedentes sobre esta información, quien me lo confirmó y me señaló que el llamado lo efectuó a requerimiento de Eduardo Lagos”, afirmó.
Con su declaración, Gabriel Silber ha puesto sobre la mesa nuevos y graves elementos en la denominada “trama bielorrusa”, evidenciando presiones, intentos de coordinar defensas con versiones falsas y una red de favores que, según los antecedentes, se extendía hasta los despachos de la Corte Suprema.

