“Va todo en silencio”: vecinos de Cobquecura alertan por proyecto de tierras raras sin información pública

La firma NeoRe SpA, con 5.200 hectáreas de concesiones en la comuna, avanza en la búsqueda de socios estratégicos internacionales para el proyecto "La Marigen", que abarca 22.800 hectáreas en las regiones de Ñuble y Maule. La comunidad y el municipio denuncian un hermetismo total y temen un conflicto socioambiental, aludiendo al caso de Aclara en Penco.

“Va todo en silencio”: vecinos de Cobquecura alertan por proyecto de tierras raras sin información pública

Autor: Leonardo Buitrago

Una sombra de incertidumbre y desinformación se cierne sobre la comuna de Cobquecura, en la provincia de Itata, Región de Ñuble, ya que mientras la empresa penquista NeoRe SpA teje una red de alianzas financieras y estratégicas en Australia, Estados Unidos y Canadá para impulsar un ambicioso proyecto de tierras raras, los vecinos observan con creciente preocupación la absoluta falta de información pública y diálogo.

Acusan que la iniciativa bautizada como «La Marigen», que podría impactar el medio ambiente de la zona, avanza en el más estricto silencio.

La expansión silenciosa de NeoRe SpA

El escenario se construye pieza a pieza, lejos de los ojos de la comunidad. NeoRe SpA, sociedad fundada en Concepción en marzo de 2020 por el ingeniero civil metalúrgico Arturo Albornoz Wegertseder –con experiencia en el polémico proyecto que impulsa la canadiense Aclara (ex BioLantánidos) en Penco–, ha ido consolidando una posición dominante en la franja costera de Ñuble y Maule.

Un hito clave se registró en octubre de 2025, cuando el Juzgado de Letras de Quirihue remató 68 concesiones mineras que pertenecían a Aclara (Ree Uno SpA) en Ñuble, debido al impago de derechos. NeoRe SpA fue el único postor, adjudicándose cinco concesiones (Elena 14, 15, 17, 18 y 19) al este de Buchupureo, que suman 4.250 hectáreas, reportó el portal La Discusión.cl.

Estas se añaden a las concesiones que la misma empresa ya había constituido en Cobquecura (denominadas «Lourdes») entre 2020 y 2024, y a múltiples solicitudes en trámite en Curepto, Constitución, Empedrado y Chanco, en la Región del Maule. En total, el proyecto «La Marigen» abarca aproximadamente 22.800 hectáreas bajo la modalidad de exploración de Elementos de Tierras Raras (REE) en Arcillas de Adsorción Iónica (IAC).

Asimismo, involucra comunas como Cobquecura, Chanco, Constitución, Curepto y Empedrado, con concesiones y solicitudes mineras denominadas Lourdes, Rosita, Nicole, Oba y Eliana.

Búsqueda de capital global

La estrategia de NeoRe para materializar «La Marigen» pasa por atraer capital extranjero. La constructora penquista Madesal adquirió el 50% de la propiedad en julio de 2021. Desde entonces, la firma ha anunciado una seguidilla de acuerdos internacionales.

En julio de 2024, la australiana Pearl Gull Iron Ltd. informó acuerdos con NeoRe. En marzo de 2025, fue el turno de la estadounidense Royalty Management Holding Corp., que anunció una alianza estratégica. El movimiento más reciente se produjo el pasado 12 de noviembre, cuando la firma canadiense Chilean Cobalt Corp. firmó una carta de intención no vinculante para realizar una due diligence (investigación y auditoría exclusiva) y negociar una opción de adquirir hasta el 100% del depósito de 4.250 hectáreas, consignó el citado medio.

Para financiar sus operaciones en Chile, Chilean Cobalt anunció el 3 de diciembre el cierre de una colocación privada que incluyó a Glencore Plc y a Madesal SpA.

Preocupación ciudadana en Cobquecura: «Hasta ahora va todo en silencio»

Frente a este despliegue corporativo en los mercados globales, en Cobquecura reina la desinformación. Emilio Placencia, topógrafo y vecino del sector San José, ha estado investigando los movimientos de la empresa y alertando a la comunidad.

«Yo he estado investigando, pero hasta ahora no hemos conocido una declaración pública de la empresa sobre este proyecto ni se ha producido algún acercamiento con el municipio o con las comunidades afectadas», criticó Placencia, quien acusó una «falta de información y de transparencia por parte de NeoRe».

«Existe una desinformación grande del tema de las tierras raras y hay concesiones de exploración de empresas de tierras raras en Cobquecura y hay evidencia de que están haciendo movimientos en cuanto al levantamiento de capital en el extranjero, tanto en Australia como en Estados Unidos y ahora en Canadá», detalló.

De acuerdo con Placencia, para ejecutarse, el proyecto deberá someterse a evaluación ambiental en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), donde se garantice la participación ciudadana.

«Es una minería supersilenciosa, es modular, de afuera ni se ve, ni se nota. Entonces, es muy complejo el tema, porque los conflictos surgen de manera tardía. Por ello, lo ideal es poder desde antes iniciar la participación ciudadana, para que haya un buen desenvolvimiento de estos proyectos, porque hasta ahora va todo en silencio, nadie sabe nada», advirtió.

Los temores ambientales son concretos: contaminación de suelos y agua, extracción intensiva de un recurso hídrico ya escaso en la zona, y el impacto sobre el turismo, principal actividad económica local, dada la proximidad a Buchupureo.

«Podría haber afectaciones ambientales que desconocemos, pero que vemos que sí hay en otras comunidades, como Penco, donde se están resistiendo al proyecto, ellos están con un conflicto socioambiental respecto al proyecto y nosotros tememos que ese mismo tipo de conflicto se repita acá en Cobquecura», sentenció Placencia.

La postura municipal: un rotundo rechazo

La alcaldía de Cobquecura comparte la preocupación por la opacidad y se declara abiertamente contraria a cualquier proyecto minero en su territorio.

«No existe información oficial en torno a faenas de exploración minera en la comuna (…) nos hemos enterado de que en los lugares que se buscarían instalar parques eólicos existen concesiones mineras otorgadas por el estado en un área importante de nuestra comuna», declaró. Y añadió: «No existe conocimiento formal de estas concesiones o empresas que quieran desarrollar estos proyectos en nuestra comuna. Ni tampoco han solicitado reunión a través de la Ley del Lobby para tener mayores antecedentes, situación que nos preocupa como administración debido a que estas empresas realizan todo de manera muy hermética», acusó el alcalde Jorge Romero Villalobos

Consultado sobre los impactos, el jefe comunal planteó que la iniciativa «no genera ningún beneficio para nuestra comuna».

«El desarrollo de Cobquecura está dado por una proyección vinculada al turismo con un fuerte arraigo en lo social y cultural. La protección de nuestro territorio es fundamental (…) No existen beneficios asociados a la industria minera, todo lo contrario, estos proyectos generan contaminación en nuestro medio ambiente, también una intensiva extracción de nuestros recursos naturales, como recurso hídrico, erosión y uso de suelo, deforestación», apuntó en declaraciones a La Discusión.cl.

«El tema de proyectos mineros en la comuna de Cobquecura está empezando a sonar y nos preocupa. Lamentablemente, no existe información oficial del gobierno como tampoco de las empresas (…) nuestros vecinos y nosotros, como autoridades, no queremos este tipo de proyectos en nuestra comuna», cerró el edil.

Visión de la autoridad minera

Desde la Seremi de Minería de la región del Biobío, que también incluye a Ñuble, se entregó una perspectiva diferente, enfocada en el potencial estratégico. El seremi Dusan Marinovic Millán señaló que proyectos como este, «aun cuando se trata de una iniciativa que está en una fase muy preliminar de desarrollo», demuestran que «Chile es un socio confiable para la minería del futuro».

La autoridad destacó las diferencias técnicas: «Los proyectos de tierras raras, en cuanto a su extracción y remediación de suelos, son bastante distintos de los proyectos mineros tradicionales, lo que se complementa con la posibilidad de incorporar a las comunidades y entregar proyectos alineados con la normativa ambiental vigente».

Marinovic se refirió a la Estrategia Nacional de Minerales Críticos, donde las tierras raras «aparecen como un elemento importante dentro del potencial que tiene Chile».

Sobre las áreas de Maule, Ñuble y Biobío, señaló que esperan por el surgimiento de «iniciativas en condiciones de sustentabilidad. De esta manera, aspiramos a consolidar una minería ágil, con tiempos de tramitación de permisos que sean razonables, que resguarden los bienes jurídicos a proteger y que también hagan atractiva la inversión», consignó el medio digital citado.

Un proyecto de tierras raras en disputa

Mientras NeoRe SpA y sus socios internacionales apuestan por el valor estratégico de las tierras raras –cruciales para imanes de vehículos eléctricos y turbinas eólicas en Cobquecura crece la alarma por un modelo de desarrollo que consideran ajeno y amenazante. El fantasma del conflicto de Penco, donde el proyecto Aclara ha enfrentado una férrea oposición ciudadana y una compleja evaluación ambiental, planea sobre la costa de Ñuble.

La disyuntiva está planteada: por un lado, la promesa de una «minería del futuro» y sustentable para un recurso crítico global; por otro, la defensa de un territorio que vive del turismo y teme por su agua, su suelo y su identidad. Y en el centro, una comunidad que, por ahora, solo escucha silencio, ante el temor de que «La Marigen» se convierta en la reedición de un conflicto que la zona no desea vivir.


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano