Veo al periodismo ciudadano y las comunicaciones,  justamente como un arte y un oficio,  más que como profesión.
Entiéndase profesión simplemente,  como el aprendizaje humano en diferentes etapas de su vida para insertarse en un modelo en el que si aprende nuevas habilidades será sólo para ser más profesional, es decir  un ente más ad-hoc  a la sistémica imperante.
Quien se cree y ufana de profesional queridos(as), no es más que el burro con certificado legal cegado por el ego, quien continuará su perfeccionamiento por  etapas educacionales   prediseñadas, para así obtener nuevos  certificados y por tanto mayor valoración social en su comunidad, pues la acumulación de conocimiento  que nunca se comparte  y queda  guardada en un laboratorio, queda para los capitalistas y  por su puesto para un buen y educado bibliotecario.
Por elección,  prefiero el oficio y el arte, la creación y la acción directa, la escritura por sobre la lectura y el apuntar bien con la tinta más que con el acero. Anarquista verde y libertario, propiciador de la voluntad popular  por sobre la del Rey , alguien que sin creer en el Dios relatado ni la Ley escrita,   le parece adecuado  hacer  referencia a la palabra ZEUS , TEHOS que  luego fuera DEUS para más tarde ser Dios como hombre  o mujer como el ser experto,  en el manejo  las comunicaciones, un ente que  entendiendo muy bien al concepto de comunicación como el arte de poner en común, se convirtió en  referente divino  para lo pagano, lo humano,  mediante la astucia del hacer conocer su mensaje, el que fue llevado  segmentándose,  cada vez más,  al   mundo sobre todo de occidente, mensaje  que fue llevado por los hombres y mujeres que hicieron  su labor con la obra, obra trazada por un pueblo que con el pasar de los años y la evolución de la historia, tomó para sí el manejo de las herramientas y canales de comunicación que le permitiesen expandir su imperio y así  fue desde el aborigen, el inicio del origen, hasta nuestros tiempos,  en que la burbuja internet ha reventado.
Hoy se  escribe  una nueva historia  y  quiero referirme al surgimiento del periodismo ciudadano – no al que faranduliza  como fenómeno la tv- sino a la  expresión de la sociedad civil que en realidad no es civil en sentido de la palabra romana, pues   el  «neogreco» lo que hace es expresar su propio sentido de civilidad, de ciudadanía,  de un modo autónomo.
Con la apropiación del humano  del uso de nuevas tecnologías, alcanzamos  la posibilidad de la “emancipación narrativa”, concepto definido por  el autor Argentino Alejandro Piscitelli, como la posibilidad de escribir la historia y relatar los hechos cotidianos de forma independiente. Nuestras noticias, nuestros relatos desde lo local hacia lo global,  el acto de narrar de una manera personal y con un sentido de responsabilidad social que hoy los mass media  han perdido y que  tratan de recuperar  con acciones forzadas.
En  el avance de los medios y herramientas de comunicación,   existe un problema con la aparición de las nuevas tecnologías para la comunicación social, como hace ver el autor Armand Mattelart,  y es que los nuevos inventos,  por su impacto social,  generalmente caen rápidamente las manos menos indicadas.  Ha sucedido  con el telégrafo y con el teléfono, que terminaron  al servicio de la guerra, y  con la televisión que  por ejemplo según  escribe la historia de Chile, según un mandato supremo, debía ser manejadas en concordancia por el Estado y las Universidades,  sin caer en manos de privados  ni  inversiones extranjeras,  como cuenta el connotado periodista, director de la sofocada revista Análisis, Juan Pablo Cárdenas.
Es por esto que Internet y el periodismo ciudadano tienen un tiempo para dar el vuelco y no caer en el juego histórico del capital y la guerra. Es por ello que quienes cultivan este arte deben mantener la autonomía de su ejercicio y apuntar a ser motivadores sociales trascendiendo el ejercicio clásico de simplemente informar. Periodistas, reporteros que no acepten edición de sus contenidos generados, cantores comprometidos con el periodismo ciudadano cuyo amanecer deja en claro el fracaso de los mass media por entregar a sus audiencias contenidos con componente social, quienes con una visión mercado céntrica han priorizaron la noticia que vende, sin importar los costos que ello genere en la educación de la audiencias.
Sin  poder abordar en un exordio  todas las aristas, veo que  el periodismo ciudadano  tiene un desafío  con  generar  herramientas comunicacionalmente autónomas, soportes capaces de llevar a la luz pública hechos, investigaciones y perspectivas que son importantes de poner en común mediante el relato.
La valoración del periodismo ciudadano como acto obrero, capaz  y laborioso. Organizado para plantear las problemáticas de los pueblos y elevarlos a sí a espacios de toma de decisiones mediante el ejercicio pleno de la comunicación, la construcción del ideal anárquico por medio de la cultura del respeto, sin que signifique obediencia,  el desarrollo de  organización libertaria por medio de acciones  de deseducación y  contrainformación revolucionaria puestas en valor mediante el arte de la comunicación.
El presente debate colegas ,debe poner énfasis en el uso de la nuevas tecnología como espacio para la emancipación narrativa, entendiendo a la técnica como la trinchera libertaria y al papel, el teatro, la radio, el muralismo, la TV e internet como el soporte. El liberar el acceso a la información y poner en común este tipo de debates: el desafío de nuestro oficio ciudadano.
Bruno Sommer Catalán
Dejo las siguientes preguntas para la reflexión y el diálogo del ágora:
¿Estarán los grandes medios de comunicación dispuestos a dar espacio al periodismo ciudadano cuando este no coincida con su línea editorial?
¿Es el simple acto de grabar con una cámara de celular un hecho noticioso un acto de periodismo ciudadano ?
¿Cuánto dinero comienzan a ahorrar las grandes cadenas con reporteros gratuitos esparcidos por el territorio?
¿Es el Periodismo ciudadano otra válvula de escape a posibles estallidos sociales producto del descontento popular?
¿Debemos dar entonces una discusión política en torno al ejercicio del periodismo ciudadano?
¿Cuenta el periodismo ciudadano en Chile con plataformas ad hoc para poner en común sus contenidos?
¿Trascenderá el periodismo ciudadano el reporte sencillo y avanzará hacia un periodismo ciudadano que desarrolle investigación periodística?

