SQM el becerro de oro

Las últimas revelaciones sobre financiamiento ilegal de la política demuestran que la elite, sin diferencias de credos o colores, seguía al mismo Dios. La empresa SQM montó un verdadero gobierno paralelo. Este poder en las sombras controló por años la toma de decisiones, priorización de la agenda política y la generación de un manto de protección que le permitió, a la principal minera no metálica del país, enriquecerse sin control ni fiscalización.

SQM es sinónimo de corrupción, tráfico de influencias, delitos tributarios, ambientales y violación de los derechos laborales. También es, la imagen más sórdida de las malas prácticas de nuestra elite. Lamentablemente todos tenían su precio. Conservadores, liberales, derechistas e izquierdistas y hasta el hijo de un ejecutado político, desfilaron pasando el sombrero, para sí mismos o para sus cercanos para pedir dinero a cambio de lealtad política.

Lo que parte mal termina peor.

Dice la leyenda urbana que Julio Ponce Lerou compró SQM utilizando fondos fiscales de la CORFO, aprovechando su rol como Vicepresidente del organismo durante la época en que su suegro, el Dictador Augusto Pinochet, gobernaba Chile. El precio que pagó fue de un peso la hectárea. Para llevar a cabo una privatización fraudulenta. Nadie pensaría en esa época que Ponce construiría un verdadero imperio a partir de aquello.

No hay mal que por bien no venga. Los ciudadanos son la esperanza para salir de esta crisis de confianza, los políticos “profesionales” deberían escuchar más, educar la humildad y en algunos casos, renunciar o retirarse. Es demasiado el abuso, la mentira y el doble estándar, en un país tan injusto como el nuestro, estas prácticas son realmente criminales. No basta con conocer la verdad y que la justicia actúe, toda esta situación nos motiva a plantear una solución de raíz. SQM era una empresa pública que fue robada al Estado, lo que generó un daño económico y social al país. Fue usada para financiar las malas prácticas de la política y corrompió a las estructuras de poder.

SQM debe ser recuperada, sus millonarias ganancias pueden servir para financiar la educación, la salud o mejorar la seguridad ciudadana. SQM genera ganancias trimestrales por sobre los 70 millones de dólares. En los mejores años puede recaudar hasta 500 millones de dólares. Ese dinero que hoy es usado para el enriquecimiento de una elite y la compra de influencias políticas puede tener un fin más altruista.

Además será una buena prueba de la blancura para que sepamos quienes seguirán traicionando a la patria al proteger a estos criminales y quienes por alguna vez se pondrán de parte del bien común.

Para recuperar SQM y transformarla en una empresa estatal o mixta de propiedad estatal no se necesita nada más que voluntad política