8 preocupaciones comunes por las que no vale la pena estresarse

¿Conoces el dicho, “preocuparse es como sentarse en una silla mecedora

8 preocupaciones comunes por las que no vale la pena estresarse

Autor: CVN
CVN

¿Conoces el dicho, “preocuparse es como sentarse en una silla mecedora. Te dará algo que hacer, pero no te lleva a ninguna parte”?

8 Preocupaciones Comunes por las que no Vale la Pena Estresarse

Bueno, es verdad: Preocuparse es un gasto completamente inútil de energía, poder e imaginación. Todos tenemos miedos y pensamientos tipo “que pasaría”, un diálogo mental incesante acerca de qué podría salir mal en el futuro. Esos pensamientos no hacen más que paralizarnos.

La buena noticia: Las cosas por las que nos preocupamos, incluso si deveras ocurren, no estarían ni cerca de ser tan terribles como pensamos. Como escribe  el investigador de psicología Shawn Achor en su libro The Happiness Advantage (La ventaja de la felicidad), “Las adversidades, no importa cuáles sean, simplemente no nos pegan tan duro como pensamos que nos pegarán. Nuestro miedo a las consecuencias siempre es peor que las consecuencias en sí”.


Aquí te dejamos 8 preocupaciones comunes por las que no vale la pena estresarse:

1. “No me puedo tomar vacaciones.”

vacacionesSi nos tomamos dos semanas libres para descansar o para viajar, muchas personas piensan: ¡Catastrófico! ¡Desastre! Pero esas pensamientos son tan lejanos a lo que sucede en la realidad. Hace poco conocí a una persona que estaba tan orgulloso del hecho de que nunca se toma un tiempo libre del trabajo (lo siento, pero el único que pierde al no tomar sus días de vacaciones eres tú). Yo le estaba contando acerca de unas vacaciones que estaba planificando y él me dijo “jamás podría tomar tanto tiempo fuera del trabajo”. Le pregunté porqué. No tenía ninguna razón de peso. ¿A qué le tememos realmente? La verdad es que si nunca más te presentaras a la oficina todo seguiría funcionando, obviamente te extrañaría, pero sin duda saldría adelante. Tomarse un descanso está bien. De hecho, está mejor que bien: Te renueva y te permite trabajar mejor a la vuelta. Incluso los gerentes más importantes y el presidente de tu país se toma vacaciones. No dejes que este año pase sin que te tomes un tiempo para descansar.

2. “No puedo hablar en público.”

Hablar para una audiencia es algo que muchas personas temen y evitan.Pero la habilidad de hablar confiadamente frente a un grupo es algo que se ensaya y aprende y puede ser de mucho beneficio para tu vida.

No tienes que ser perfecto, pero seguro irás mejorando en la medida que practiques. Apúntate a una clase, mira los videos TED talks, has un video e ti mismo y practica y no olvides consumir todos los consejos increíbles que hay online. La mayoría de las personas se ven gratamente sorprendidas al descubrir que son mejores para hablar en público de lo que pensaban.

3. “Mi trabajo soñado es demasiado difícil de perseguir.”

largeA veces pareciera ser más fácil evitar luchar por lo que tu corazón realmente quiere que tomar el riesgo de perseguirlo y decepcionarse. Pero el verdadero fracaso es nunca intentar luchar por tus aspiraciones. Además, los sueños nunca desaparecen, por más que los intentes silenciar (o desechar) con éxitos alternativos. Perseguir tu verdadera pasión, al menos en algún nivel, es una obligación que tienes hacia ti mismo. Recuerda que las personas siempre se arrepienten más de lo que no hicieron, no de lo que hicieron.

4. “Si conocieran mi verdadero ‘yo’ ya no me querrían”

Este es un miedo central de los seres humanos: la preocupación de que si las personas conocieran tu verdadero ‘yo’ no te aceptarían. El año pasado le hice coaching a una mujer con sobrepeso que no quería perder peso porque sentía que éste justificaba su soltería. El peso funcionaba como un escudo. Quizás tu tengas un escudo similar u otro con otra forma. El miedo de que somos de alguna manera “no queribles” es lo que nos impide experimentar la verdadera intimidad. Nos preocupa de que si alguien se acerca demasiado, el “verdadero yo” será revelado y consecuentemente rechazado. Reconocer este miedo, enfrentarlo y cultivar el amor propio es lo mejor que puedes hacer para vencerlo.

5. “Las personas me juzgarán si…”

juzgaron…Termino mi relación…dejo mi trabajo…decido no tener hijos…digo todo lo que pienso.

Estas son las buenas (y malas) noticias. A un tercio de las personas les caerás bien, a otro tercio les caerás mal y al último tercio realmente no le importarás. Esto se aplica a tu trabajo, tus opiniones, todo. Mi consejo: ¡Enfócate en el tercio que importa! La verdad es que hagas lo que hagas nunca podrás complacer a todo el mundo. Así que mantente real contigo mismo. Es tu vida.Lo que piensan las personas acerca de ti no es asunto tuyo. Por otra parte, las demás personas juzgan mucho menos de lo que piensas, tras bambalinasmuchos experimentamos las mismas luchas.

6. “Mi éxito alejará a mis amigos.”

Recibir un ascenso, comprar un departamento fabuloso o recibir un bono son situaciones que a algunas personas les preocupa de que sean percibidas por otras como algo amenazante o arrogante y que se alejen de ellos. Si te preocupa hacer sentir a otros inadecuadamente, no te preocupes. Cuando vives tu verdad y sigues tus sueños, iluminas el camino para otros. Los puedes inspirar. No gastes ni un segundo de tu tiempo preocupándote de que tu familia o amigos puedan sentir envidia de ti, si lo hacen no están esperando lo mejor para ti. Aquellos que te quieren te animarán, así como tú lo haces para ellos. Si te mantienes auténtico, respetuoso y humilde la gente verdaderamente importante no se alejará.

7. “No puedo dejar esta relación.”

pareja1Mantenerse en un relación poco satisfactoria por demasiado tiempo es lo que realmente debería ser la preocupación en este caso. No te estás invirtiendo bien si estás en una relación que no te satisface.  La verdad de las cosas es quedebes ser honesto contigo mismo y con tu pareja, si no ves que la relación contribuya a la vida de ambos, entonces lo mejor es darse la oportunidad de vivir una vida donde las relaciones sí sean nutritivas. Las personas superan y se adaptan a todo, tu no serás la excepción. Lo entiendo, el cambio puede ser difícil, especialmente cuando dejamos algo que se siente muy cómodo. Esto levanta nuestras preocupaciones más exageradas. Pero ¿qué sucedería si tuvieras la valentía de hacer lo que tu corazón te dice secretamente?¿Seguirías vivo? Apuesto a que la respuesta es sí. Además, después de un tiempo te sentirás más libre, más liviano y más feliz.

8. “No estoy listo para dar el próximo paso”

El éxito, sea como sea que lo definas, trae responsabilidad. Convertirse en padre, en administrador, en emprendedor, en dueño de algo importante – sea cual sea el “próximo paso”- requerirá de trabajo duro, confianza en uno mismo y fortaleza. Nuestra cautela habla bien de nosotros porque prueba que dar el próximo paso nos importa lo suficiente para empezar a prepararnos. Pero la verdad es que nunca se puede estar verdaderamente preparado para todas las experiencias de la vida hasta que llegan. Casi nadie se siente listo para experimentar algo nuevo (acuérdate de tu primer beso, cuando entraste a la universidad, te fuiste a vivir solo, comenzaste tu primer trabajo, etc.). Pero igual son cosas que hacemos. Sentimos incomodidad pero igual seguimos hacia adelante y como resultado nos sentimos preparados. Los desafíos nuevos nos demuestran nuestra capacidad para crecer.

En resumen:

8 Preocupaciones Comunes por las que no Vale la Pena EstresarseEn los momentos en los que te encuentres realmente preocupado por algorecuerda las ocasiones en las que lo pasaste horrible, quizás te despidieron, quizás sucedió algo desafortunado, te dejó tu pareja o te criticaron duramente. ¿Qué pasó? Sobreviviste y las cosas terminaron encontrando un nuevo equilibrio. Deja que tus experiencias informen a tus miedos actuales. Eres más fuerte de lo que piensas. Las cosas que te quitaron el sueño probablemente no fueron ni la mitad de malas de lo que esperabas.

Preocuparse no previene nada en absoluto – simplemente nos priva de la tranquilidad y alegría del día a día. Usa tu imaginación sabiamente y enfócate en las cosas que merecen atención.

Recuerda siempre este proverbio japonés:

“Si una cosa tiene solución ¡para que preocuparse! Y si no tiene ya solución ¡para que preocuparse!”

Via: Greatist

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