“Ropa interior para hombres perfectos”. Es el slogan que acompaña una foto de la última campaña de una marca noruega de ropa para hombre. En esta foto, se muestran varios tipos de hombre de diversas edades y complexiones físicas, y un claim: “en Dressmann creemos que todo el mundo es perfecto tal y como es”.

Lo habíamos visto un millón de veces en mujeres: campañas para ellas que alaban a las “mujeres reales”, pero pocos se habían detenido a pensar que los hombres también sienten el látigo de la perfección, la presión de seguir los cánones de belleza (porque para ellos, también los hay). Y es que, según datos que maneja esta empresa, “el 80% de los hombres están insatisfechos con su cuerpo”. Lo saben por una encuesta realizada entre más de 2.000 hombres, que ha dado como conclusión que a los hombres les preocupa no ser lo suficientemente musculosos o tener sobrepeso. “Por décadas la gente ha estado subyugada a ideales de cuerpo distorsionados, ideales donde alguien ha decidido qué es bello y qué no, qué es normal, y qué no. Queremos tomar responsabilidad en esto. Queremos comenzar a cambiar esto”, comenta la empresa a modo de manifiesto de su campaña, aunque reconoce que “no podemos cambiar el mundo en un solo día”.
Gracias a esta campaña, la marca de ropa se ha hecho mucho más conocida y ha aumentado su reputación. Y esto, cómo no, se ha traducido en más ventas: según Dressman, han vendido un 30% más. Eso sí, parece que los hombres reales sólo se quedan en su “underwear”, porque a la hora de vender camisas, los modelos convencionales siguen siendo su imagen.
