No existen. Han decidido muchas veces ocultarse, vivir en silencio la pesadilla, guardar el secreto. Los propios médicos participan de la violencia. Los padres no saben qué hacer o van buscando «normalidad». Ellos y ellas se sienten violados y violadas. Dejan de ser adolescentes saludables para ser adultos traumatizados con recuerdos de intervenciones que fracasaron, y tratamientos dolorosos.La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advierte en su amplio informe sobre la población LGBT, las violaciones de derechos humanos que sufren las personas intersex debido a que sus cuerpos difieren del estándar corporal «femenino» y «masculino».
¿Qué es intersex?
Todas aquellas situaciones en las que la anatomía sexual del individuo no se ajusta físicamente a los estándares culturalmente definidos para el cuerpo femenino o masculino.
Niñas y niños intersex en el mundo entero son sometidos a intervenciones, incluyendo cirugías para modificar la apariencia de sus genitales. Estos tratamientos no son necesarios y muchas veces se hacen sin el conocimiento y consentimiento de los padres y madres. En otras circunstancias, la familia busca la «normalización» y toma medidas irremediables en la total desinformación.
«Las cirugías y otras intervenciones que no son necesarias para preservar la vida o la salud no deben ser realizadas jamás sin el consentimiento libre e informado de la persona intersex a ser intervenida», indica el informe, donde se señala que los tratamientos médicos de carácter invasivo e irreversible pueden constituir tortura y malos tratos, si se aplican o administran sin el consentimiento libre e informado del paciente.
Muhad Ismael no sobrevivió
Ya sea por desconocimiento o porque lo consideran un tema «poco importante», la prensa ha optado casi siempre por el silencio informativo. Hay excepciones, como la lista Rainbow 2015 que publica el diario británico The Independent, donde elige a 101 personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales de Gran Bretaña. En esta ocasión, tres activistas intersex ocupan dos de los cinco primeros lugares.
Son pocas las historias que se conocen. Un caso reciente es el de Muhad Ismael, quien murió desangrado el 21 de diciembre después de varios días de agonía en un hospital de Kenia. Los médicos lo abandonaron a su suerte porque sus familiares no parecían dispuestos a pagar los 260 dólares para atenderlo. La desgracia de este chico de 17 años fue reportada por el sitio LGBT 76crimes.com
Al nacer lo llamaron Muhadh Hafswa Said, un nombre de mujer, pero él decidió un nombre masculino basado en su propia identidad. De acuerdo con las entrevistas en el hospital que ofreció antes de su muerte, la familia nunca aceptó su elección de género. Fue llamado una «maldición» de la familia y vivía encerrado. Sus padres murieron en 2014. Y un tío quedó a cargo de su custodia.
Hace solo unos días, fue atacado por unos hombres. Lo dejaron tendido en un charco de sangre. Le habían cortado el pene. Su cuerpo no fue aceptado por su familia para su entierro y sus amigos tuvieron que buscar fondos para un funeral apropiado.
LO QUE SUFREN
- Cirugías irreversibles de asignación de sexo e intentos de «normalizar» los genitales.
- Mutilaciones genitales infantiles.
- Cirugías cosméticas.
- Múltiples intervenciones invasivas.
- Dilatación vaginal: se hace a través de la introducción forzosa y reiterada de un objeto en la vagina, una práctica que ha sido descrita como «extremadamente dolorosa, altamente traumática y comparable al abuso sexual, en cuanto a la experiencia del paciente».
- Esterilizaciones involuntarias.
- Exámenes genitales excesivos, fotografía y exámenes repetitivo.
- Falta de acceso a historias clínicas.
- Experimentación.
- Retardos en el registro de nacimiento.
- Negativas en servicio de salud.
- Falta de consentimiento informado.
Los Estados deben tomar medidas
El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Argentina, por ejemplo, decidió en 2013 que las personas intersex tienen derecho a la integridad física y a la autodeterminación de su propio cuerpo, y que todos los protocolos médicos deben garantizar el derecho al consentimiento libre, previo e informado.
El informe de la CIDH concluye que las intervenciones constituyen una práctica estándar en los países de América y que el acceso a la justicia para las personas intersex y sus familias es limitado. «La CIDH recomienda que los Estados Miembros de la OEA realicen las modificaciones necesarias a su legislación y políticas con miras a prohibir los procedimientos médicos innecesarios en niños y niñas intersex, cuando sean realizados sin su consentimiento libre e informado, excepto en casos de riesgo médico o necesidad. Las cirugías y otras intervenciones médicas que no son necesarias según criterios médicos deben ser postergadas hasta que las personas intersex puedan decidir por sí mismas», señala el informe.