Nuevamente los medios publican fotos de conocidas mujeres haciendo hincapié en el cuerpo increíblemente perfecto que lucen al poco tiempo de dar a luz, fomentando la presión social y mediática sobre las mujeres, el sexismo y los cánones de belleza impuestos, pudiendo incluso acabar desencadenando peligrosos problemas de salud física y mental. Está claro que hay mujeres que tienen la inmensa suerte de tener un cuerpo que no se resiente apenas tras los embarazos, pero que los medios contribuyan a encumbrarlas como mujeres 10 hace un flaco favor a la población femenina.
Luego de que la pasada semana fuera la modelo Dominique Gallego, la última en ser rescatada por los medios como mujer increíble por tener el privilegio de lucir un fabuloso cuerpo a solo una semana de dar a luz ha sido Tiffany Magrini, esposa del bailarín Iván Cabrera, cuyo hijo nació el pasado 4 de Enero.
Un método peligroso
Pero, ¿es realmente posible conseguirlo sin métodos artificiales como el bisturí?. Lo cierto es que las privilegiadas con una genética prodigiosa que les permite volver a su figura ideal tras el parto son las menos. En este caso en concreto, desde el portal Página7 consignan que el secreto de Magrini para lucir así sería una faja denomina waist trainer, de la firma Bouti Chic, ocupada por celebridades como las Kardashian para «tener un cintura de avispa».
No obstante, los peligros de este método han sido ampliamente corroborados por especialistas médicos. La doctora Caroline Cerdequist, autora de The MD Factor y cofundadora de BistroMD, explicó al medio SiempreMujer algunos de los riesgos que genera su uso, promocionado por un gran número de famosas a través de las redes sociales bajo el hashtag #WaistTraining.
La especialista explicó que los corsés pueden dañar el funcionamiento de los órganos internos, incluyendo los pulmones, los riñones, el hígado o el bazo. Asimismo, señaló que su uso provoca el debilitamiento de los músculos de la espalda y torso, ya que se vuelven dependientes del corsé para apoyo.