Un pequeño niño llegó a pesar 3 kilos y medio a causa de su desnutrición y abandono, pero fue adoptado y su cambio es increíble

Ryan Morse es un niño de Bulgaria que fue abandonado cuando apenas era un bebé. Vivió en un orfanato durante 7 años, sin embargo, este lugar tampoco se preocupaba de él.

El pequeño tenía claros síntomas de desnutrición, llegando a pesar 3 kilos y medio. A causa de la desnutrición, Ryan se llenó de vello y sus músculos resultaron notoriamente atrofiados.

Afortunadamente, su suerte cambió: una familia decidió adoptarlo y entregarle todo el amor que no había recibido en años.

En el 2015, el pequeño Ryan ya tenía un nuevo hogar en Tennessee, Estados Unidos junto a una familia que hacía todo lo posible por verlo bien, a pesar del mal pronóstico que presentaba el niño por sus claros síntomas de desnutrición y abandono.

«Todas las partes  de su cuerpo eran diminutas y tan frágiles como si fueran a romperse», cuenta Priscilla, la madre adoptiva de Ryan.

Después de un año de tratamiento, el pequeño logró ganar 7 kilos, lo que para los médicos era un gran logro, ya que, según cuentan, nunca habían visto un caso de desnutrición como ese.

Además de la desnutrición, Ryan sufría el síndrome de realimentación, esto significa que su cuerpo no podía ingerir los alimentos y que se alimentaba de aire, lo que aprendió a hacer para no morir de hambre durante sus años abandonado. Es por esta razón que no murió, ya que tragando aire, hacía que su cuerpo se sintiera «satisfecho».

Para hacer que gane más peso, sustituyeron la sonda de alimentación por un tubo, lo que ayudó a lograr mejores resultados.

Después de todos los esfuerzos por devolverle la calidad de vida a Ryan, finalmente el pequeño empezó a sonreír, a hacer sonidos y diferentes movimientos. Además, luego de un tiempo ya no necesitó más del tubo para ser alimentado, lo que tiene a sus padres muy contentos.

De todos los niños que había en el orfanato, Ryan era el que peor lucía. Quizás por eso sus padres lo eligieron a él: para darle una segunda oportunidad.

Ryan todavía está en observaciones y se espera que pronto los especialistas den un resultado final para poder dar un mejor tratamiento al pequeño. Se cree que tiene enanismo y parálisis cerebral.

A pesar de las dificultades, la familia que adoptó al pequeño es numerosa. Ryan tiene hermanos y una familia que lo acepta y lo ama tal como es.

El pequeño Ryan corrió la suerte que no muchos niños abandonados tienen: ser amado por una familia.

La adopción en algunos países es realmente difícil, ya sea por las trabas que ponen los mismos orfanatos para dar a estos pequeños en adopción o simplemente porque no hay cultura de adopción. Muchos niños esperan tener la oportunidad de encontrar una familia que les entregue amor.

Además, los centros que tienen a estos niños muchas veces no dan las condiciones adecuadas para que se desarrollen, por lo que las políticas públicas deberían mejorar en ese sentido.