Las personas de la ciudad de Nueva York no han dejado de protestar desde que el nuevo Presidente Donald Trump decretó el polémico “veto musulmán” el pasado viernes. Y su esposa Melania, quién decidió quedarse en la ciudad hasta que su hijo Barron termine el colegio, se encuentra precisamente en el ojo del huracán.
Nueva York se ha convertido en un constante tumulto de personas marchando, gritando y sosteniendo pancartas en contra del “veto musulmán”, el cual ha detenido a las personas que ingresan al país desde nueves países de mayoría musulmana, donde incluso aquellos que originalmente contaban con tarjeta verde han sido frenados en los aeropuertos.
Ante el polémico decreto, cientos de personas se reunieron afuera del aeropuerto JFK gritando “Déjenlos entrar” y “Así es como se ve la democracia”.
Otros miles de personas se reunieron en el Battery Park de la ciudad gritando solo cuatro palabras: “¡No ban! ¡No Wall!” (¡No al veto! ¡No a la muralla!)
No Ban! No Wall! @ Battery Park, NYC. #NoBanNoWall #MuslimBan pic.twitter.com/g5CARwgOUN
— Jamil Dakwar (@jdakwar) 29 de enero de 2017
Es por esto que la gente se sorprendió cuando se vio a Melania y a su hijo Barron trasladándose desde Midtown al Upper East Side para hacer diligencias. La esposa del nuevo presidente iba vestida con un sencillo pero elegante abrigo blanco hasta las rodillas y unos zapatos nude, mientras que su hijo llevaba una chaqueta negra y zapatillas New Balance rojas.
Y aunque se animaron a salir, debieron sospechar que la situación no estaba como para pasear, ya que fueron acompañados por cuatro vehículos del Servicio Secreto que, luego de una cita de 20 minutos, los escoltaron de vuelta a su lujoso penthouse en Trump Tower, informó DailyMail.
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