Dicen que de lo más terrible pueden salir grandes cosas. Y el caso de la Bahía de Ussuri (Rusia) lo confirma. Se trata de una zona costera que durante años era sinónimo de basura y desperdicios que llegaban ahí constantemente. Pero hoy se transformó en una de las playas más bonitas que conocerás. Un tipo de paraíso, pero distinto al que acostumbramos a imaginar.
Ubicada en el lado oriental del gran país, durante el tiempo de la Unión Soviética era paradero de desperdicios, en su mayoría vidrio. Boterras de vino, vodka, cerveza y más llegaban desde distintos bares «cercanos» al lugar, a dar ahí. Cada año habían más botellas, y a pesar de contar con un hermoso mar y paisaje, la playa en sí parecía perdida.
El frío no era impedimento para que se transformara en una hermosa llegada al mar. Nadie pensaba lo que iba a pasar, pero fue la misma fuerza del mar, en su naturaleza, que fue puliendo de alguna manera los trozos de vidrio que ya estaban rotos. Sin intervención humana, el espacio quedó parejo, cubierto el suelo por trozos de diversos colores que le dieron un aspecto único.
Puede ser difícil de explicar cómo sucedió, pero hoy se le conoce como La Bahía de los Cristales en Rusia, y que a la luz del sol resaltan sus colores en la tierra. Por lo mismo se ha transformado en un destino obligatorio para turistas rusos e internacionales.
Un fenómeno único, donde los desperdicios y la basura lograron complementarse con la naturaleza, creando un paraje aún más genial.