Muchas veces no tenemos en cuenta que nuestras malas costumbres a la hora de alimentarnos nos pueden jugar en contra. Este es el caso de Katherine Masterman, de 23 años, quien de noche comía dos muffins de tocino, salchichas y huevos, mientras que de día consumía alimentos similares muy ricos en grasas, como papas fritas y chocolate. Este estilo de vida podría hacer que alguien aumente de peso rápidamente, y ella no fue la excepción. Así que al darse cuenta que estos malos hábitos perjudicaban su figura y ponían en peligro su salud, tomo una decisión crucial: se propuso cambiar por completo su estilo de vida. ¿De qué forma? Aquí te lo contamos.
Así lucía al comienzo

Masterman, quien es oriunda de Inglaterra, optó por un cambio drástico: renunciar a las grasas y reemplazarlas por frutas y verduras. Como puedes imaginarte, lo hizo porque no estaba contenta con su apariencia física.
Mira su antes y después:

Ella dio inicio a esta dieta en enero pasado, luego entró a un gimnasio, y gracias a todo este cambio en su estilo de vida, ha logrado bajar 26 kilos en poco más de un año. Ahora tiene una nueva figura y rostro, luce irreconocible.
Katherine está muy contenta con su transformación, pues sigue manteniendo las características que más le gustan de ella:
“Aún tengo mis caderas y mi gran busto, pero creo que es la genética. Me encanta tener una cintura pequeña y caderas”, confesó la joven.
Esta es otra imagen que muestra cómo se ve ella hoy:

Definitivamente parece otra persona.
Fuente: Atv.pe