Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, firmó su primera directiva sobre política del espacio. Señaló que quiere que los astronautas de la NASA vuelvan a la luna, pero no solo para repetir la hazaña anterior, sino sentar las bases de un viaje más lejano y ambicioso: la llegada del humano al planeta rojo, Marte. El objetivo estaría programado para el 2033 pero ¿será posible?
Marte está a unos 225 millones de kilómetros de distancia y llegar a él supone tremendos retos tecnológicos, económicos y, sobre todo, de capacidad humana. La capacidad de los humanos para emprender esta aventura sin precedentes es lo que más se pone en duda.
Se tiene planeado que el primer viaje sea sin tripulación y se produzca en 2018. Se trataría de un viaje de ida y vuelta hacia más allá de la luna durante tres semanas.

Algunos de los problemas que podrían tener los humanos para viajar al planeta rojo es primero, el problema de la comida, pues se necesitaría empaquetar 3 mil kilos de comida por persona, y los astronautas deberán producir sus propios sistemas de cultivo midiendo la cantidad de oxígeno que estos puedan producir, para no terminar contaminando el ambiente.
La idea es que los tripulantes sean lo más autónomos posibles, pues si ante algún problema los tripulantes de la Estación Espacial Internacional demoran dos o tres horas en volver a la Tierra, en volver a Marte se demorarían meses o años.
Un estudio publicado en 2013 en la revista Sciencie, advirtió que la exposición que los astronautas acumularían solo en el viaje de ida y vuelta a Marte (esto, sin contar el tiempo que pasen ahí) equivaldría a someterse a 33 mil radiografías. Si se quedaran 500 días en el planeta rojo sería como someterse a 50 mil radiografías.
Otro estudio, publicado en 2016, señala una realidad posible aún más alarmante. Teóricamente los tripulantes podrían sufrir demencia crónica y a su regreso podrían incluso no recordar en lo absoluto quiénes son ni de dónde vienen. A esto hay que sumarle los probables daños psicológicos causados por el aislamiento, la ansiedad y el estrés.

El objetivo de la misión sería establecerse en el planeta rojo durante un periodo de tiempo y fundar colonias, lo cual podría extenderse por dos o tres años, en que los tripulantes estarían expuestos a un clima desolador, un desierto frío, polvoriento, bombardeado por rayos cósmicos y una atmósfera irrespirable. Pese a esto, se han logrado algunos avances, por ejemplo, científicos ya han hecho crecer verduras y cereales aptos para el consumo humano en un suelo que simula ser el suelo de Marte.
¿Crees que es posible lograr semejante hazaña en unas cuantas décadas?
Con información de BBC

