Insólito: Ministerio de Cultura ofrece comprar inmueble al municipio de Valparaíso por el mismo precio que fue adquirido hace 108 años

Este martes, se realizará en Valparaíso una nueva sesión de la Comisión de Cultura del Concejo Municipal, instancia en la que se discutirá la propuesta del Ministerio de las Culturas para comprar al municipio el histórico Palacio Lyon, que actualmente alberga al Museo de Historia Natural, una cafetería y una galería de arte, y que en 1982 fue transferido a la casa consistorial de la ciudad puerto.

Por el inmueble, construido en 1887, el ministerio ofreció dos mil millones de pesos, cifra que es casi la misma por la que la propiedad fue vendida al fisco en 1910: 425.000 pesos de la época, que equivalen a poco más de 2.000 millones actuales de la moneda nacional.

Así, en la comisión que se llevará a cabo durante este martes, se darán a conocer los detalles de la conversación que sostuvo el alcalde Jorge Sharp con la ministra de Cultura. En esa línea, desde el municipio indicaron que buscarán explorar todas las alternativas posibles, incluyendo una posible extensión del comodato que rige desde 2014 y que libera al museo del pago de arriendo, para así no perder el histórico edificio, uno de los pocos que aún se mantiene en manos de la municipalidad.

En tanto, durante la jornada del lunes, el alcalde Jorge Sharp sostuvo una reunión con una docena de artistas visuales en la galería de arte del Palacio Lyon, espacio al que ellos dan vida mediante exposiciones desde hace años.

Tras la reunión, Jorge Sharp señaló que “la Alcaldía Ciudadana tiene amplias coincidencias con los artistas visuales respecto al Palacio Lyon, para nosotros todas las opciones posibles están sobre la mesa, y cabe señalar que siempre vamos a resguardar el interés de los artistas visuales que generan una labor clave en el patrimonio y la cultura de Valparaíso”.

Junto con el compromiso de resguardar el espacio para el desarrollo de los artistas visuales, el jefe comunal sostuvo que “siempre hemos sostenido que una decisión de la envergadura que supone desprenderse de un activo como lo es Palacio Lyon, requiere meditación, prudencia y no un actuar atolondrado que ponga en tela de juicio los intereses de la ciudad”.