El canil, que alberga a más de 450 perros en condiciones deplorables, es el foco entre agrupaciones que buscan su cierre.
Activistas de Movimiento Naranja, junto a otras organizaciones, buscan visibilizar el maltrato animal que se vive dentro de la Perrera Municipal de Linares. Las agrupaciones exigen el cierre del canil y denuncian la nula respuesta del alcalde, quien no se ha comprometido con el problema a pesar de las reiteradas invitaciones a trabajar en conjunto sobre la tenencia irresponsable de estos perros.
Priscila Jaque es presidenta de Movimiento Naranja Linares, y afirmó que este problema existe desde hace más de cuatro años. El movimiento señaló que la Perrera Municipal opera sin la debida fiscalización ni supervisión, lo que resulta en un «nulo compromiso» con las adopciones y condiciones deficientes para los animales. Además, han documentado el maltrato y las precarias instalaciones en las que se alberga a los 455 perros, quienes sufren a diario por la falta de atención y cuidados básicos.
Las agrupaciones aseguran haber intentado en múltiples ocasiones establecer un diálogo con el edil Mario Meza Vasquez para encontrar soluciones. Jaque explicó que a partir de julio hicieron un llamado de alerta, organizando una mesa de trabajo en la que participaron dos concejales, representantes de SEREMI de Salud, Subsecretaría de Desarrollo Regional, PETRAC (Programa de Tenencia Responsable de Animales de Compañía) y de otras agrupaciones, y aunque la invitación se extendió al alcalde, este no asistió. La presidenta de la organización lamentó la ausencia del edil, argumentando que: «necesitamos juntarnos con él para que vea la problemática desde la realidad, desde el terreno», sostuvo.
Ante la falta de compromiso del edil, las organizaciones animalistas se unieron para elaborar un petitorio formal, redactado con el apoyo de médicos veterinarios y una abogada. Este documento, firmado ante notario, establece los puntos básicos que afirman que deben considerarse para asegurar el bienestar de los animales. Según Priscila Jaque, el petitorio fue entregado en la Oficina de Partes de la Municipalidad, donde se les prometió un plazo de cinco días para obtener una solución a la denuncia de maltrato por parte de la perrera, pero: «tampoco tuvimos una respuesta de parte de él», señaló la presidenta del movimiento.
Las agrupaciones animalistas de la Región del Maule, como Movimiento Naranja, se han vuelto fundamentales para visibilizar el abandono y el maltrato animal en la zona. Jaque enfatizó la experiencia de las organizaciones en temas de cuidado de estas especies: «somos los que sabemos de abandono animal, sabemos de rehabilitación, sabemos de rescate, sabemos de maltrato animal», concluyó, reflexionando sobre lo necesaria que es la participación de estas organizaciones en las normativas de protección animal.
Sus peticiones buscan ser el primer paso para encontrar soluciones duraderas al problema de la Perrera Municipal y así asegurar un trato digno para los animales de la comuna.