Carlos Rabascall, candidato a vicepresidente de Ecuador: «La lucha continúa hasta recuperar el país y reivindicar los derechos de nuestros hermanos»

En entrevista en Voces Sin Fronteras, conducido por Bruno Sommer y Denis Rogatyuk, destacó que han estado en las calles defendiendo los derechos de los ciudadanos

Carlos Rabascall, candidato a vicepresidente de Ecuador: «La lucha continúa hasta recuperar el país y reivindicar los derechos de nuestros hermanos»

Autor: Marian Martinez

El periodista y candidato a la vicepresidencia de Ecuador por la alianza UNES-Centro Democrático, Carlos Rabascall, enumeró las razones por las cuales el binomio que forma, junto con Andrés Arauz, tiene las condiciones necesarias para gobernar la nación sudamericana.

En entrevista en Voces Sin Fronteras, conducido por Bruno Sommer y Denis Rogatyuk, destacó que entre ellas está que no representan a la política clásica, han estado en las calles defendiendo los derechos de los ciudadanos y entienden que la principal preocupación de los ecuatorianos es, en este momento, la estabilidad de sus familias.

Por Bruno Sommer y Denis Rogatyuk

DR: Las últimas semanas han sido muy tensas para usted por el caso de la proscripción de la candidatura a la vicepresidencia de Rafael Correa, también hemos observado el intento de bloquear la candidatura de usted y de Andrés Arauz, pero por fin el CNE decidió aprobar la dupla. ¿Cómo ha sido esta experiencia de los últimos días?

CR: Estos días han sido durísimos, estos días han reflejado lo que hemos vivido durante estos tres años, persecución, abuso del poder para tratar de descalificar, deslegitimar, un proceso político de este progresismo que estamos tratando de rescatar en el país. Se bloqueó al expresidente Correa, se lo ha perseguido a través de un proceso judicial forjado, amañado, donde para los abogados especialistas en lo penal, incluso no simpatizantes con Rafael Correa, han dicho que se han violentado todos los derechos, tanto la presunción de inocencia, y también dentro del debido proceso, y trataron entonces de bloquear su participación política.

Yo me siento honrado de esta propuesta, a ser candidato vicepresidencial, propuesta que me la acercó tanto Rafael como Andrés Arauz, y hemos hablado mucho de la necesidad de emprender este camino para recuperar el país y devolvérselo a la gente, a nuestro pueblo, pero lo que más me llena de alegría en estos días es ver cómo un pueblo digno se pone de pie, levanta su voz para exigir que se respeten sus derechos, y como decía Gandhi la no violencia y la verdad son inseparables y eso es lo que ha pasado en estos últimos días, la paz y la verdad presionó y despertó la conciencia nacional para que los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) reaccionen y permitan la inscripción de este Binomio por la Esperanza de Andrés Arauz y Carlos Rabascall.

Pero el tema no termina ahorita, hay que seguir vigilantes.

BS: ¿Qué le parece a usted el respaldo que ha tenido de la ciudadanía que ha actuado realizando protestas, incluso fuera del CNE? Nos puede explicar exactamente, ¿quiénes son las personas que están detrás de objetar sus candidaturas?

CR: Primero, nos sentimos orgullosos del pueblo, de nuestros ciudadanos y ciudadanas y nos comprometen aún más, nos motivan y nos inspiran porque esa lucha que surge de la ciudadanía, de la base social, es la que nos impulsa a emprender este camino.

¿Quiénes quieren bloquear al progresismo? Es un cogobierno de la derecha neoliberal de Lenín Moreno, el actual presidente, y Guillermo Lasso, que es su candidato y representa la continuidad. Ellos están teniendo el poder y lo que ha pasado en estos días es prácticamente una lucha entre David y Goliat, donde David somos Andrés Arauz y Carlos Rabascall en representación de todo un pueblo, que nos hemos tenido que enfrentar contra todos los poderes económicos, mediáticos, y esos poderes políticos que hoy se han apoderado y cooptado la institucionalidad de la República del Ecuador, pero hemos tenido también que enfrentarnos a los organismos de control, que se han convertido en operadores políticos de este cogobierno de Moreno y Lasso, como es Pablo Celi, quien comenzó a perseguir a todo lo que significaba el progresismo, a la Fiscal General de la nación que junto con Pablo Celi, el contralor general del Estado, han perseguido a los consejeros del CNE para poder amedrentarlos y a ciertos medios de comunicación que nos han perseguido, nos han difamado, pero estamos aquí con la frente en alto para poner a nuestra República amada en pie, porque la lucha no termina hoy, la lucha continúa hasta recuperar el país, reivindicar los derechos de nuestros hermanos y hermanas y trabajar por la erradicación de la inequidad y la pobreza.

DR: Usted no es tan conocido como otros líderes políticos de Ecuador, usted tampoco es un político sino un periodista y comunicador, ¿ve esto como una desventaja o usted y Arauz son los «perfectos desconocidos» y esto es precisamente lo que Ecuador necesita en lugar de los políticos tradicionales?

CR: Yo no diría que somos los perfectos desconocidos, porque tenemos nuestra vida pública, tanto Andrés como yo, lo que no somos es políticos clásicos, esos políticos que creen que la política es el espacio para enriquecerse o esos políticos que creen que la política es el espacio para luchar por el poder per se. Nosotros queremos construir una nueva pedagogía para hacer política, porque la política es importante para cambiar y transformar el país, y queremos en esa nueva pedagogía de hacer nueva política construir sujetos políticos ciudadanos, con reflexión social, conciencia ciudadana crítica y, a partir de esa participación ciudadana organizada, poder entonces construir y recuperar ese Estado social, un Estado social de derecho, una sociedad de bienestar, que parta de un modelo de desarrollo fundamentado en una economía social y solidaria que permita la inclusión económica, laboral, al amparo de la justicia social.

Tenemos un camino recorrido, no hemos participado en política partidista, pero estamos ahí participando con nuestro pensamiento, con nuestras opiniones y nuestra cercanía con la gente. Así que a lo mejor para algunos somos perfectos desconocidos porque no hemos sido políticos clásicos y es la primera vez que participamos en este tipo de política, pero lo que sí somos es reconocidos por la verdad, por la paz, por la solidaridad con nuestro pueblo.

BS: Nos enfrentamos con mayor fuerza en estos últimos dos años a la ola de noticias falsas, las llamadas fake news, donde siempre hay narrativas que son fabricadas por los intereses privados de la comunicación. En su experiencia en la televisión en Ecuador, ¿cuál sería para usted la mejor fórmula para combatir la hegemonía de la mala prensa y poner la verdad por encima de todo?

CR: El Ecuador fue pionero en una Ley de Comunicación para casualmente vencer esa hegemonía, garantizar el acceso al derecho a la información veraz, contrastada, y oportuna. Esa ley fue debilitada en este gobierno, de Moreno y Lasso, porque para ellos la Ley de Comunicación era un estorbo y como no la podían eliminar porque es un mandato constitucional entonces la debilitaron mediante una reforma, pero esa ley hay que recuperarla, fortaleciéndola, para garantizar el derecho al acceso a la información y eso lo vamos a hacer.

También esto no es cuestión solo de leyes, es cuestión de cultura democrática, de una cultura de vivencia democrática, que tenemos que tener y comprender todos y todas, que tenemos que contribuir en ser parte de la solución y no parte del problema.

Hoy cuando el Ecuador atraviesa serios problemas, donde el 58 % de la población ecuatoriana vive entre la vulnerabilidad y la informalidad, no podemos perder tiempo en discusiones absurdas provenientes del egoísmo, las vanidades, los egos y de esa adicción al poder. Así que causalmente como yo provengo del mundo de la comunicación, me fui sentando y conversando con todos los medios de comunicación, con los distintos sectores, para hacerles ver que todos estamos en el mismo barco y que no se saca nada positivo si seguimos en esta pelea absurda, cuando tenemos que encontrar causas comunes en beneficio de nuestra gente.

Yo tengo mucha fe en que esas causas comunes se puedan encontrar y en que de una vez por todas alcancemos la madurez política para hacer de la República de Ecuador, un país factible, viable, sostenible, al amparo de los principios de la justicia social.

La industria de los fake news habría que ver y analizar seriamente dónde se origina, por qué viene y para qué lo intentan hacer. Y lamentablemente el marketing político ha caído en eso, ha creado estos fake news dejando a un lado el debate político cuando el país lo que necesita es el debate político. Latinoamérica y el Caribe y el mundo entero necesitan el debate político, con ideas, con argumentos, para discutir los planes de desarrollo que necesitan los países, eso es lo que necesitamos. Pero cuando se ve que la política se deteriora y comienza este marketing político a crear estos espacios de fake news está claro que esta difamación, esta infamia pretende no solamente destruir honras y dignidad, reputaciones, sino también pretenden manipular el pensamiento y eso es lo grave, la construcción de la verdad única, y eso no lo podemos permitir.

Tenemos que avanzar en ese sentido para eliminar esa verdad única y recuperar la sensatez y la madurez política en el quehacer de la política ecuatoriana, pero eso lo tenemos que hacer desde la ciudadanía porque mientras no tengamos sujetos políticos conscientes, entonces va a ser difícil poder erradicar ese mal.

Por otro lado, las redes sociales y los medios digitales se han convertido realmente en una gran alternativa de participación ciudadana, no solamente en marzo y abril de este año donde estuvo el pico más alto de la pandemia, sino en octubre del año pasado cuando hubo la gran resistencia ciudadana en las calles por las malas políticas que pretendían abusar y deteriorar aún más la calidad de vida de los ecuatorianos y, sobre todo, de los sectores de las micros y pequeñas empresas.

En octubre del año pasado decían que lo que estaba sucediendo en las calles era simplemente un acto de desestabilización democrática, en marzo y abril decían que los muertos no eran tales y que también era otro acto de desestabilización democrática, pero qué pasó en octubre del año pasado, la ciudadanía a través de los medios digitales comenzaron a alertar al mundo, subieron la voz, pusieron su voz alta, firme, con dignidad, y ese llamado de atención al mundo hizo que vinieran medios internacionales y dijeron ‘qué lamentable es que los medios de comunicación privados ecuatorianos no reflejen la realidad de las calles sino que la estén ocultando’. En marzo y en abril, en los momentos más importantes de la pandemia, decían que los muertos no eran tales y resulta que tuvieron que venir medios internacionales, a partir de esa alerta ciudadana en los medios digitales, y dijeron ‘los muertos, muertos están’.

Entonces esta alternativa de comunicación ciudadana, esta especie de periodismo ciudadano, es tremendamente importante porque está claro entonces que la ciudadanía se convierte en el contrapeso en democracia ante esos poderes fácticos y es entonces que ese poder popular se transforma en el corrector de la democracia.

BS: ¿Qué le gustaría a usted decir y comunicar a todos esos electores neutrales e indecisos que no tienen su voto definido hasta el momento? Y si puede darnos tres razones de peso de por qué la dupla Arauz-Rabascall tiene las condiciones necesarias para gobernar el Ecuador.

CR: Es verdad que todavía hay un nivel de indecisión importante y es normal que exista porque todavía, hasta el día de hoy, se ha definido la papeleta electoral. La ciudadanía misma no sabe lo que estaba pasando y recordemos que en medio de esta pandemia, en medio de esta crisis económica, la gente más que esté preocupada por la política, está preocupada en el cómo subsistir.

Una vez definida la papeleta, una vez que estemos inscritos todos los binomios presidenciales, entonces ahí la ciudadanía tendrá la oportunidad de conocer e identificar cuál, a su criterio, es la mejor opción.

La primera razón para votar por el binomio Arauz-Rabascall es que no representamos a la política clásica, la segunda porque hemos estado en las calles defendiendo sus derechos, la tercera porque entendemos que la principal preocupación de ellos es, en este momento, la estabilidad de sus familias, porque vamos a derogar esa ley mal llamada humanitaria donde se precarizó el trabajo, se permitió el despido masivo de los trabajadores en el sector privado y se les redujo el ingreso hasta el 50 % por dos años, y nosotros entendemos también que el desarrollo nacional nace desde los distintos territorios del Ecuador, desde las 24 provincias, desde los 221 cantones de la patria, y porque entendemos que a esos jóvenes ecuatorianos hay que reivindicarles el derecho dándoles oportunidades, porque trabajaremos en una educación pública verdadera, porque cambiaremos ese modelo educativo caduco para que estén preparados para enfrentarse a un mundo contemporáneo dinámico y tremendamente competitivo.

Por otro lado, a través de la economía social y solidaria, crearemos encadenamientos de trabajo para poder incluir a esos jóvenes, a esas mujeres madres y jefas de familia en la fuerza laboral, porque nos vamos a preocupar por esos jóvenes, por esos adultos de mediana edad que no pueden conseguir hoy un trabajo digno y también por nuestros adultos que también han sido abandonados y que se les está quitando su jubilación digna, porque entendemos el sentir de un pueblo y porque hemos luchado junto a ese pueblo.

DR: Hay comunidades muy grandes de ecuatorianos que viven fuera de su patria, ¿cómo fortalecerían la relación entre la patria ecuatoriana y sus comunidades en el exterior y cómo les ayudaría en este período de pandemia y crisis económica?

CR: Hemos estado en contacto con nuestras hermanas y hermanos ecuatorianos que tuvieron que migrar al exterior producto del feriado bancario. Ellos realmente son héroes y han sido las víctimas, a pesar que esa política neoliberal los expulsó, por esa política de descarte que tiene, ellos han seguido amando al Ecuador. Hemos estado en contacto con toda esa comunidad internacional de ecuatorianos en el exterior, casualmente para incorporarlos a la vida activa del país. Primero, tienen que formar parte y beneficiarse de la política pública, porque el territorio ecuatoriano debe ser donde esté un ecuatoriano en el exterior, y tenemos que preocuparnos de su vida, de su salud, del derecho al trabajo también, y del derecho a la seguridad social, tenemos que establecer entonces políticas de protección a ellos, pero por otro lado tenemos que incorporarlos en el encadenamiento laboral en esa relación de Ecuador continental con ecuatorianos en el extranjero.

Para ello vamos a dar instrucciones a todo el cuerpo diplomático ecuatoriano que los incorpore en la vida del Ecuador a través de 1: cercanía, 2: protección y 3: hacer el monitoreo y seguimiento de la segunda y tercera generación de esos ecuatorianos que se fueron afuera para que sus hijos y sus nietos no pierdan la identidad ecuatoriana y que se sientan orgullosos del Ecuador.

Por otro lado, también recuperar lo valioso que ellos tienen hoy, que es esa visión periférica del mundo, que pueden regresar al Ecuador a través de un sistema cooperativo para poder capacitar y formar a nuestros ecuatorianos continentales en temas de economía social y solidaria, en términos de productividad, de competitividad, y también que ellos se transformen en los verdaderos embajadores del Ecuador para posicionar la República del Ecuador no solo en términos de identidad y cultura sino también en términos de nuestro productos y servicios para que nos puedan generar divisas que regresen al país, más aun considerando que tenemos una economía dolarizada y que necesitamos fortalecer esa dolarización.

También hay que darle asistencia gratuita jurídica a nuestras hermanas y hermanos, cuando ejercía la comunicación fui en el 2015 a España a grabar un documental sobre la crisis de las hipotecas, se llama Atrapados en España, lo que sucedió en el mundo entero con esas crisis hipotecarias, no solo en España, es prácticamente el reflejo de una sociedad que pretende, a través del poder político y fáctico, crear una sociedad de esclavos financieros, y eso no lo podemos permitir. Por tanto, a esos ecuatorianos y ecuatorianas que están sufriendo todo aquello todavía, hay que darles asistencia jurídica gratuita para que se puedan defender y es el Estado ecuatoriano el que debe acompañarlos, para proteger sus vidas, su salud, su dignidad.

BS: Leía en su Twitter que pone énfasis en el desarrollo local y de la economía solidaria, ¿qué es lo que usted tiene en mente para la reactivación económica del Ecuador que ha sido tan golpeada tanto por el coronavirus como por la mala administración de Lenín Moreno?

CR: En algún momento de este diálogo, les dije que el 58 % de la población ecuatoriana vive entre la vulnerabilidad y la informalidad. El sector agropecuario representa el 12 % del tamaño de la economía y genera el 30 % del trabajo, pero de mala calidad. El sector industrial representa el 12 % del tamaño de la economía y el 11 % de la generación del empleo pleno en el Ecuador. Ahí tenemos un problema importante porque son los principales generadores de trabajo, pero sin embargo no logran crecer en su participación de la economía.

Para que tengamos una idea de la ruralidad del Ecuador, nuestros agricultores asociados a cooperativas apenas llegan a un promedio de 15 personas por cooperativas, mientras en Colombia 1.300, en Perú 1.500. Entonces no estamos generando, a partir de esta asociatividad que establece la cultura de la economía popular y solidaria, la reactivación de un sistema cooperativo para generar economía de escala, reducir costos y a partir de esa asociatividad eliminar los sistemas de intermediación clásicos que han sido grandes abusadores por el poder del mercado en desmedro de nuestro pequeños y medianos productores.

Entonces nuestra intención es que a partir de esos conceptos de asociatividad y cooperativismo verdaderos de producción, que nuestros productores se transformen en productores, distribuidores y comercializadores para que ellos mismos se transformen en sus propios intermediarios y, de esa manera, los recursos provenientes de su producción van acrecentándose en las distintas instancias de los encadenamientos productivos y, por otro lado, a partir de este sistema cooperativo se pueden generar encadenamientos de trabajo. Por ejemplo, uno de los principales problemas que tiene el Ecuador es la desnutrición y hay que atender ese mal desde la primera infancia, el Estado es el responsable de la protección, de la política pública, pero los ejecutores de la política pública en ese tema en específico pueden ser cooperativas de madres de familia o mujeres que, con la supervisión del Estado, esas cooperativas sean los instrumentadores en la implementación de la política pública para cuidar a los niños desde el vientre de la madre, porque es obvio y evidente que en esa primera infancia está la base del crecimiento y la formación.

También se puede generar otro tipo de encadenamientos, encadenamientos de trabajo para darles servicio a esos productores que no tienen experiencia en gerenciamiento y modelo de gestión, asociaciones de cooperativas que brinden servicios en la asistencia técnica y a partir de la política pública acompañar con una disminución de las tasas de interés, que en el Ecuador son tremendamente altas. Y ahí podemos entonces encadenar la producción con la agroindustria, elevar entonces, a partir del volumen del crecimiento de nuestra producción, la productividad, comenzar a generar mayores recursos que nos permitan redistribuirlos en los mismos territorios, pero el desarrollo local y territorial tiene que venir acompañado con políticas de ordenamiento, de equidad social, no puede ser que más del 50 % de las ciudades tengan botadero a cielo abierto y el otro 50 %, el mundo moderno, tenga relleno sanitario, cuando se debería aplicar principios de economía circular, entrar a procesos de reciclaje para reutilizar los residuos, darles valores económicos y poderlos transformarlos en materia prima para poder producir otros tipos de productos. Eso genera nuevos espacios de inversión y de trabajo, pero también aplicar la tecnología de lo obvio, imitar, igualar y superar, la federación de cafeteros en Colombia no es otra cosa que las asociaciones de cooperativas, trabajar mucho a partir del Estado en temas de investigación para innovación, construir marca país que nos permita colocar nuestros productos, que le den valor agregado, como en el cacao y el café, y proteger la producción nacional para proteger el empleo.

En paralelo a estos desarrollos locales y territoriales, crear centros atractivos que se conviertan en potenciales atractivos turísticos del Ecuador, cosa que cuando los precios de los productos primarios bajen, el turismo compense, y si los precios de los productos primarios están altos más el turismo haya más ingresos, como el eje cafetero en Colombia. No es cuestión de un centro de producción, también es cuestión de un centro turístico y ese dinero que se produce ahí circula en las economías territoriales y, por tanto, se puede redistribuir en ese mismo territorio.

Allá es a lo que queremos ir y esos conceptos de asociatividad también son nuevos modelos económicos y de producción para lo urbano, sobre todo para las zonas más pobres del país.

Sesión de ping pong – Respuestas rápidas

DR: ¿Cuál es su comida favorita?

CR: La comida típica ecuatoriana, sobre todo un plato que se llama seco de gallina.

BS: ¿Cuál es su grupo de música o su cantante favorito?

CR: Se va a reír, pero es Shakira.

DR: ¿Cuál es su club de fútbol favorito?

CR: Es el equipo de Emelec.

BS: ¿Cuál es su libro o su escritor predilecto?

CR: Ken Follet o las historias noveladas, soy fanático de las historias noveladas.

DR: ¿Cuál es su película o serie favorita?

CR: No tengo película o serie favorita, porque no veo mucha televisión a pesar que trabajé en televisión, pero la última que vi me gustó, que es Bolívar.

BS: ¿Qué significa para usted la palabra periodismo?

CR: Significa verdad.

DR: ¿Y la palabra censura?

CR: Violencia.

BS: ¿Qué idea le evoca una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución?

CR: La Asamblea Constituyente es una herramienta democrática y un derecho del pueblo ecuatoriano. Una nueva Constitución creo que en este momento no es necesario, porque nuestra Constitución es excelente, habrá que actualizarla en cosas puntuales y nada más.

DR: ¿Qué significa para usted la palabra corrupción?

CR: La peor de las pandemias.

BS: ¿Y la palabra violencia?

CR: El apocalipsis.

DR: ¿Y la palabra dólar?

CR: Moneda impuesta.

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