Chañaral: Reflexión sobre el ecologismo local

En lo personal, creo que para ser ecologista, no tan solo basta tener una posición del tema, también hay que aplicar, dicho sea de paso, llevar los temas a lo práctico, a lo cotidiano

Por lefraru

02/04/2012

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En lo personal, creo que para ser ecologista, no tan solo basta tener una posición del tema, también hay que aplicar, dicho sea de paso, llevar los temas a lo práctico, a lo cotidiano.  No sirve alardear sobre tal o cual normativa, si en el contexto y la aplicación no somos nada más que mensajes. Hay que hacer restructuraciones profundas, donde la bahía, si bien es cierto, es la más contaminada del planeta, juega un rol importantísimo y tiene mucho que aportar.

En lo ambiental, una visión integral significa empoderarse de todos los temas de manera sistémica, es decir, asimilar cada uno de sus componentes, desde lo social, cultural, productivo y de fomento. En Chañaral desde el ámbito ambiental, tiene instaladas varias otras materias que en su conjunto, hacen aún más complejo el escenario para los habitantes. Por citar algunos, temas sin pronunciamiento ecologista puede ser la extracción de recursos en el litoral sin un plan de manejo, la destrucción de las praderas de algas y el exterminio de los sistemas tróficos y bentónicos del borde costero, el acceso de las flotas industriales que explotan nuestro litoral amparados en las perforaciones en las cinco millas marinas o la pesca de arrastre, sistema de pesca destructor prohibido en varios países, pero usado diariamente en las costas de Chañaral para abastecer a través de los holding a la industria salmonera, la más demoledora de los hábitat marinos y que además privatiza el mar de todos los chilenos. Caso de menor escala: los receptáculos de reciclaje, hoy convertidos en focos infecciosos.

Estas razones, son las que me hacen dudar de la efectividad del movimiento ecologista local y sus pretensiones. La incapacidad de proyectar con altura de miras un problema que se supone engloba todas las materias ambientales que convergen en un punto. Según lo anterior, ¿realmente serán un aporte desde la trinchera política?

Citando la historia, la más reciente. Recuerdo con un dejo de lástima, cómo varios ecologistas locales, ufanos, se jactaron de evitar el avance del borde costero en Chañaral. Triste para todos. Chañaral necesitaba de empleos, y mejor aún si estos proyectan infraestructura que va en beneficio del turismo, la otra salida productiva de la localidad. Hay que reconocer que hay instalaciones muy mal pensadas, los espejos de agua ahí instalados no aciertan con nada y peor aún, por el bien de la salud humana, lo último que debieran ser son piscinas. Pero el borde costero es mejor que antes y podría haber sido de mayor calidad si los ecologistas tuvieran un perfil de participación y colaboración.

Otro punto fue cuando implementaron un proyecto de arrecifes artificiales en la bahía, financiado por la entonces intendenta Yasna Provoste, quien tal vez aprovechando la evidente falta de eficacia y profundidad del proyecto presentado por el movimiento ecologista, le sacó utilidad política en forma muy eficaz. De modo tal, que a los meses fue el propio presidente Ricardo Lagos quien se bañaría en la playa.  Los pataleos del movimiento ecologista no surtirían efectos, era tarde, la falta de olfato proporcionó la base para que la playa más contaminada del planeta fuera habilitada.  Guste o no, así fueron las cosas.

Lejos de la ironía, la tan anhelada indemnización a Chañaral no será tal, muy por el contrario, soy un convenido que si hay que solicitar algo, esto debe ser trabajo de calidad, indefinido y bien remunerado, universidad, proyectos de gran magnitud, que perduren y que sean sustentables. Tampoco pierdo la brújula, ciertamente la bahía sigue siendo responsable de efectos negativos para los chañaralinos, eso no está en dudas. Hay efectos colaterales a las personas, como también los hay en forma directa, hay enfermos, sin exagerar, también hemos perdido habitantes. Eso hay que solucionarlo en forma inmediata, hablamos de personas, su salud y derechos.

Para el futuro, se vislumbran una serie de proyectos ostentosos, enormes, de gran envergadura. Muy beneficiosos para Chañaral y su gente. Hay que trabajar en exigir normativas más rigurosas, más fiscalización, que las instituciones operen como debe ser. Pero me asaltan dudas, y es que según la postura actual, las empresas tendrán el ánimo de instalarse con tanta tranca ideológica, ficción y liderazgos fingidos.

Está demostrado que los diversos organismos están preocupados por buscar un crecimiento económico sin calidad de vida, especulando dentro de sus reglamentos la creación de nuevas organizaciones especiales, sin solucionar problemas de la realidad, comprendiendo la calidad de vida con el PIB per cápita, sin evaluar las medidas de impacto ambiental y entender que ambos objetivos no son rivales, sino complementarios.

Por esta razón, el desarrollo sustentable del borde costero no radica tan solo en implementar infraestructuras de gran envergadura en la zona, también pasa, especialmente en Chañaral y su condición, por crear alternativas paralelas al avance estructural del borde costero, esto es, además del sin fin de estudios e investigaciones científicas -bienvenidas sean- que tratan y analizan la bahía que tenemos, ocuparse de activarla biológicamente, no para consumo humano, es evidente, sino para subsanarla, ya que guste o no, es la única que tenemos, y hacer vista gorda, cambiar la ciudad o esperar la tan anhelada indemnización está muy lejos, donde creo, a juicio muy personal, que Chañaral, su gente, su historia, por dignidad, es un pueblo que se ha construido trabajando…

Fotografía: Mar verde esmeralda por la contaminación, playa de Chañaral/Panoramio

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