El metal rojo secundario se consolida como un pilar estratégico ante la volatilidad del mercado primario y las tensiones geopolíticas, con una clara tendencia de recuperación en los últimos meses del año.
En un contexto global marcado por la búsqueda de seguridad en el suministro de materias primas críticas y la transición energética, el cobre reciclado emerge con fuerza. Los últimos datos de la Administración General de Aduanas de China revelan un mercado dinámico y resiliente: entre enero y octubre de 2025, el gigante asiático importó 1,8956 millones de toneladas físicas de materias primas de cobre reciclado, lo que supone un aumento interanual del 1,97% y mantiene una escala de importación notablemente estable.
La tendencia mensual, sin embargo, esconde una narrativa de recuperación significativa. Tras una fase de contracción entre mayo y julio, atribuida principalmente a fricciones comerciales que afectaron al suministro desde Estados Unidos, el mercado experimentó un repunte constante desde agosto. El punto álgido llegó en octubre, con importaciones que escalaron hasta las 196.000 toneladas físicas, un salto considerable desde las 179.000 toneladas de septiembre.
Factores detrás del resurgimiento
Este renacimiento de la demanda importadora no es casual. Los analistas apuntan a un cóctel de factores concurrentes:
- Disrupciones en el suministro primario: Interrupciones en la producción de minas clave y una logística aún tensionada han limitado la oferta de concentrado de cobre, materia prima fundamental para la producción primaria.
- Precios elevados del cobre primario: La combinación de una oferta ajustada y una demanda estructuralmente firme, impulsada por sectores como los vehículos eléctricos y las infraestructuras renovables, ha mantenido los precios del cobre primario en niveles elevados. Esto hace de la chatarra de cobre una alternativa económicamente atractiva y competitiva para las fundiciones y refinerías.
- Diversificación de proveedores: Mientras las importaciones desde EE.UU. se veían afectadas, otros actores incrementaron sus envíos a China. Japón, Tailandia y Corea del Sur se consolidaron como exportadores clave, demostrando la capacidad del mercado para reconfigurar sus cadenas de suministro.
- Mejora del entorno comercial y sentimiento del mercado: Una ligera distensión en las relaciones comerciales sino-estadounidenses abrió una ventana de oportunidad. Paralelamente, un sentimiento alcista entre las empresas, anticipando una mayor demanda y posibles nuevas tensiones, las llevó a realizar compras agresivas y acopio estratégico.
Implicaciones y perspectiva futura
El vigor de las importaciones de cobre reciclado subraya su rol crucial en la economía circular y en la seguridad del suministro industrial. Para China, principal consumidor mundial de cobre, esta vía no solo mitiga la dependencia de concentrados primarios importados, sino que también alinea sus objetivos de fabricación con metas ambientales más estrictas, dado que el reciclaje de cobre requiere hasta un 85% menos de energía que la producción primaria.
La expectativa en el sector es que esta tendencia se mantenga. La transición energética global es intensiva en cobre, y la chatarra está llamada a cubrir una parte creciente de esa demanda. La estabilización y crecimiento de este flujo comercial indica que el cobre reciclado ha dejado de ser un actor secundario para convertirse en un componente central de la estrategia industrial y de sostenibilidad de las principales economías.

