Noruega: Comité de Solidaridad emite declaración pública solidarizando con comunidades que defienden el río Pilmaikén
Foto: Simon Langdal (Publicada por el Comité Noruego de Solidaridad con América Latina – LAG )
El Comité Noruego de Solidaridad con América Latina (LAG) ha emitido una declaración de solidaridad con el Aylla Rewe Ngen Mapu Kintuantü, la Machi Millaray Huichalaf y las comunidades mapuche-williche del río Pilmaiquén, tras el trágico suceso del 19 de agosto donde dos personas perdieron la vida.
la organización expresa su preocupación por la criminalización y persecución que enfrenta el pueblo, respalda su demanda por una investigación independiente e imparcial que considere todos los factores —incluyendo el posible impacto de las centrales hidroeléctricas de la empresa noruega Statkraft— y rechaza enérgicamente la cobertura mediática racista en Chile que estigmatiza a la Machi y deslegitima la cultura mapuche.
LAG advierte que la violencia institucional y la estigmatización impiden un diálogo real, recordando que el caso ya se trata en instancias de la OCDE en Noruega. Hace un llamado a que la tragedia no sea utilizada para aumentar la criminalización y subraya que Noruega no puede construir su transición energética a costa de los pueblos originarios. El comité reitera su acompañamiento a la lucha mapuche por su territorio y una vida digna.
Invitación a leer la declaración completa:
Para conocer todos los detalles de la postura del Comité Noruego de Solidaridad con América Latina, se puede acceder a continuación a la declaración pública completa:
Declaración de solidaridad del Comité Noruego de Solidaridad con América Latina (LAG)
Expresamos nuestra profunda solidaridad con el Aylla Rewe Ngen Mapu Kintuantü, con la Machi Millaray Huichalaf y con las comunidades afectadas en el río Pilmaiquén tras el trágico hecho sucedido el pasado 19 de agosto, en el que dos personas perdieron la vida. Nuestros pensamientos y nuestra preocupación están, en primer lugar, con las familias que han perdido a sus seres queridos, y con todo un pueblo que, además del duelo, enfrenta criminalización, persecución y amenazas en sus territorios.
LAG expresa su respaldo a la declaración pública del Aylla Rewe, fechada el 23 de agosto, y a la declaración de la Machi Millaray del 24 de agosto. Así como nos sumamos a la demanda para que se realice una investigación independiente, y exigimos que la investigación en curso se lleve a cabo con absoluto respeto, imparcialidad, transparencia y rigurosidad. En este proceso, todas las líneas de investigación deben ser consideradas sin intereses económicos ni políticos de por medio, incluyendo un análisis de los posibles efectos derivados de la operación de las centrales hidroeléctricas en la zona (por ejemplo, si esto repercute en aumentar los caudales), de manera que los hechos se esclarezcan y se entreguen respuestas claras y veraces a las familias y comunidades.
El río Pilmaiquén es un lugar sagrado que el pueblo Mapuche-Williche ha utilizado por siglos para ceremonias, sanación y guía espiritual. Sin embargo, las comunidades han sido despojadas de territorios fundamentales a raíz de los proyectos de hidroeléctricas. Existe una relación de poder desigual entre las empresas y las comunidades que defienden su río. Esta desigualdad se agudiza mediante la criminalización, las intimidaciones, los operativos policiales y la cobertura mediática negativa. La relación espiritual y cultural con el río es una parte esencial de la vida y la existencia de un pueblo.
Rechazamos categóricamente la cobertura mediática racista en Chile que estigmatiza a la Machi Millaray, deslegitima a una autoridad ancestral y pone en duda las prácticas del pueblo Mapuche. Los medios de comunicación, de este modo, contribuyen a reproducir prejuicios en lugar de fomentar el respeto y el diálogo intercultural. Esta cobertura mediática tiene su antecedente en las declaraciones públicas de las autoridades chilenas que, al referirse a la probable responsabilidad de las personas que participaron en la ceremonia, omiten referir todas las líneas de investigación, en perjuicio del derecho a la verdad de las víctimas, sus familias y las comunidades.
A comienzos de agosto ya habíamos expresado nuestra preocupación por la escalada del conflicto, en el que la criminalización y la persecución se han intensificado. Una serie de hechos concretos demuestra un patrón claro de violencia institucional e inseguridad jurídica contra liderazgos que defienden sus territorios, sus derechos y el medioambiente.
Recordamos, además, que este caso también está siendo tratado ante el punto nacional para la conducta empresarial de la OCDE, responsable de Noruega (PNC), donde las comunidades Mapuche han presentado una queja contra Statkraft. Esto pone de manifiesto que la responsabilidad trasciende a las instancias locales: también es una responsabilidad noruega. El aplazamiento de la instancia de mediación entre Statkraft y el pueblo Mapuche-Williche además evidencia la dificultad de establecer un diálogo real mientras persistan las amenazas, la violencia y la estigmatización, tal como lo expresan las comunidades en su comunicado del 26 de agosto.
Hacemos un llamado para que esta tragedia no sea utilizada para incrementar la criminalización ni sea utilizada por otros actores para beneficiar sus intereses.
Desde el Comité Noruego de Solidaridad con América Latina seguiremos acompañando al pueblo Mapuche en su lucha por el río Pilmaiquén, por el territorio y por el derecho a una vida digna. Para nosotros, esto se enmarca en las consecuencias estructurales de un modelo extractivista de desarrollo, en el cual los pueblos originarios y las comunidades locales pagan el precio de proyectos que se presentan como energía verde. Noruega no puede construir su transición energética a costa de los pueblos originarios del Sur.