Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar emitió declaración luego de la COP 30
Imágenes: Créditos correspondientes: Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar | Fotografía: Graciela Escorza.
La Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar lanzó una declaración política luego de su participación en la COP30, en la que exige que la acción climática reconozca los derechos territoriales de los pueblos costeros e insulares, detenga la expansión de industrias extractivas en el mar y asegure financiamiento directo para las comunidades que cuidan y regeneran los ecosistemas marino-costeros.
La integrantes de la Red, provenientes cinco pueblos originarios costeros -Diaguita, Chango Mapuche Lafkenche – Williche, Kawésqar y Yagán- advierten sobre la grave crisis que atraviesa el océano debido al avance de las industrias extractivas “azules” y “verdes”, incluyendo minería, parques eólicos marinos y salmonicultura, que intensifican los efectos del cambio climático, profundizan la contaminación y aceleran la pérdida de biodiversidad marina.
“Los pueblos originarios no somos responsables del colapso climático, pero enfrentamos con mayor fuerza sus consecuencias. Como pueblos costeros e insulares somos especialmente vulnerables a la pérdida de biodiversidad, de soberanía alimentaria, de medicinas tradicionales y de nuestras formas de vida. Si el océano no se menciona ni se protege, la justicia climática queda incompleta.”, señalan en la declaración.
Las Mujeres del Mar subrayan que no es posible hablar de acción climática basada en los océanos sin reconocer y garantizar los derechos territoriales y la tenencia marina de los pueblos de mar. La Red alerta sobre intentos de regresión normativa y cambios legislativos que amenazan directamente sus territorios, usos consuetudinarios y vínculos culturales con el mar, al mismo tiempo que aumentan las amenazas y la criminalización contra personas defensoras del océano, a pesar de la protección reconocida en el derecho internacional.
La declaración también pone especial énfasis en el impacto diferenciado sobre mujeres y niñas en las llamadas “zonas de sacrificio marino” generadas por las industrias extractivas, donde se agudizan la precariedad, los conflictos socioambientales y diversas formas de violencia. En Chile, recuerdan, un alto porcentaje de los casos de violencia contra personas defensoras del medio ambiente afecta directamente a mujeres, lo que repercute también en los procesos de crianza, el trabajo y la vida comunitaria.
“Nuestros conocimientos tradicionales y nuestra organización comunitaria sostienen la alimentación, la salud y la resiliencia en los territorios. Sin embargo, las decisiones sobre el océano se siguen tomando sin nosotras y sin respetar nuestros derechos”, plantean desde la Red.
Entre sus principales demandas la Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar llama a los Estados parte, a la Presidencia de la COP, a los actores financieros y a la comunidad internacional a:
- Detener la extracción y la devastación de bosques y ecosistemas marinos.
- Exigir que los principales contaminadores descarbonicen la producción y asuman su responsabilidad en mitigación y adaptación climática.
- Reconocer, respetar y garantizar los derechos de los pueblos indígenas costeros y marítimos a sus territorios ancestrales y culturas marinas como parte fundamental de la acción climática.
- Detener cualquier retroceso en los derechos humanos ya establecidos y asegurar la protección efectiva de las personas defensoras del océano y del medio ambiente marino, en línea con el Acuerdo de Escazú.
- Incluir la protección de los derechos territoriales y de los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) relacionadas con el océano.
- Impulsar formas de conservación inclusivas y culturalmente adecuadas, que reconozcan los conocimientos tradicionales para la producción local de alimentos y medicinas y para la adaptación al cambio climático.
- Garantizar financiamiento directo, continuo y accesible para comunidades locales y organizaciones de base, especialmente de mujeres, que se dedican al cuidado, monitoreo y regeneración de los territorios marino-costeros, incluyendo apoyo para la monitorización del clima realizada por mujeres y procesos de formación en cambio climático.
La Red recuerda que los marcos internacionales recientes, como el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal y el acuerdo sobre la biodiversidad marina fuera de las jurisdicciones nacionales (BBNJ), reconocen el rol clave de los territorios y conocimientos indígenas. En este contexto, resaltan la experiencia chilena de los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO) como una forma de gobernanza territorial y oceánica basada en derechos humanos que protege el océano “sin dejar a nadie atrás”.
Finalmente, la declaración reafirma que los conocimientos locales y las culturas ancestrales marinas trascienden fronteras nacionales y deben integrarse en la gobernanza de la alta mar y la protección de la biodiversidad marina en todos los niveles.
“Como pueblos y mujeres originarias defensoras del mar seguimos transmitiendo conocimientos ancestrales, protegiendo nuestros territorios y sosteniendo prácticas que permiten la continuidad de la vida en nuestros territorios y en el océano”, concluyen.
Sobre la Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar
La Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar articula a mujeres de pueblos originarios de once territorios costeros e insulares de Chile, que trabajan por la protección del mar, los ecosistemas asociados y los derechos colectivos de sus pueblos. Su labor combina conocimientos ancestrales y herramientas contemporáneas para la gestión comunitaria de sus territorios, fortaleciendo la soberanía alimentaria, la defensa del agua y la biodiversidad, y la transmisión de saberes a las nuevas generaciones.
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