División en republicanos de EE.UU. por intervencionismo de Trump en guerra de Israel contra Irán

División en el Partido Republicano tras ataques a Irán: Trump enfrenta críticas de aliados como Marjorie Taylor Greene y Thomas Massie por intervencionismo bélico de Trump en guerra de Israel contra Irán. Disidencia antiintervencionista, liderada por mujeres MAGA, advierte fractura en el movimiento y exige priorizar problemas internos sobre guerras extranjeras. El presidente de EE.UU. enfrenta acusaciones en el Congreso por violar la Constitución.

División en republicanos de EE.UU. por intervencionismo de Trump en guerra de Israel contra Irán

Autor: Seguel Alfredo

Trump y ataque a Irán genera diferencias en republicanos

Legisladores de EE.UU., incluyendo a algunos republicanos,  condenaron el ataque a tres instalaciones nucleares en Irán, ordenado por Donald Trump sin aprobación del Congreso.

El republicano libertario, Thomas Massie, denunció en X: «Esto no es constitucional», mientras publicaba mensaje de Donald Trump confirmando el ataque a Irán.

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Por su parte, la demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, advirtió: «La desastrosa decisión del Presidente de bombardear Irán sin autorización es una grave violación de la Constitución y de los poderes de guerra del Congreso. Se ha arriesgado impulsivamente a lanzar una guerra que podría atraparnos durante generaciones. Esto constituye, absoluta y claramente, motivo de un impeachment».

Marjorie Taylor Greene, aliada clave de Trump, había cuestionado al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, previo a los ataques de EE.UU. : «Israel tiene armas nucleares (…) Cada vez que Estados Unidos está al borde de la grandeza, nos vemos involucrados en otra guerra extranjera», lamentó la congresista. «No habría bombas cayendo sobre el pueblo de Israel si Netanyahu no hubiera lanzado bombas sobre el pueblo de Irán primero», escribió en su cuenta en X. «Esta no es nuestra lucha. La paz es la respuesta», concluyó». Su postura refleja un giro en sectores MAGA, cansados de intervenciones militares.

El ataque marcó el abandono de cinco rondas de negociaciones en Omán para limitar el enriquecimiento de uranio iraní. Trump movilizó bombarderos B-2 y destructores, justificando la acción como prevención nuclear, aunque fuentes como Tulsi Gabbard, Directora de Inteligencia Nacional, afirmaron: «Irán no desarrolla una bomba actualmente» (Artículo 14). La contradicción expone grietas en el gobierno.

Greene y Gabbard emergen como voces críticas al interior de MAGA (Make America Great Again). Greene declaró previamente: «Durante décadas, hemos visto a nuestros hombres y mujeres en uniforme ser enviados por todo el mundo para luchar en guerras en las que la mayoría de los estadounidenses no creen que deberíamos estar involucrados”. Agregó: “Los estadounidenses quieren gasolina barata, alimentos asequibles, comunidades seguras y buena educación. No quieren otra guerra en el extranjero”,  mientras Gabbard alertó sobre «belicistas arrastrándonos al borde de una aniquilación nuclear» .

De acuerdo a declaraciones de prensa, Teherán evalúa respuestas, incluyendo ataques a bases militares estadounidenses en la región, donde hay 40,000 soldados. Trump amenazó con acciones «mucho mayores», pero la ICAN y NTI recuerdan que Israel también posee armas nucleares no reconocidas, cuestionando el doble estándar.

A raíz de la agresión ilegal de Estados Unidos contra las instalaciones de Irán, el ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, pidió a la comunidad internacional que adopte una postura clara, advirtiendo que la propia Carta de las Naciones Unidas está bajo ataque, destacó PressTv, quien señaló: «La respuesta a estas declaraciones no debe venir solo de Irán», dijo Araghchi, refiriéndose a los comentarios incendiarios de Trump de que Irán debe elegir el camino de la paz o enfrentar ataques más severos.

“La comunidad internacional debe tomar una posición, porque no es sólo Irán el que está siendo amenazado, son los fundamentos mismos del derecho internacional los que están siendo desafiados”, dijo, calificándolo de amenaza flagrante contra una nación soberana.

El ministro Araghchi, según PressTv, destacó los esfuerzos de larga data de Irán para demostrar la naturaleza pacífica de su programa nuclear, y señaló que Teherán participó en más de dos décadas de negociaciones con potencias mundiales, incluido el P5+1, que condujeron a un acuerdo diplomático histórico: “A pesar de ese logro, Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear, restableció las sanciones y comenzó a usar un lenguaje amenazante”, dijo. “Ahora, esto ha escalado hasta convertirse en una agresión militar abierta contra nuestras instalaciones nucleares pacíficas”.

El representante del gobierno Iraní, enfatizó que tales acciones de Washington no deben quedar sin respuesta, advirtiendo que el silencio podría desmantelar el orden global: “Si la comunidad internacional no condena estos actos, no quedará nada del derecho internacional para defender la paz, la seguridad y la estabilidad global”, advirtió Araghchi.

También señaló: “Defenderemos nuestra soberanía, nuestro pueblo y nuestros intereses. La nación iraní es plenamente consciente de la injusticia sufrida y se mantiene unida con el Estado ante esta agresión (…)  Este ataque demuestra que los estadounidenses no respetan fronteras. El régimen sionista fue derrotado por Irán y tuvo que recurrir al apoyo estadounidense. La Casa Blanca está ahora bajo la influencia de Netanyahu», afirmó, según consignó PressTV.

Una publicación de La Vanguardia, publicada por el corresponsal en Washington, Javier de la Sotilla, señala: “Ahora Teherán deberá decidir su respuesta, después de que Trump haya amenazado con futuros ataques “mucho mayores” si no “hace las paces”. Entre sus opciones están la intensificación de los bombardeos con misiles balísticos contra Israel, las represalias contra las bases militares de EE.UU. en la región (donde Washington tiene estacionados unos 40.000 soldados), el cierre o limitación del paso de buques comerciales por el estrecho de Ormuz o retomar la negociación con EE.UU. para limitar su programa nuclear, como exige la Casa Blanca”.

Agrega: “La entrada de EE.UU. en esta inflamada guerra se produce tras la oposición pública expresada por una parte importante del movimiento MAGA (Make America Great Again), incluidos algunos de los principales aliados del presidente, como su estratega Steve Bannon, la congresista Marjorie Taylor Greene, el mediático periodista Tucker Carlson o el influyente activista Charlie Kirk”.

El corresponsal de La Vanguardia, resalta en su publicación: “Después de años acusando a sus adversarios políticos de haberse involucrado en “guerras eternas” en Oriente Medio, prometiendo que evitaría cualquier conflicto en el exterior y vendiéndose como el único hombre en la tierra capaz de evitar una guerra mundial, Trump ha traicionado a su doctrina geopolítica America First (EE.UU. primero) con su participación directa en esta guerra (…) Si se suceden nuevos bombardeos americanos en las próximas semanas, como Trump ha prometido si hay represalias de Irán, EE.UU. entrará de lleno en la guerra. Será la última de las intervenciones bélicas del Pentágono este siglo en Oriente Medio”. 


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