La controversia abre el debate sobre el rol del arte en el círculo electoral, resurgiendo los dichos de Tommy Rey.
La recta final de la carrera presidencial puso a músicos tanto en los actos de cierre de campaña como en el centro de la polémica, especialmente aquellos que se vincularon con la ultraderecha. Durante esta última semana, la música popular —cumbia, ranchera y rock— se mezcló con la política, generando cuestionamientos sobre el rol de los artistas en el proceso electoral, siendo los eventos de José Antonio Kast y Evelyn Matthei los que concentraron la mayor atención.
En el acto del republicano se presentaron músicos como Américo, Los Viking’s 5 y Zúmbale Primo, mientras que Matthei también contrató a esta última banda y contó con las canciones de Los Charros de Lumaco en Puerto Montt. Por su parte, la candidata del oficialismo, Jeannette Jara, convocó a artistas con un historial de afinidad social y política más definida, como Álvaro Henríquez & Pettinellis y la Sonora 5 Estrellas.
La inclusión de cumbia y ranchera como apoyo musical para los candidatos de derecha generó polémica, por lo que los grupos más criticados decidieron defenderse argumentando que su participación fue estrictamente laboral. Edson Núñez, bajista de Los Viking’s 5, afirmó a The Clinic que: «Nuestro voto va en las urnas. Si nos pagan, allá vamos», desligando su presentación de cualquier adhesión ideológica.
El argumento de que “fue por trabajo” ha sido consistente, puesto que el cofundador de Zúmale Primo, Álex Muñoz, respaldó la decisión de la banda, sosteniendo a La Cuarta que: «Tampoco significa que nosotros estamos apoyando directamente la campaña, significa que esto es directamente trabajo». Este énfasis en la remuneración causó un cuestionamiento sobre si la música popular prioriza el beneficio económico sobre el compromiso social.
En este contexto, resurgió en redes sociales un video del fallecido Tommy Rey, figura central de la cumbia chilena, en donde ofrecía una perspectiva contraria a la de estos músicos. En el registro, Tommy afirmaba que: “Uno no puede ser de esos que dice ‘me llamaron de la derecha, voy ir a tocar allá porque me van a pagar’, no. Tiene que ser para un lado”, añadiendo que como músicos se debe hacer el trabajo acorde al sector político que los representa: “Siempre hemos tocado para la gente de izquierda”, concluye.
La frase del legendario cantante contrapuso el ideal político a la realidad de los pagos de campaña, instalando la pregunta sobre el compromiso social. En esta oportunidad, la cumbia, que históricamente está vinculada a una identidad popular, fue usada por los presidenciales de derecha.

