«Era la persona más triste que he conocido»: Sam Neill recordó su amistad con Robin Williams

El protagonista de Jurassic Park aseguró que Robin Williams era una persona "irresistible y gigantescamente divertida", pero siempre notó que algo no andaba bien dentro de él: "Era la persona más triste que he conocido. El hombre más solitario de un planeta solitario", declaró.

Por Axel

24/03/2023

Publicado en

Actualidad / Cine / Espectáculos

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El actor neozelandés Sam Neill publicó recientemente su libro de memorias Did I Ever Tell You This?, en el cual repasa su carrera por Hollywood, su incursión en el mercado vitivinícola y el diagnóstico de cáncer de sangre que recibió a mediados de 2022. Dentro de los pasajes destinados a relatar su experiencia filmando con figuras de la talla de Steven Spielberg y Sean Connery, un pasaje llamó la atención de algunos lectores: su apreciación del actor Robin Williams, quien se suicidó en agosto de 2014.

Cabe recordar que Sam Neill y Robin Williams coincidieron en el rodaje de El Hombre Bicentenario, la cinta de ciencia ficción sobre un androide que comienza a experimentar emociones humanas. Estrenada en 1999, la película es recordada por Neill por los buenos momentos que compartió junto con su par estadounidense.

«Irresistible, escandaloso, irrefrenable y gigantescamente divertido. Hablábamos de esto y aquello, a veces incluso sobre el trabajo que estábamos a punto de hacer”, detalló Neill en su libro.

El actor recordó las largas conversaciones que mantenía junto a Robin Williams en sus respectivos remolques al interior del set, asegurando que, incluso entre las risas y los buenos momentos, lograba notar que algo andaba mal dentro de su colega: «Era la persona más triste que he conocido», señaló.

«Tenía fama, era rico, la gente le quería, unos hijos estupendos… el mundo era suyo. Y, sin embargo, sentía por él más pena de la que puedo expresar. Era el hombre más solitario de un planeta solitario», agregó Neill.

El intérprete de Jurassic Park agregó que Williams era «inconsolablemente solitario y profundamente deprimido».

«Las cosas divertidas simplemente salían de él», recalcó. «Y todo el mundo se partía de risa, y cuando todo el mundo se partía de risa, se veía que Robin era feliz»

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