Estudio advierte sobre exposición excesiva a dispositivos digitales durante la cuarentena

La principal conclusión es que el uso excesivo de la tecnología en este periodo ha afectado negativamente el bienestar de las personas, especialmente de los jóvenes, las mujeres y la población sin estudios superiores.

El confinamiento hizo aumentar notablemente la utilización de dispositivos digitales hasta sobrepasar las nueve horas y cuarto de uso diario de media, según un estudio elaborado por la Universidad de Navarra y publicado por el Observatorio Social de ‘la Caixa’.

El trabajo analiza las consecuencias en el bienestar de las personas de la sobreexposición a las pantallas durante los meses de pandemia. La principal conclusión es que el uso excesivo de la tecnología en este periodo ha afectado negativamente el bienestar de las personas, especialmente de los jóvenes, las mujeres y la población sin estudios superiores, publicó el diario español La Vanguardia.

Los resultados del trabajo se extraen de una encuesta realizada por investigadores del grupo “Jóvenes en Transición” del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) entre finales de marzo y finales de junio de este año que ha obtenido más de 9.300 respuestas procedentes de España y una decena de países latinoamericanos.

El 70% de las personas encuestadas reconocen que su uso de dispositivos aumentó mucho (19%) o bastante (52%) durante el confinamiento. Tan solo un 3% dice no estar usando la tecnología más que antes de la crisis sanitaria.

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El uso excesivo de la tecnología en este periodo ha afectado negativamente el bienestar de las personas, especialmente de los jóvenes y las mujeres. Imagen: Diario Río Negro.

De media, los encuestados estuvieron casi cinco horas y media conectados por motivos de trabajo o estudios, lo que tuvo un efecto positivo sobre su bienestar.

También se han encontrado evidencias de que el ejercicio físico y el tiempo de ocio dedicado a aficiones sin pantallas (cocinar, leer, pintar o tocar un instrumento, entre otros) se asocian a niveles más altos de bienestar personal y psicológico.

En cambio, el uso de la tecnología por motivos de ocio y entretenimiento provoca el efecto inverso. Las caídas más importantes en los niveles de bienestar se asocian a las personas que recurren a las pantallas para evadirse de sus problemas (-20%), entretenerse o relajarse (-17%), curiosear sobre la vida de otros (-13%) o informarse sobre el coronavirus (-12%).

“El cotilleo o la búsqueda de información sobre la pandemia aparecen asociados con un menor bienestar”, aseguró Javier García-Manglano, investigador principal de “Jóvenes en Transición”.

El experto puntualiza que sería precipitado concluir que esas actividades son la causa del malestar. “Podría ocurrir al revés: que la gente con más problemas recurra más a la tecnología como escapatoria”, apuntó.

Los resultados indican que el 16% de encuestados tiene niveles bajos de bienestar. El 57% tiene niveles medios de bienestar y el 27%, niveles altos. Llama la atención las diferencias entre franjas de edad: no hay mayores de 50 años con niveles bajos y más del 40% presentan un nivel alto de bienestar, mientras que solo un 14% de los participantes de 18 a 22 años tiene niveles altos de bienestar.

“Esto sorprende, ya que los mayores son la población de riesgo frente al Covid-19”, afirmó Charo Sádaba, decana de la Facultad de Comunicación e investigadora colaboradora del ICS.

La hipótesis que manejan los investigadores y que seguirán explorando es que “la disrupción de rutinas diarias (no asistencia a la escuela o al trabajo, cambio en patrones de ocio y deporte, menor vida social, etcétera) ha afectado más a los jóvenes que a los mayores, para quienes el confinamiento ha supuesto un menor cambio en sus hábitos de vida”.

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