Bukowski escribió un breve pero atinado manual que todo aquel que ha soñado con ser escritor debe considerar. Se trata de uno de los poemas más famosos del poeta germano-estadounidense “So you want to be a writer” donde nos habla al oído, nos mantiene pendientes de sus palabras como el ídolo que nos dice cómo (no) seguir sus pasos. Y lo hace con las verdades que no queremos escuchar, con palabras que pueden doler y herir nuestro orgullo de pseudoescritor. ¿Cuántas cosas tienes en la última semana? ¿tienes cuadernos repletos de poemas, cuentos e historias? ¿O sólo te gusta decir que te gusta escribir? ¿Qué tanto deseas ser escritor? ¿lo haces por pasión? ¿por ese fuego interno que te lleva a teclear con ansías o sólo por pasatiempo? Bien dicen que la constancia y el compromiso separan a los profesionales de los amateurs.
Probablemente la mitad de tus palabras y de las mías no sirvan y sólo hayan encontrado un destino por un acto compulsivo y egoísta. Quizás les dimos vida sólo para dejarlas como engendros de un circo de fenómenos, al amparo de la burla de las masas. Fueron engendradas como el legado de una persona incapaz de trascender en sí misma y con la esperanza de que el buen (mal) acomodo de las letras haga su trabajo. Hijas no reconocidas de la prostitución que humildemente piden dinero con una mano desnuda para poder pagar al padrote de la cuadra. Pequeños cerdos que sólo maman del egocentrismo y de la presunta fama. El poeta se retuerce en su tumba, bebiendo, sonriéndole a la muerte y con otra más demostrando que siempre tuvo razón, sobre él, sobre nosotros, sobre el ser humano.
Por favor no atasques las pantallas, no desperdicies los cuadernos y no te masturbes pensando en la elocuencia de tus palabras si no vas a decir algo que te salga del fondo de tu existencia misma. Una existencia que te fue concedida por milagro, por casualidad, por destino o por tortura. Honra a las malditas palabras con el lugar que se merecen: el de ser empleadas para transmitir, vibrar y perturbar. Tienes que lograr que tus palabras no estén huecas. Lee a los grandes, a aquellos que transformaron a su época, a aquellos que fueron odiados y que fueron condenados con la gloria tras su muerte. Lee más de lo que escribes y te aseguro que comenzarás a decir algo aunque sólo tengas siete palabras. Pero sobretodo sal y vive y haz que crea que aún no estás muerto por dentro.
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Las palabras de un gran poeta como Bukowski logran transmitir sensaciones que pocos poetas y escritores han logrado. Sin decirte más, te compartimos las frases de Bukowski que, esperamos, te revienten las entrañas:
“Quería todo el mundo o nada”.
“Nunca conocí a otra persona con la que preferiría estar”.
“Un intelectual es el que dice una cosa simple de un modo complicado. Un artista es el que dice una cosa complicada de un modo simple”.
“Si quieres saber quiénes son tus amigos, haz que te metan en la cárcel” .
“Lo terrible no es la muerte, sino la vida de la gente que vive o no vive hasta su muerte”.
“Tienes que morir unas cuantas veces antes de que realmente puedas vivir”.+
“No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!”.
“¿Te estás convirtiendo en aquello que siempre odiaste?”.
“Es mejor hace runa cosa aburrida con estilo que una cosa peligrosa sin él”.
“Ese es el problema con la bebida, pensé, mientras me servía un trago. Si ocurre algo malo, bebe para olvidarlo; si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo; y si no pasa nada, bebes para que pase algo”.
“Si no juegas, nunca ganarás”.
“A veces te subes a la cama por las mañanas y piensas, “no voy a lograrlo”, pero te ríes por dentro, recordando todas las veces que te has sentido de esa manera”.
“Si tienes la oportunidad de amar, ámate a ti mismo”.
“Creo que la única vez que las personas piensan en la injusticia es cuando les ocurre a ellos”.
“Yo llevo la muerte en mi bolsillo izquierdo. A veces la saco y hablo con ella: “Hola, cariño, ¿cómo estás? Cuando vengas por mi voy a estar listo”.
“Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la Iglesia, el Estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza, Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos”.
“El problema con el mundo es que las personas inteligentes están llenas de dudas”.
“A veces tienes que orinar en el fregadero”.
“Encuentra aquello que amas y deja que te mate”.
“Si dejo de escribir, estoy muerto. Y esa es la única manera en la que me detendré: muerto”.
Por Alejandro Campos en Cultura Colectiva