El popular programa chileno de títeres conquistó Estados Unidos con un show que reafirma su estatus de ícono cultural.
El emblemático show “31 Minutos”, se presentó con gran éxito en el afamado Tiny Desk Concert de Estados Unidos, superando las barreras del idioma. El concierto se celebró con una sátira y un despliegue de rock y folclor que resonó inmediatamente en las redes sociales y el público internacional, llenando de orgullo y nostalgia a la sociedad chilena.
La aclamada producción, conocida por su crítica social y humor que va de lo absurdo a lo inteligente, cautivó a la audiencia con sus clásicos como «Mi Equilibrio Espiritual», hasta “Yo Nunca Vi Televisión (Y Luego Si Pero Después No)”. En medio del musical, el equipo realizó una crítica inmigratoria cuando el personaje del abogado Juan Pablo Sopa soltó entre su canción “Objeción Denegada” la frase: “Alza la mano si se te venció la Waiver, alza la mano si tú eres un ilegal”, en medio de la crisis que vive el país del norte, cerrando el concierto aludiendo al vencimiento de sus visas de trabajo
Pese a estos guiños, el rotundo éxito en el extranjero es solo una confirmación del estatus de culto del programa, contrastando fuertemente con la polémica ocurrida en Chile en 2021. En ese año, durante el debate presidencial entre Gabriel Boric y José Antonio Kast, se le preguntó al último sobre su opinión en cuanto a los dichos de Vanesa Kaiser —quien en ese entonces se desempeñaba como concejala del partido Republicano y presidenta de la Comisión de Cultura del Concejo de Las Condes—, en los que cuestionó duramente el financiamiento de 31 minutos.
Kaiser afirmó que la serie promovía «ideologías de extrema izquierda» que habían «destruido el país», una postura de la que el candidato presidencial Kast decidió desmarcarse, pero que dejó en evidencia el conflicto ideológico que el exitoso programa genera en la derecha más conservadora. Mientras que en Chile este sector político intentó deslegitimar y cortar el apoyo económico por la “amenaza” que representaba para ellos, en Estados Unidos y el resto del mundo, la misma producción fue celebrada como un fenómeno cultural en el Tiny Desk Concert, con su millón de vistas en pocas horas.
La histórica presentación es un hito para 31 Minutos, pero también para la cultura chilena, demostrando la vigencia y la profundidad de una obra que, bajo la máscara de títeres y trapos, ofrece una de las miradas más agudas sobre la contingencia. El aplauso del mundo demuestra que la inversión en crítica con contenido puede trascender fronteras.