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Machi Miriam Mariñan denuncia amenazas y hostigamiento por parte de una forestal

La Machi Miriam Mariñan, de la comunidad mapuche de Ranquilhue, en las cercanías del Lago Lleu Lleu, denuncia persecución y busca apoyo urgente para la protección de su territorio ancestral.

Machi Miriam Mariñan denuncia amenazas y hostigamiento por parte de una forestal

Autor: Ivette Barrios

Comunidad mapuche de Ranquilhue, en las cercanías del Lago Lleu Lleu, denuncia persecución y busca apoyo urgente para la protección de su territorio ancestral.

La Machi Miriam Mariñan, del sector de Ranquilhue, cercano al lago Lleu Lleu, hizo un urgente llamado a la solidaridad ante lo que ella y la comunidad declaran como hostilidades contra su persona y su familia por parte de la empresa forestal Mininco. La situación ocurre en una zona bajo Estado de Excepción, lo que intensifica la preocupación por la seguridad de la machi y su entorno.

Miriam Mariñan explicó la profunda conexión espiritual con el lugar que defienden, considerándolo un espacio que también los protege como mapuches y como familia de Machis. Ella enfatizó que su presencia en el territorio no es una decisión personal, sino un mandato espiritual. «Si algo le sucediera a estos pocos nativos que van quedando, nos sentiríamos responsables de su destrucción», añadió, destacando la importancia de proteger la vida no tangible del entorno natural.

Desde la perspectiva de la familia, Daniela, hija de la Machi, relató que Forestal Mininco los está «criminalizando, diciendo que como familia, en especial mis papás, han sido parte de eventos que ellos nombran como hechos terroristas”, asegurando que no tienen pruebas que los asocie directamente. Aseguran que la empresa insiste en desalojarlos, lo que, según la Machi, busca impedirles seguir viviendo como mapuche y debilitar el territorio a través de la destrucción de árboles y vertientes.

Integrantes de la misma comunidad mapuche describen el impacto cultural de un eventual desalojo, considerándolo como “una transgresión muy fuerte para nuestro entorno social mapuche». Destacan que el espacio es un lugar de sanación abierto, no una propiedad privada, donde la gente busca salud y bienestar espiritual. Sostienen que es angustiante que las forestales quieran despojar de todo y seguir avanzando en cuanto a “invisibilizarnos como mapuche», concluyen.

La situación plantea serias interrogantes sobre la protección de los derechos de los pueblos originarios y la efectividad de las instituciones en la macrozona sur. La comunidad mapuche de Ranquilhue insiste en la necesidad de intervención urgente de organizaciones de derechos humanos y autoridades, antes de que se lamente una nueva agresión contra la integridad de una líder mapuche y su familia.


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