Partido Republicano rechazará en bloque proyecto que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales

Este martes se vota en la Cámara de Diputados el proyecto de ley que reduce a 40 horas semanales la jornada laboral. La iniciativa, que lleva más de seis años en el Congreso Nacional, se enfrenta hoy a su último trámite legislativo y está ad portas de ser despachada a ley. Sin embargo, desde el Partido Republicano ya anunciaron que votarán en contra del proyecto.

La colectividad fundada por José Antonio Kast ha sido crítica del proyecto desde que comenzó su tramitación, tildándolo de «populista» y advirtiendo sobre sus supuestos efectos nocivos sobre la economía nacional. De hecho, el mismo Kast señaló en 2019 que la iniciativa «lo único que va a hacer es generar momentáneamente una mayor cesantía».

En esta oportunidad, el diputado republicano Juan Irarrázaval profundizó en estas críticas señalando que, de aprobarse la jornada laboral de 40 horas, la cesantía en el país podría alcanzar niveles «brutales» y los trabajadores se verán obligados a buscar un segundo empleo para aumentar sus ingresos.

«Tanto el oficialismo como la oposición han entusiasmado a la gente con una medida populista que más temprano que tarde terminará perjudicando a la gran mayoría (…) Es una mala política pública que dejará sin trabajo a muchas familias, ya que afecta directamente el desarrollo de esta fuente laboral», señaló el parlamentario.

«En la situación actual y como está presentada esta ley, hará que los sueldos no suban y se estanquen. Esta medida incentivará que los trabajadores busquen otras fuentes de ingreso por lo que el discurso de que mejorará el tiempo para la familia es una ilusión«, agregó.

En ese sentido, el parlamentario aseguró que los diputados republicanos rechazarán en bloque la iniciativa, rompiendo la unanimidad con la que había sido aprobado el proyecto en el Senado en marzo pasado.

«La gente requiere trabajo de calidad precisamente porque quiere lo mejor para su familia, y este no será el caso porque se le exigirá al trabajador con el mismo salario tener que cumplir con sus obligaciones en menos tiempo, sin contar que incentivará aún más la informalidad laboral», señaló Irarrázaval.

«El impacto en la cesantía podría ser brutal (…) Es una mala política pública», sentenció.