La otra memoria castrense: Militares que fueron víctimas de la dictadura por lealtad a la Constitución y la democracia
Cada 19 de septiembre, Chile conmemora el “Día de las Glorias del Ejército”, una fecha que, desde los sectores democráticos y defensores de derechos humanos, también invita a recordar a aquellos uniformados que, siendo fieles defensores de la democracia y la Constitución, se convirtieron en víctimas de la dictadura militar. Durante este régimen, instaurado tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, se ejecutaron sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad por parte de agentes del Estado.
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Entre las miles de víctimas, se encuentran miembros de las propias Fuerzas Armadas que fueron detenidos, torturados y asesinados por negarse a plegarse al golpe o por ayudar a perseguidos políticos. Sus casos desmontan la narrativa de una institución monolítica y evidencian la represión hacia quienes dentro de ella mantuvieron su compromiso con la legalidad constitucional.
Juventud Liberal de Chile, publicaba en sus redes sociales este 19 de septiembre: “Día de las Glorias del Ejército de Chile. Este 19 de septiembre, Día de las Glorias del Ejército, recordamos con respeto y gratitud a los militares constitucionalistas que, en tiempos oscuros, se mantuvieron leales a la patria, a la democracia y al Estado de Derecho (…) Ellos pagaron con su vida la valentía de defender la Constitución frente a la traición y la violencia. Su ejemplo nos recuerda que la verdadera gloria está en la lealtad a los principios republicanos y a la libertad de Chile (…) Honor y gloria al general Carlos Prats, al capitán Osvaldo Heyder, al general Alberto Bachelet y al conscripto Michel Nash”.
Entre los mencionados, destaca como uno de los casos más emblemáticos el del General Carlos Prats, ex Comandante en Jefe del Ejército. Tras exiliarse en Buenos Aires, fue asesinado junto a su esposa, Sofía Cuthbert, el 30 de septiembre de 1974 por un atentado explosivo perpetrado por agentes de la DINA. El crimen, planificado meticulosamente, contó con la colaboración de civiles argentinos y el apoyo logístico de empresas chilenas en el extranjero. En una carta previa a Pinochet, Prats había escrito: “El futuro dirá quién estuvo equivocado”.
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El conscripto Michel Selim Nash Sáez, de 19 años, fue asesinado en el Campamento de Prisioneros de Pisagua el 29 de septiembre de 1973. Perteneciente al Regimiento de Caballería N° 1 «Granaderos», Nash se negó a participar en allanamientos y detenciones tras el golpe. Engañado con una falsa baja, fue detenido inmediatamente. Testimonios de otros prisioneros, dan cuenta de su encarcelamiento y tortura. Fue ejecutado bajo la falsa acusación de intento de fuga. Décadas después, el juez Mario Carroza estableció que fue una “víctima de grave violación de sus derechos humanos”.
El General de Brigada de la FACH, Alberto Bachelet Martínez, padre de la expresidenta Michelle Bachelet, falleció el 12 de marzo de 1974 en la Cárcel Pública a causa de un infarto cardíaco, consecuencia directa de las torturas recibidas. Detenido en múltiples ocasiones, fue sometido a vejámenes como golpizas, encapuchamiento y la introducción de objetos punzantes bajo sus uñas. La Comisión de DDHH declaró: “el trato sufrido (…) no puede sino haber agravado la condición del General Bachelet (…) murió como consecuencia de los malos tratos y torturas”.
El Capitán del Ejército Osvaldo Federico Heyder Goycolea fue asesinado por agentes de la dictadura el 5 de junio de 1975 en Talca. Oficial de inteligencia del Regimiento Maipo de Viña del Mar, Heyder fue eliminado por ayudar a prisioneros políticos. Su certificado de defunción, fehaciente, registra como causa de la muerte una “herida de bala transfixiante del cráneo” en el Cerro de La Virgen.
Estos cuatro casos, detallados con nombres y apellidos, representan la punta del iceberg de una purga sistemática al interior de las instituciones castrenses. La Armada y la FACH también sufrieron procesos de depuración, con cientos de detenidos y torturados, como lo ejemplifica el “Proceso FACH” contra 86 uniformados.
Otros casos de graves crímenes
Ejército
• Mayor Mario Lavanderos Lastate, asesinado el 18 de octubre de 1973 por auxiliar a prisioneros del Estadio Nacional.
• Cabo 2° Manuel Nemesio Valdez, detenido y desaparecido desde la Escuela de Caballería de Quillota desde el 18 de noviembre de 1974.
• Coronel Renato Cantuarias, director de la Escuela de Montaña del Ejército, ejecutado mientras se encontraba arrestado en la Escuela Militar; inicialmente la dictadura presentó el hecho como un suicidio.
• Soldado Sergio Pantoja Rivera, conscripto del Regimiento de Infantería N° 4 «Rancagua», asesinado durante una campaña de instrucción en Putre, sus restos fueron encontrados en el sector de Las Cuevas en 2003.
• Soldado Juan Peña Fuenzalida, conscripto del Regimiento de Infantería N° 4 «Rancagua», asesinado durante una campaña de instrucción en Putre, sus restos fueron encontrados en el sector de Las Cuevas en 2003.
Armada
• Juan Calderón Villalón, Oficial de Marina. Asesinado el 29 de septiembre de 1973 en Pisagua.
• Alberto Salazar Briceño, cabo de la Armada asesinado el 23 de junio de 1979 en Concepción.
• Juan Cárdenas, sargento, torturado y exiliado.
• Rodolfo Alfaro Repfening, Suboficial, torturado, dado de baja y exiliado.
• Ricardo Tobar Toledo, cabo de la Armada, torturado, dado de baja y condenado a presidio.
La Armada fue una de las ramas de las Fuerzas Armadas que presentó mayor oposición al golpe de Estado de 1973. El mismo día del golpe, por orden del Almirante Merino, se detuvo al Comandante en Jefe de la Armada Almirante Raúl Montero, quien era conocido por sus posiciones constitucionalistas. El mismo día se dio de baja a Jorge Domínguez, subsecretario de Marina
Fuerza Aérea
Inmediatamente después del golpe, el comandante en jefe de la FACH, Gustavo Leigh Guzmán, ordenó una «depuración» entre las filas de la institución, siendo implacables contra sus propios compañeros de armas. Alrededor de 700 uniformados y civiles (un 10 % de la dotación institucional según los registros), fueron detenidos y torturados.
• Jorge Silva Ortiz, director del Departamento de Contrainteligencia. Fue torturado, encarcelado y exiliado.
• Raúl Vergara Meneses, capitán de bandada. Fue torturado, encarcelado y exiliado.
• Carlos Ominami Daza, coronel. Fue torturado, encarcelado y exiliado.
• Álvaro Yáñez, capitán de bandada
• Ernesto Galaz Guzmán, comandante de grupo.
• Jaime Donoso Parra, oficial de mantenimiento de Aviones del Grupo de Aviación n.º 10.
• José Carrasco Oviedo, cabo 1°
• Rafael Reyes Gajardo, cabo 2° ejecutado en el subterráneo de la Academia de Guerra Aérea.
Una larga lista de funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) y Carabineros de Chile engrosaron la lista de quienes fueron objeto de persecución al interior de las fuerzas de orden del país.