Representantes de la Junta de Caciques de la provincia de Osorno presentaron propuesta en la Convención Constitucional

"Confiamos en que este será un proceso honesto. Un proceso que canalizará aquello que los territorios tengan para decir y que hemos venido haciendo por 500 años. Un proceso que sirva de instrumento para reparar y reconstruir nuestras naciones, no para seguirlas desmembrando y condenándolas a la extinción y el olvido", señalaron los representantes indígenas, que a su vez hicieron entrega de una propuesta colectiva que aborda demandas territoriales, derechos de la naturaleza, desarrollo, tributos y políticas de reparación.

representantes huilliches

La tarde de este lunes representantes de la Junta de Caciques de la provincia de Osorno presentaron un documento con propuestas constituyentes en la Comisión de Derechos de los Pueblos Indígenas y Plurinacionalidad de la Convención Constitucional.

En honor al conocimiento y el buen entendimiento, los representantes huilliche-mapuche de la provincia de Osorno expusieron en la Convención Constitucional sobre su sociedad y política, para dar cuenta de sus particularidades ante el proceso y los desafíos políticos que significan la confección de una nueva constitución.

En su presentación, los representantes indígenas expusieron sobre su historia post conquista española y establecimiento del Estado de Chile. «Con el paso del tiempo, nuestros líderes adoptaron la escrituración como método de defensa y administración. Nuestros Apo Ülmen o cacique generales, desarrollaron una práctica documental que llamaron Memoriales (…) Conforme corrieron los tiempos, los Memoriales aglutinaron las demandas y anhelos de la sociedad huilliche», señalaron los representantes sobre los documentos que se remontan al año 1793.

Históricamente, el territorio huilliche se ha organizado social y políticamente, en torno a la estructura de los Cacicados. Los que se han empeñado en reivindicar la autonomía y derecho propio; la protección de la naturaleza que comenzaba a ser explotada por las grandes empresas; levantar propuestas económicas, educativas, de salud, y de desarrollo en general.

Actualmente, los Cacicados tienen reconocimiento legal, como sistema tradicional de representación huilliche, en el artículo 61 de Ley Indígena 19.253, como resultado del trabajo de la Junta General de Caciques. «Como mapunche huilliches, no partimos desde la nada. El espíritu de libertad de nuestra gente se remonta a los tiempos en que conocimos la barbarie, el despojo y el sometimiento; por otra parte, el espíritu de construcción colectiva y la disciplina de trabajo organizado, nos acompaña por generaciones«, expresaron los representantes de la Junta de Caciques.

Propuesta

La propuesta unificada de la Junta de Caciques de la provincia de Osorno para el proceso constituyente reúne a las comunidades de Cuinco, Riachuelo-Río Negro, San Juan de la Costa, Quilacahuín y el Consejo de Comunidades de Purranque. El documento de 15 páginas responde a un trabajo colectivo iniciado en 2019.

«Declaramos que estamos aquí desde el inicio del tiempo. Aquí hemos nacido, aquí hemos desarrollado nuestro modo de vida y aquí seguimos existiendo como una nación milenaria (…) Declaramos, asimismo, la existencia de un deber de reparación por parte del Estado hacia la naturaleza y las naciones originarias (…) Además, dejamos de manifiesto que se hace imperativo un reconocimiento de derechos a las naciones originarias, y que este reconocimiento atienda a nuestra diversidad como Williche», señalan en su documento.

La propuesta presentada por los representantes de los Cacicados está fundada en los principios de plurinacionalidad; autonomía y libre determinación; subprincipios plurinacionales; derechos colectivos; Mapun e Itrofilmongen, que se basa en la concepción universal que tienen los mapuche de su entorno; particularidad territorial; principio reparatorio por parte del Estado de Chile; dualidad; Küme Mongen o Buen Vivir.

Demandas territoriales

Las comunidades williche mapunche de la provincia de Osorno demandan autonomía, jurisdicción, administración, política, legislación y diplomacia en sus territorios ancestrales. A través de medidas como el reconocimiento de los Cacicados Williche y potestades reales en los ámbitos anteriormente señalados, es decir, gozar de poder decisorio sobre estos asuntos.

También proponen el reconocimiento cultural, a través la recuperación, fortalecimiento y desarrollo de elementos que han sido fuertemente debilitados como el idioma, la educación, el patrimonio y el conocimiento indígena.

Derecho del territorio y la naturaleza

En el documento las comunidades explicitan que se hace imperativo reestructurar las matrices económicas y pensar en un modelo que haga posible una vida en armonía con el entorno natural, estableciendo estándares de protección y desarrollo acordes a la emergencia climática y ambiental a la que se enfrentan todos los territorios.

En virtud de lo anterior proponen que la naturaleza debe gozar de derechos propios explicitados en la nueva Carta Magna; el agua como un derecho humano; prohibición expresa de monocultivo forestal; reparación de espacios naturales; reforestación de especies nativas; establecer un límite y una restructuración a la acumulación de tierras por parte de particulares y empresas; protección de las tierras indígenas, cuerpos de agua y subsuelos; protección, recuperación y acceso a la flora nativa, base de su sistema medicinal.

Desarrollo

«Han sido dos siglos en que no fue posible nuestro desarrollo propio, como consecuencia del desarme social, territorial y la pobreza a la que fuimos empujados. Hoy se hace necesario un desarrollo sostenible, desde los territorios de cara al mundo, la ciencia y las tecnologías, en el que quepa toda nuestra sociedad», señalan los Cacicados en su propuesta escrita.

Para esto se propone como puntos principales impulsar a las nuevas generaciones, en el ámbito que ellas y ellos deseen aportar al desarrollo, y que así puedan compartir los conocimientos en sus comunidades; la soberanía alimentaria, a través de, por ejemplo, proteger y garantizar la libre circulación de semillas nativas; fomentar la creación de una industria manufacturera responsable, que provea empleo y valor agregado al trabajo indígena; desarrollo de energías renovables y no contaminantes como estándar del buen vivir y participación decisoria de las comunidades en su diseño e implementación.

Tributos

Se demanda también una política fiscal redistributiva territorial. Es decir, que el Estado retorne a las Naciones Originarias, un porcentaje de los impuestos recaudados en ellas y sus contribuyentes. La administración de esta redistribución fiscal deberá recaer en las propias organizaciones tradicionales, debidamente legitimadas y estructuradas, según lo expuesto en la propuesta escrita.

Políticas de reparación

La creación de una Comisión de Justicia y Reparación es otro punto importante de la propuesta. Esta comisión debe tener la potestad para llevar adelante políticas de reparación material y moral efectiva a la Nación Mapuche; Restitución territorial, mediante un acuerdo con la Nación Mapuche para lograr una política de restitución territorial que satisfaga las demandas territoriales históricas.

Para finalizar, el escrito demanda el derecho y deber de la «consulta» como mecanismo de participación efectivo. Es decir, que para cada instancia de decisión sobre materias que afecten directa e indirectamente a las comunidades indígenas, sea obligatoria la participación de las mismas.

A continuación la propuesta completa:

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones

Comparte ✌️

Comenta 💬