Subametralladoras, fusiles, granadas y hasta visores nocturnos: Las armas vendidas por Carabineros tras robar a sus cuarteles

La Corte Marcial condenó a 54 uniformados, luego de que los procesos demostraran que los militares sentenciados vendieron armas como subametralladoras, fusiles, granadas y hasta visores nocturnos, muchos de ellas con sobreprecio

Por Leonardo Buitrago

07/06/2022

Publicado en

Actualidad / Chile / Política / Portada

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armas vendidas

En los últimos diez años, se registraron 38 casos de robo o desaparición de municiones, explosivos y armas vendidas por Carabineros.

De estos casos, la Corte Marcial condenó a 54 uniformados, luego de que los procesos demostraran que los militares sentenciados vendieron entre subametralladoras, fusiles, granadas y hasta visores nocturnos, muchos de ellos con sobreprecios; refiere una investigación realizada por CIPER.

En las sentencias, se encontraron que, en 14 condenas de la Justicia, los involucrados habían confesado el monto de las compraventa o lo que pretendía pedir por cada una de las armas en el mercado negro.

Fusiles valorizados entre $1,3 millón y $2 millones por unidad, granadas a $30 mil, pistolas vendidas en $300 mil y revólveres a $100 mil, son algunos de los precios que se pusieron a armas robadas desde cuarteles.

Dichos precios son de las sentencias dictadas entre 2012 y 2022 por la Corte Marcial de Santiago y por la Corte Marcial de la Armada.

Estos precios sobrepasan entre 100% y 200% su valor original.

Armas vendidas para comprar drogas

En 2015, uno de los detenidos confesó que la venta del arma era para comprar droga (marihuana) y señaló que ya tenían un comprador y el fusil tendría un costo de dos millones.

Según la investigación de CIPER, por este hecho se conoce la participación de tres soldados, quienes robaron dos fusiles del Regimiento de Artillería Tacna, en la Región Metropolitana.

“Uno de los fusiles ya tenía comprador, en la suma de dos millones. (…) y yo unos días antes, cuando fuimos a comprar marihuana a un traficante, que después nos increpó preguntando de donde éramos y a qué íbamos, respondiéndole que éramos del regimiento y que veníamos a comprar yerba, nos ofreció la cantidad de dos millones de pesos en efectivo si le llevábamos un fusil”, refiere la sentencia, citada por el medio.

Otro caso similar se registró en el norte, cuando un militar recibió ayuda de civiles para robar cuatro fusiles de guerra.

En este caso, las armas fueron encontradas en la propiedad de un narcotraficante y, según confesó el militar, el precio total que iba a recibir era de $2,5 millones.

Otro caso al interior del Ejército, esta vez en Putre, capital de la provincia de Parinacota, dio cuenta del robo de dos fusiles y dos yataganes (arma blanca). En el caso de las primeras armas, su costo en el mercado formal era de $460.000 y pretendían ser vendidas en $1,2 millones en Santiago.

Pistolas, granadas y binoculares

Un civil había comprado dos pistolas en $300.000 cada cuna, no obstante, solo logró entregar a los vendedores una, y por el precio de $400.000.

En declaraciones al Segundo Juzgado Militar de Santiago, el civil confesó que se había enterado por la prensa que esas armas eran de una comisaría y señaló que las armas se las vendieron con el argumento de que eran de un amigo.

En ese proceso fue condenado un cabo de Carabineros que sacó tres pistolas Taurus PT-917 y dos ametralladoras de la Subcomisaría de Cerrillos, en una madrugada de junio de 2016, refiere la investigación.

Ante el tribunal, el civil aseguró que las dejó en un basurero. Pero el comprador declaró que fue él quien le vendió el armamento.

Otro caso similar ocurrió con revólver Colt Calibre 38, que fue robado de la base aérea los Condores, Iquique.

Un soldado conscripto relató que se lo vendió en $100 mil a un tercero que le fue presentado por un cercano. El Juzgado de Aviación, estimó el precio en $117 mil.

Para las ventas en negro de municiones también se han mencionado montos en las resoluciones de la justicia militar y se ha llegado a vender a 200.000 pesos por 10 tiros.

Según la investigación, solo existe un proceso en el que aparece los precios de una granadas, las cuales fueron robadas del Campo Militar Antofagasta.

El cabo – detalla la investigación – aprovechó de sustraer dos granadas de mano ARGES, que el Ejército compraba a $24.853 la unidad, según acreditó el tribunal.

También tomó otras dos granadas de mano, por las que la institución pagaba $29.338 por unidad. Sin embargo, en la sentencia no se señala que haya tenido intenciones de vender este material explosivo.

En el caso de los visores nocturnos, un cabo robó el artículo del Ejército y lo vendió por internet a un precio muy por debajo de lo normal.

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