Valparaíso en colores

Tatuajes de ciudad

Hace 15 años, uno que otro trazo realizado en spray y pintura reciclada comenzaba a aparecer en escaleras, fachadas y recovecos varios de la ilustrísima ciudad puerto. Hoy, la nominación mundial de capital del arte callejero no le queda grande: sus calles, techos, paredes han adoptado formas y tonalidades que cada tiempo en tiempo cambian, para gusto del habitante y del caminante enceguecido por la belleza porteña.

Por Gabriel Muñoz

10/01/2017

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valpo graffiti
Teo,inti, dasic,charq, lrm, elodio,salvador, west, plus, tombo, osama,cines son algunos de los nombres de destacadas (os) artistas que han dejado su huella en Valparaíso. Miles quedan en el tintero, sin exagerar. Por que Valparaíso se ha convertido en cuna de los escritores (así se autodenominan algunos artistas del pintar callejero) y referente obligado para fotógrafos, historiadores del arte y ciudadanos de a pie que se alegran de ver olvidado el gris del cemento y el opaco de los oleos.

Algunos convertidos en referentes mundiales, con agendas copadas de invitaciones a múltiples lugares en el mundo; otros alejados de las pistas por diversas circunstancias pero coloreando en otros frentes, los grafiteros son descendientes directos de los maestros del muralismo en chile (mono González, José Balmes, Maria Martner, BRP ). “Si los medios callan, las paredes son nuestras” rezaba un rayado en una muralla escondida al paso del tiempo y parece su creador tenía razón: los muros nos recuerdan nuestra historia (en un pasado, presente y futuro que se hacen uno) en un intento de refrescar el ingenio e imaginación, tan de lado en la era de la hipertecnologización y alienación.

Los aplaudo de pie. Me pone contento verlos en acción, si hasta me dan ganas de agarrar una brocha o un tarrito de esos con que tiran las rayas. Siempre les toco la bocina cuando los veo trabajando, a veces hasta les paso unas monedas pa’ saciar la sed que les debe dar de tanto andar arriba de los andamios o pintando a todo sol” cuenta Oscarito (39), vendedor de gas, oriundo del cerro Las Cañas pero errante viajero entre los cerros.

A mí me gustan , a mi familia les gusta y a mi hija les encantan los diseños y colores. A algunos los conocemos de años y apoyamos cada vez que se puede, sobretodo cuando el mal gobierno y sus perros los molestan, les quitan sus implementos e incluso los encanan o multan” relata algo exaltado Juan, santiaguino avecindado en el puerto y amante del street art, como les gusta decir a los guías para extranjeros.

Primeros tintes

Con películas venidas del hemisferio norte comenzaron los primeros estímulos. Luego, gracias a la cultura del hip hop, comenzaron a conjugarse las condiciones para estimular a jóvenes en el arduo pero entretenido derrotero del arte. Hoy, son muy variadas las infuencias y estilos pero el patrón se repite: latas de spray, pintura en tarro, brochas y rodillos. El resto, ganas, perseverancia y pasión.

Antes había sólo un tipo de latas. La misma presión, pocos colores, malísimos dispensadores. Hoy existe todo un mercado, incluso hay una marca chilena de latas, hay tiendas que te venden de todo para el trabajo de plasmar una obra en el muro. Incluso, hay gente que te pide les pintes la casa o el negocio siendo que antes costaba un mundo conseguir un muro, nadie entendía lo que queríamos hacer, rememora Nicolás, profesor y grafitero.

No porque son terroristas del spray” fueron las acusaciones que un ex director de un centro cultural hizo a un medio escrito de publicación regional para hacer frente a los descargos del porque no dejaba que los artistas ornamentaran un espacio recuperado por la comunidad pero robado por el Estado. Por su parte, el diputado Godoy junto al ex alcalde Castro reflejaron su posición frente al tema dictando una ordenanza y presentando un proyecto de ley, respectivamente, para poner freno al incontrolable impulso de limpiar el gris y negro de la ciudad. Pese a ello, grupos como MAV siguen pretendiendo desarrollar, a través del vehículo de la pintura, un imaginario visual en el espacio callejero.

Graffiti street art is abundant in the streets of Valparaíso, Chile.

Asimismo, diversas marcas han sido contactadas por gestores culturales y, en conjunto con la comunidad, han hecho de poblaciones verdaderos museos al aire libre, alegrando la cotidianeidad de las vecinas y convirtiendo un punto excepcional para el deleite visual lugares como Porvenir Bajo o Cerro Polanco.

Tradicionales miradores, como 21 de mayo o Atkinson, hoy también han visto enriquecido su mirar con espectaculares obras, para deleite de los miles de turistas que pasan por aquí a diario. Es de esperar que la nueva administración municipal fomente la creación y potencie el trabajo de los artistas en vez de coartarlo. De lo contrario, seguirán haciendo el ridículo con sus prohibicionismo: el graffiti llegó hace bastante tiempo y no piensa retirarse.

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