Un hombre quiere hablar de torturas

Comentario del libro La dimensión desconocida, de la autora Nona Fernández.

Por Nicolás Massai

09/01/2017

Publicado en

Actualidad / Chile / Literatura

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Captura de pantalla 2017-01-09 15.20.34Un funcionario de la Fuerza Aérea (FACH) visita las oficinas de la revista Cauce. Busca a Mónica González, periodista que hoy por hoy dirige Ciper Chile y que en ese entonces acumulaba una serie de reportajes denunciando los terrores de la dictadura. El hombre, precisamente, quiere hablar de eso: de desapariciones, de tortura, de muertes. La reportera publica ese artículo, queda en la historia del periodismo como la primera que dio a conocer con ese nivel de argumento este tipo de crímenes, y el hombre escapa a Francia. 

El testimonio anterior fue el que inspiró a Nona Fernández para escribir La dimensión desconocida (Literatura Random House, 2016). La protagonista del relato, una mujer que pareciera tener la misma edad que Fernández, se obsesiona con esta confesión –la del «hombre que torturaba», como lo llama a lo largo de la novela.

O aquella, por lo menos, es la impresión que se obtiene en las primeras páginas.

Luego nos enteramos de que la obsesión va tomando distintos matices.

Un ejemplo de esto son las escenas en las que la autora hace un paralelo entre su propia vida y la desaparición de personas, como lo que ocurrió con José Weibel. Weibel era secretario de las Juventudes Comunistas, y lo tomaron detenido arriba de una micro, mientras se dirigía con sus hijos al colegio. La autora imagina el detalle de esa escena: qué fue lo que vieron, por última vez, los niños. Pero antes de ese detalle, Fernández escribe cómo es la rutina que hace la protagonista de la novela cada mañana junto a su hijo y su pareja. «Yo lo besaba y lo abrazaba con fuerza porque secretamente sentía pánico de que esa fuera la última vez que lo viera. Pensamientos terroríficos me acechaban cada vez que nos separábamos».

La historia de un país, los miedos, se vuelven hacia las personas. Hacia la protagonista del relato, en este caso. Aunque puede que sea al revés, también: los miedos de las personas –en este caso, de la protagonista, aunque es bastante joven ella– se toman el país.

La dimensión desconocida es la puerta que abrió Andrés “Papudo” Valenzuela, el hombre que buscaba a la periodista; el funcionario de la FACH. Esta dimensión es el terreno que se sabía que existía, pero que era teñido de omisión ante el peligro inminente por desaparecer.

“Papudo”, para la protagonista, es mucho más que un participante del terrorismo de Estado. Le envía cartas, le habla. Lo considera un delincuente, lo que no quita que lo vea como un valiente; que se quiera contactar con él.

Hasta dónde va a llegar esta obsesión es una de las preguntas que surgen con este libro. Esa incógnita me quedó clara cuando leí las intenciones por indagar en el pasado del hombre.

Antes de transformarse en un torturador era alguien. Era otro. Y Fernández quiere buscar allí.

En estos pasajes, quizás los finales, se hace un hallazgo interesante. Ocurre en un momento en que la protagonista está en un terreno de la infancia de Valenzuela. La ciudad que lo vio crecer (el balneario de Papudo: de ahí el apodo). «A lo lejos creo verlo a usted fumando un cigarrillo. / Es joven, no lleva su bigote, / y probablemente todavía no entra al servicio militar. / Debe tener un par de años más que mi hijo. / Se ha detenido un momento y mira el horizonte / como si supiera que allá, del otro lado del mar, / le espera un escondite que terminará siendo su casa», escribe Fernández, en una insinuación que, además de proyectarse a la totalidad del libro –para indagar en las razones de una obsesión–, hace referencia a un concepto de la cosmología, que plantea la no existencia del tiempo. No hay pasado; tampoco futuro.

Muchas frases, en esta novela, comienzan con las palabras «imagino que». Esta reiteración puede resultar cansadora para el lector. Sin embargo, sería más que válido que alguno saliera en su defensa. A lo mejor es el ritmo que requería una narración como esta. No solo porque los recuerdos tienen eso, un ritmo; también porque los recuerdos siguen vivos, y si no se enfrentan desatan crisis de pánico.

Puedes ver el capítulo de El Ciudadano LiberaLibro en el que conversamos con la autora en el siguiente link.

Ficha:
Autora: Nona Fernández
Título: La dimensión desconocida
Editorial: Literatura Random House
Nº de páginas: 233
Precio de referencia: $14.000
Género: Novela

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