Durante el inicio del año 2024, el oeste de Japón sufrió un fuerte terremoto de 7.5 grados richter, registrándose su epicentro a 42 kilómetros al noreste de Anamizu. Tras el movimiento telúrico, la Agencia Meteorológica de Japón emitió una alerta de tsunami para múltiples localidades del país asiático. Incluso, diversas carreteras y autopistas de la zona han registrado considerables daños y permanecen cerradas.
No obstante, una de las mayores preocupaciones son los reactores nucleares cercanos al epicentro, los que hasta el momento no han presentado irregularidades, debido a que están inactivos desde el año 2011.
Finalmente, el primer ministro nipón, Fumio Kishida, convocó un gabinete de crisis para gestionar la situación, publicando a través de X -exTwitter-, que con base «en nuestra política de anteponer las vidas humanas, estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para evaluar la situación de los daños e implementar medidas de respuesta de emergencia a desastres. Todos en el área, presten mucha atención a la información más reciente y hagan de las acciones para salvar vidas su máxima prioridad”.