Los alimentos ultraprocesados se relacionan con un aumento en el riesgo de cáncer

Un amplio estudio dirigido por la Universidad La Sorbonne de París, reveló una relación entre el cáncer y la 'comida ultraprocesada', es decir, la qué más se aleja del estado natural de los alimentos.

El sistema de clasificación Nova coloca los alimentos en cuatro grupos. En el sentido del estudio, los más sanos suelen ser los que solo se encuentran en ferias libres y mercados orgánicos.

Los alimentos «ultraprocesados», es decir, elaborados en fábricas con ingredientes desconocidos para la cocina doméstica, pueden estar relacionados con el cáncer, según un amplio e innovador estudio.

Los alimentos ultraprocesados ​​incluyen a los fideos de pote (como las sopas chinas envasadas), los platos precocinados, los pasteles y la confitería con muchos aditivos, conservantes, saborizantes y colorantes, así como a menudo altos niveles de azúcar, grasa y sal. Actualmente estos alimentos representan gran parte de lo que come una familia promedio en algunos países. En el Reino Unido, por ejemplo, la comida ultraprocesada constituye la mitad de la dieta familiar, como reveló hace poco el diario The Guardian.

Un equipo dirigido por investigadores de la Universidad La Sorbonne, en París, analizó los registros médicos y los hábitos alimentarios de casi 105.000 adultos del estudio de cohorte French NutriNet-Santé, en que se registró su ingesta habitual de 3.300 alimentos diferentes.

Descubrieron que un aumento del 10% en la cantidad de alimentos ultraprocesados ​ estaba relacionado con un aumento del 12% en algún tipo de cáncer. Los investigadores también buscaron aumentos en tipos específicos de cáncer y encontraron un aumento del 11% en el cáncer de mama, aunque no hubo un repunte significativo en los tipos colorrectal o de próstata.

«Si se confirma en otras poblaciones y entornos, estos resultados sugieren que el consumo cada vez mayor de alimentos ultraprocesados ​​puede generar una carga creciente de cáncer en las próximas décadas», dice el artículo publicado en British Medical Journal.

Francia es uno de los pocos países que ya advierte a su población contra los altos niveles de alimentos ultraprocesados ​​en la dieta. Los alimentos ya se han relacionado con la obesidad, pero la asociación con el cáncer es nueva.

«Los resultados son muy fuertes, muy consistentes y bastante convincentes», dijo Mathilde Touvier, autora principal del estudio. «Pero tenemos que ser precavidos», agregó. Es el primer estudio, no deberíamos ser alarmistas. Estos resultados deben confirmarse en otros estudios prospectivos», explicó.

Los alimentos ultraprocesados ​​son una definición creada por un grupo de científicos liderados por el profesor Carlos Monteiro en Brasil, un país que también cuenta con indicaciones dietéticas nacionales que instan a consumirlos lo menos posible. El sistema de clasificación, llamado Nova, coloca los alimentos en cuatro grupos: alimentos crudos o mínimamente procesados, que incluyen semillas, frutas, huevos y leche; ingredientes culinarios procesados ​​tales como aceites y mantequilla; alimentos procesados, incluidos vegetales embotellados y conservas de pescado y quesos; y ultraprocesados, que son «formulaciones hechas mayoritaria o completamente de sustancias derivadas de alimentos y aditivos».

Los críticos de los alimentos ultraprocesados ​​dicen que el procesamiento elimina la mayoría de los nutrientes, pero Touvier dice que no creen que el bajo valor nutricional de los bizcochos y los dulces y las tortas sean la causa del aumento del riesgo de cáncer que observaron. «Hicimos un análisis estadístico para tratar de ver si toda la asociación solo se debía a una mala calidad nutricional, pero los resultados no dependen de eso», dijo.

La investigadora dice que necesitan avanzar en las investigaciones para determinar si un aumento en el cáncer se debe a la gran cantidad de azúcar, grasa y sal o posiblemente a los aditivos. «Tenemos que entender el mecanismo», dijo. «Tal vez en el futuro tengamos una idea de si el problema está en una o dos moléculas y no en la totalidad de los alimentos ultraprocesados».

El equipo ahora tiene una base de datos masiva de todos los aditivos en alimentos específicos, ordenados por nombres comerciales y marcas. En los años venideros, dijo Touvier , «podremos cuantificar la exposición crónica [de las personas] a los aditivos alimentarios», estudiando sus efectos solos y en combinación con otros aditivos, para determinar si existe «un efecto de cóctel».

El Ciudadano, vía The Guardian

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones