Cerebro-cuerpo

Neurocientífico brasileño estudia la relación entre obesidad y depresión

Sus investigaciones han demostrado que la liberación de dopamina es fundamental para cualquier comportamiento motivado, entre ellos el comer.

Por Félix Eduardo Gutiérrez

28/12/2018

Publicado en

Alimentación / Salud

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La filosofía, las matemáticas, la informática y la inteligencia artificial se cuentan entre sus áreas de estudios. Hoy, el neurocientista brasileño Ivan de Araujo, con un trabajo destacado en diversas universidades, estudia la comunicación entre cerebro-cuerpo y cómo funcionamos los mamíferos.

Sus investigaciones han aparecido en reconocidas revistas científicas del mundo. Una de ellas mostró, por ejemplo, que la estimulación del estómago da placer directamente en el cerebro, más allá de la saciedad pura y simple, señala un reporte del diario Folha de Sao Paulo.

La depresión es también parte de otra área de estudio neurocientífico que implica la obesidad. Según sus investigaciones, incluso en animales, la inducción de un estado obeso provoca comportamientos depresivos. Foto Web.

 Ahora se dedica a indagar en la relación entre obesidad y depresión y quiere mejorar el tratamiento de la enfermedad mental.

El trabajo lo realiza desde agosto de 2018 en el laboratorio del departamento de Neurociencia de la Escuela de Medicina de la red hospitalaria Mount Sinai, en Nueva York. Antes, Araujo había estado durante 11 años en el departamento de Psiquiatría en la Universidad de Yale.

El brasileño llegó a Estados Unidos en 2004, cuando fue a hacer un postdoctorado en la Universidad Duke, en Carolina del Norte. Fue allí que oyó hablar de ratones genéticamente modificados que no sentían ciertos gustos.

 «Quise probar sí, aún así, los animales querrían azúcar. Al principio, ignoraban el ingrediente completamente, pero, a lo largo del tiempo, empezaron a buscar cada vez más el azúcar «, dijo.

“En cierto punto, los ratones consumían tanto azúcar como un animal que sentía el sabor dulcemente. Pero la fisura no tiene que ver con sabor, ya que las pruebas con edulcorante no surtieron el mismo efecto”.

Neurocientista brasileño Ivan de Araujo. Foto Web.

Era la caloría que motivaba la elección por el alimento azucarado. Al observar la actividad de neuronas de recompensa en el cerebro de esos animales, Araujo percibió que ellos liberaban dopamina en la misma cantidad de los animales normales.

«Este neurotransmisor es fundamental para cualquier comportamiento motivado: carrera, abuso de drogas, comida, sexo. Cuando usted elimina esas células, el animal queda completamente indiferente a prácticamente todo. Ellos mueren de inanición».

Otra investigación muestra que si usted da un nuevo sabor al animal y al mismo tiempo inyecta comida directamente en el estómago, el bicho comenzará a gustar de ese sabor más que de los demás.

De alguna forma, dijo, el cerebro aprendió a asociar el sabor al estímulo que viene del sistema gastrointestinal. Así, tal vez sea posible reprogramar el cerebro para la elección de alimentos menos calóricos.

La depresión es también parte de otra área de estudio neurocientífico que implica la obesidad. Según sus investigaciones, incluso en animales, la inducción de un estado obeso provoca comportamientos depresivos, afirmó.

Dado que la preocupación por la propia imagen no se aplica a los animales, Araujo intenta identificar la relación entre los dos problemas.

El investigador analiza aún si los sistemas de recompensa que se alteran en la obesidad y el abuso de drogas son responsables de la depresión.

Neurocientífico brasileño estudia la relación entre obesidad y depresión. Foto Web.

«Hay algún tipo de alteración sistémica en el cuerpo que conecta el estado metabólico con el funcionamiento cerebral de las áreas que protegen el estado emocional.»

Araujo se dedica también a entender cómo la diferencia entre la distribución de los nervios en el Sistema Nervioso Central puede ser explotada para mejorar la eficacia del tratamiento de la depresión, identificada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como uno de los principales males de la actualidad.

«La gente estudia cómo estos nervios penetran en el cerebro, cuál es el camino que ellos hacen, y cuáles son las partes periféricas del nervio que son relevantes para estimular esas áreas centrales y emocionales», aseveró.

Al identificar qué mecanismos permiten que el estímulo del nervio vago modifique el estado emocional de la persona, sería posible mejorar la respuesta de pacientes a la terapia, agregó.

«Y eso tiene una relevancia grande porque, en la depresión, los pacientes que no responden a medicamentos son sometidos a ese tipo de estímulo».

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https://www.elciudadano.cl/chile/un-tercio-de-los-pacientes-con-depresion-mayor-no-recibiria-el-tratamiento-adecuado-en-la-atencion-primaria/07/19/

https://www.elciudadano.cl/ciencia-tecnologia/la-depresion-podria-provocar-cambios-en-el-cableado-cerebral/07/25/

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