Congreso, un viaje por la cresta de la emoción

De manera coincidente la mayoría de las personas con las que he hablado y que asistieron a alguna de las dos presentaciones que el grupo Congreso realizó junto a la Orquesta Filarmónica del Teatro Municipal de Santiago, bajo la dirección de Eduardo Browne, mencionaron la palabra emoción

Por berenguer

06/12/2009

Publicado en

Artes / Música

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De manera coincidente la mayoría de las personas con las que he hablado y que asistieron a alguna de las dos presentaciones que el grupo Congreso realizó junto a la Orquesta Filarmónica del Teatro Municipal de Santiago, bajo la dirección de Eduardo Browne, mencionaron la palabra emoción. Fue sin duda la tónica que marcó a cada composición y a la globalidad del espectáculo montado. Y es que la primera muestra de celebración de los 40 años, del conjunto oriundo de Quilpue, no sólo se empinó hasta lo más alto de las sensaciones de los músicos y de los asistentes, sino que también evidenció una forma de trabajo y de enfrentar la responsabilidad antes quienes los han seguido por años, que ha sido un sello de Congreso.

Así definido el concepto creativo y musical que Congreso es y ha sido, lo que correspondió fue enfrentarse a un repertorio escogido con pinazas, y que no sólo reflejo los cuarenta años y gran parte de sus discos, sino que también consideró aquellas obras y tema que mostraban una mayor posibilidad de ser interpretados por los más de 50 músicos e la Orquesta. Así marcaron presencia, trabajos como “Sur”, una pieza que a un oído ajeno a Congreso le podría parecer una composición de algún compositor contemporáneo de música clásica. Algo similar se presenta en “Viaje por la cresta del mundo” o “Los elementos”, donde los arreglos de Sergio “Tilo” González no sólo rescatan la esencia de ambas composiciones, sino que le otorgaron un vuelo diferenciador a cada uno de ellos, haciendo que sus registros queden dentro de lo más logrado de cada noche.

Quizás las interpretaciones de “Hijo del diluvio” o “En horario estelar” lograron sacar de los asistentes de sus asientos y hacerlos olvidar el lugar y su boato, para saltar, aplaudir y gritar la alegría y satisfacción que les produjo, con una orquesta que sumó toda la fuerza que cada interpretación requería. Así como en las versiones de “Ya es tiempo” y Canción del último hombre”, ambos temas del trabajo “Fuego del Hielo”, obra para ballet presentada en 1992 en el mimos teatro, lograron que la voz de Francisco Sazo se hiciera presenta por cada rincón del Municipal, y que quedarán flotando las ideas de exterminio y de ser “los hijos más terribles de la historia” y a la vez “los más pequeños”, algo muy similar al siempre humilde y potente trabajo de Congreso.

En todo este recorrido el conjunto se dio tiempo también para mostrar algo de ese disco fantasma que es “Pájaros de arcilla”, para engalanar dos piezas de los primeros discos como son “Vuelta y vuelta” y “Volantín de pluma”, y en la segunda jornada para entregar, ya solos sobre el escenario, cuando el público sólo quería seguir escuchándolos, el tema que le da nombre a su próximo disco, “Con los ojos en la calle”. Congreso supo plasmar de manera perfecta lo que correspondía para sus 40 años, supo que cada uno de sus actuales integrantes brillará bajo las luces del escenario y que la emoción se instalará en cada uno de ellos y de nosotros, los que fuimos a ver como este cruce de banda y orquesta, y salimos reconfortados, emocionados y felices de este único Congreso que merece seguir sesionando.

¿Cuándo y dónde fue?
2 y 3 de diciembre
Teatro Municipal de Santiago
20 horas

Foto: Carlos Muller
Onda Corta
El Ciudadano

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