Soledad y salud:

Académicas de la U. de Chile analizan informe de la OMS sobre el impacto del aislamiento social

Una de cada seis personas en el mundo sufre soledad, un problema creciente que afecta la salud física y mental. El nuevo informe de la OMS alerta sobre sus consecuencias, estimando que estaría relacionada con 100 muertes cada hora. Académicas de la Universidad de Chile abordan el fenómeno y entregan claves para combatirlo.

Académicas de la U. de Chile analizan informe de la OMS sobre el impacto del aislamiento social

Autor: El Ciudadano

Una de cada seis personas en el mundo sufre soledad, un problema creciente que afecta la salud física y mental. El nuevo informe de la OMS alerta sobre sus consecuencias, estimando que estaría relacionada con 100 muertes cada hora. Académicas de la Universidad de Chile abordan el fenómeno y entregan claves para combatirlo.

La soledad y el aislamiento social han sido identificados como graves amenazas para la salud global. Así lo advierte el Primer Informe Mundial sobre Soledad y Aislamiento Social, presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra, con participación de la ministra chilena de Salud, Ximena Aguilera.

Según el documento, una de cada seis personas en el mundo experimenta soledad de forma crónica, fenómeno que se asocia a un aumento del riesgo de muerte prematura, enfermedades cardiovasculares, depresión, ansiedad y demencia. Se estima que la soledad contribuye a más de 870 mil muertes al año, lo que equivale a 100 fallecimientos por hora.

Qué es la soledad y por qué afecta la salud

La soledad se define como la brecha dolorosa entre las conexiones sociales deseadas y las reales, mientras que el aislamiento social es la carencia objetiva de relaciones interpersonales suficientes, explica Alejandra Fuentes-García, académica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile.

“La soledad no es solo una emoción individual; es un determinante social emergente de la salud, con impactos comparables al tabaquismo o la obesidad”, advierte la especialista. Su impacto es especialmente severo en jóvenes, adultos mayores, personas con discapacidad y migrantes.

Por su parte, Viviana Guajardo, coordinadora de la Estrategia de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la misma casa de estudios, agrega que la soledad no siempre implica estar solo físicamente, y que el aislamiento social no necesariamente provoca soledad. Sin embargo, ambos fenómenos están fuertemente ligados a problemas de salud física y mental.

“Existe evidencia de que la desconexión social aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, y también agrava la sintomatología depresiva, la ansiedad y los pensamientos suicidas”, afirma Guajardo.

La conexión social: un factor protector para todas las etapas de la vida

Según las académicas, mantener relaciones significativas y vínculos sociales activos es crucial para el bienestar a lo largo de toda la vida.

“La conexión social es una necesidad vital que protege la salud física y mental, fortalece la resiliencia y otorga sentido de pertenencia”, explica Fuentes-García. A lo largo de la vida, añade, el tipo de vínculo cambia, pero su importancia se mantiene: desde fomentar la autoestima en la infancia, hasta prevenir el deterioro cognitivo en la vejez.

¿Cómo enfrentar la soledad y el aislamiento social?

Las especialistas coinciden en que enfrentar este problema requiere medidas estructurales, comunitarias e individuales. Algunas de sus propuestas incluyen:

🔹 Desde las políticas públicas:

  • Diseño urbano que fomente espacios comunitarios como plazas, cafés y bibliotecas.
  • Modelos de vivienda colaborativa, especialmente para adultos mayores o jóvenes que viven solos.
  • Políticas laborales que permitan tiempo para la vida social y el descanso, como la implementación de las 40 horas.

🔹 Desde la educación y la salud:

  • Educación emocional desde la infancia, que enseñe a construir relaciones saludables.
  • Campañas de concientización que destaquen la importancia del vínculo social.
  • Incorporar a los centros de salud primaria como espacios que fomenten redes de apoyo comunitarias.
  • Capacitación para profesionales de la salud en estrategias de conexión y acompañamiento.

🔹 Desde la comunidad:

  • Estrategias locales en barrios, escuelas y trabajos que promuevan la interacción.
  • Talleres de vínculos y comunicación para personas mayores.
  • Uso consciente de la tecnología que promueva encuentros presenciales en lugar de reemplazarlos.

📌 Conclusión: la soledad no es solo un problema emocional, es una amenaza a la salud pública

El informe de la OMS y el análisis de las académicas de la Universidad de Chile dejan claro que la soledad y el aislamiento social son problemas complejos y crecientes. Combatirlos requiere acciones multisectoriales, enfoque comunitario y una cultura que valore las conexiones humanas.

“Las personas más conectadas socialmente viven más años, tienen mejor salud mental y física, y se recuperan más rápido de crisis”, concluye Alejandra Fuentes-García.



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