Murió Armand Mattelart: el belga que ayudó a Chile a leer medios, cultura y poder

Fallecido el 31 de octubre en París, el coautor de “Para leer al Pato Donald” y codirector de “La Espiral” forjó desde Chile una lectura crítica de medios, cultura y poder que sigue vigente; su trabajo desarmó la maquinaria comunicacional que antecedió al golpe de Estado.

Murió Armand Mattelart: el belga que ayudó a Chile a leer medios, cultura y poder

Autor: Mauricio San Cristóbal M.

Armand Mattelart (1936–2025), sociólogo belga y maestro de la comunicación crítica, murió el 31 de octubre en París (Francia). Su nombre quedó unido para siempre a Chile: arribó en 1962 a la Pontificia Universidad Católica, coescribió con Ariel Dorfman “Para leer al Pato Donald” y, tras el golpe de 1973, fue expulsado del país. Su obra ayudó a fundar, desde nuestra experiencia histórica, una forma latinoamericana de leer medios, cultura y poder.

Armand Mattelart en Chile: cuna de una mirada crítica sobre medios y cultura

En los años 60, el país fue un laboratorio intelectual donde convergieron demografía, comunicación, política y cultura. En ese cruce, Armand Mattelart en Chile consolidó una pregunta decisiva: ¿cómo operan la industria cultural y la comunicación en la reproducción del poder? Desde aulas, centros de investigación y editoriales universitarias, impulsó un enfoque interdisciplinario que conectó la vida cotidiana con la economía política de los medios.

“Para leer al Pato Donald” y el golpe: un antes y un después

Publicado en 1971 junto a Ariel Dorfman, “Para leer al Pato Donald” desmontó la aparente inocencia de ciertos relatos masivos y mostró cómo vehiculan ideologías y jerarquías. El libro se volvió emblema de la crítica cultural latinoamericana. Dos años más tarde, el golpe de Estado cortó de raíz aquella experiencia: Mattelart partió al exilio, pero su pregunta —¿quién define qué vemos, cómo lo vemos y con qué efectos?— quedó instalada en las escuelas de periodismo y comunicación del país.

Referente global con raíz chilena, Mattelart impulsó una mirada latinoamericana sobre medios y cultura; su muerte en París reabre preguntas clave sobre concentración y desinformación.

«La Espiral»: el ensayo fílmico que leyó el golpe desde los medios

En 1976, Armand Mattelart co-dirigió el documental La Spirale (La Espiral) junto a Valérie Mayoux y Jacqueline Meppiel —con comentario de Chris Marker—, una obra que reconstruyó, a partir de archivos de prensa, TV y documentos diplomáticos, la maquinaria de desestabilización que precedió al golpe de 1973. El filme conectó su investigación chilena con una crítica global del poder mediático y la guerra psicológica, y es hoy pieza de referencia para entender la dimensión comunicacional del quiebre democrático en Chile.

El proyecto nació de un intercambio decisivo entre Mattelart y Marker tras el golpe: el cineasta francés le propuso transformar su tesis sobre la ofensiva mediática contra la Unidad Popular en una película, articulando así una lectura histórico-comunicacional del proceso chileno con herramientas del cine político europeo de los setenta.

Críticos y académicos han subrayado cómo La Espiral dialoga con otras obras de la época (como Le fond de l’air est rouge de Marker), consolidando un prisma que vincula archivos, montaje y análisis ideológico para mostrar la “espiral” de presiones económicas, mediáticas y diplomáticas que cercaron al gobierno de Allende.

Armand Mattelart en Chile y los estudios de medios: una herencia viva

El impacto docente e intelectual de Mattelart se proyectó a generaciones que hoy ocupan salas de clases, redacciones, radios, televisoras y plataformas digitales. Armand Mattelart en Chile es, para buena parte del campo académico, sinónimo de pensar los medios como disputa por sentidos: del entretenimiento a la información, de la publicidad a las plataformas, de la propiedad a los algoritmos. Esa herencia sigue viva en cursos, bibliografías y debates sobre regulación, concentración y soberanía comunicacional.

Del exilio a la proyección global

Ya instalado en Francia, Mattelart desarrolló una obra que cartografió la “comunicación-mundo”: genealogías, políticas culturales, economía y globalización informativa. Sin embargo, el punto de partida fue la experiencia chilena: leer lo local con ambición teórica y, a la vez, devolver al mundo una mirada situada desde el Sur.

Obras y temas clave

  • Para leer al Pato Donald” (1971), con Ariel Dorfman: crítica de la industria cultural y del imperialismo simbólico.
  • “La comunicación-mundo”, “Multinacionales de la comunicación”, “La invención de la comunicación”: historia, economía política y globalización.
  • Con Michèle Mattelart: “Historia de las teorías de la comunicación”, “Diversidad cultural y mundialización”, “Un mundo vigilado”: panoramas, políticas y vigilancia.
  • “La Espiral” (1976): ensayo fílmico sobre la desestabilización previa al 11 de septiembre; codirigido con Valérie Mayoux y Jacqueline Meppiel, comentario de Chris Marker.

Por qué importa hoy

En tiempos de plataformas dominantes, concentración de la propiedad, desinformación y opacidad algorítmica, la pregunta de Mattelart conserva filo: la comunicación no es solo transmisión de mensajes, es arquitectura de poder. Chile —donde su mirada tomó forma— sigue siendo un buen lugar para recordarlo: una escuela que aprendió a interrogar a los medios mirando la historia propia y el mapa mayor.


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